- En la recta final Pepe Vento y Pilar Tejada, impulsores y directores de esta gala, dieron un gran recital con ‘Solea por bulerías’.
- Crónica gráfica de Ricardo Espinosa Ibeas para ALCALÁ HOY
La gala comenzó a las 20 horas con casi tres cuartas partes del aforo cubierto pero sin la presencia de ningún político de la corporación municipal a pesar de que los impulsores y presentadores del evento les dieron las gracias por su colaboración y la bienvenida, especialmente al alcalde y a la concejala de Cultura. Su propósito fue destacar la importancia de la danza en la cultura de Alcalá y su deseo de seguir “actuando y creando arte”.
A continuación los presentadores dieron varios regalos a Carmen Mota, bailarina que representa la “pasión, exhuberancia y espectáculo”. Comenzó a bailar con 16 años y en su larga trayectoria ha formado parte de la compañía de Carmen Amaya, colaborado con Lola Flores e incluso creado una escuela propia junto con Joaquín Robles, en la que ha estado al frente durante cuatro décadas. Por ello se la considera una de las referencias del espectáculo genuinamente español.
“Muchas gracias a la vida q me ha dado la posibilidad de hacer lo que me gusta: ser bailarina, directora, coreógrafa y hasta diseñadora”, dijo la homenajeada, de la que se proyectó un video.
En vivo y en directo fue la actuación ‘Human’ de danza urbana, en la que el elenco de XpressionDance nos recordó bastante a los famosos zombis de Michael Jackson.
Ya sin respiro hasta el final, saltaron al escenario los ‘campesinos’ bailarines de ballet clásico de la compañía de Danza Siglo XXI.
También pisó las tablas Cada Danza con una coreografía de danza contemporánea titulada ‘Los lobos’ que quiso transportar al público a un entorno de naturaleza con el sonido del agua.
A partir de ahí predominó claramente la danza española y el flamenco. La siguiente en actuar fue la asociación juvenil del Ballet Albéniz dirigido por Pepe Vento, que deleitó en las tablas con ‘Triana’ al ritmo de castañuelas. Después participó el taller coreográfico de la academia Belén Rodríguez, con un espectáculo muy animado de folclore titulado ‘Cantigueiras y bolero-flamenco’.
Una de las actuaciones más largas y atractivas por su puesta en escena y su vestuario fue la protagonizada a continuación por el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma, titulada ‘Pléyade’, donde los bailarines quisieron contarnos una historia ‘toreando’ con las capas al compás de la música.
El número más exótico fue el de la escuela de danza Espiral de Lady Vamp. ‘Invocación a la diosa serpiente’ fue una coreografía de danza del vientre que nos trasladó al mundo árabe y al que no le faltó colorido ni luz incluso cuando se apagó el escenario, ya que dos de las bailarinas portaron un candelabro.
Seguidamente actuó la compañía de danza Nuevo Amanecer Ángel Martínez que fue una ‘Apoteosis’ de color rosa de danza española y flamenco. Luego tomó el ‘bastón de mando’ en el TSC la escuela alcalaína de Pilar Barbancho con ‘Martinete’, donde los trajes de flecos de las bailarinas se lucieron con cada giro.
La escuela de Noemí Alcázar interpretó un ‘Pequeño Vals Vienés’. Pese a ese título, su esencia no era ese baile de salón sino otra vez el flamenco, con sus características batas de cola pero modernas chupas de cuero.
El Conservatorio Profesional de Danza Carmen Amaya se paseó de blanco por el escenario con ‘De Madrid a Cai’ (Cádiz), donde si alguien esperaba viajar desde el chotis al estilo andaluz, se quedó con las ganas de lo primero, aunque pudiese disfrutar de lo segundo.
El broche de oro lo pusieron cuatro de los ex concursantes de la televisiva academia Fama ¡a bailar! que hicieron dos breves actuaciones en pareja. Mientras las academias volvian a salir al escenario para despedir al público, algunos fans de Nadia, Caro, Eloy y demás bailarines del concurso, esperaron en salida del TSC para verlos marcharse.