- En este artículo, vamos a echar un vistazo al principio detrás de estas puertas automáticas, explorando sus características, especificaciones y otros detalles interesantes.
Las puertas automáticas, generalmente deslizantes, son una gran elección para quienes buscan practicidad y estilo en su hogar o negocio. Estas puertas operan con un sistema eléctrico para abrir y cerrar, eliminando la necesidad de manejarlas manualmente.
Estas puertas vienen en versiones simples o dobles, con paneles de vidrio templado que no solo agregan elegancia, sino que también aprovechan la luz natural para iluminar los ambientes interiores.
Lo destacado de estas puertas es que no necesitan manijas ni bisagras, lo que les otorga un aspecto moderno y minimalista. Por lo general, se presentan en forma de kit que incluye varios componentes mecánicos y electrónicos para su funcionamiento. Además, su diseño suele tener acabados en acero inoxidable satinado o negro, lo que facilita su integración en cualquier estilo decorativo y espacio.
Tras conocer qué son las puertas automáticas vamos a ver cómo funcionan para comprender el porqué de dicho movimiento y en consecuencia de esa comodidad que ofrecen.
¿Qué piezas intervienen en la apertura de una puerta automática?
Para realizar este apartado nos hemos puesto en contacto con los expertos en puertas automáticas de MetalBlinds.es. Con sus conocimientos podemos mostrarte las principales piezas que intervienen en su funcionamiento. Así te será mucho más fácil comprender cómo funcionan.
- Motor: normalmente se suele optar por un motor DC sin escobillas porque ofrece una gran duración, apertura silenciosa y sobre todo una muy buena eficiencia. Al no tener escobillas, lo que se consigue es que el rozamiento sea inferior, por lo que se le puede sacar el máximo provecho a la energía consumida. De aquí que hayamos comentado que son eficientes.
- Controlador microprocesador: se puede definir como el centro de la puerta o el cerebro. Es el sistema electrónico que se encarga de mandar la orden al motor para que abra o cierre la puerta. El controlador va aprendiendo y eso hace que se pueda adaptar a las necesidades en las que se encuentra. Aunque también se puede programar o configurar para que la experiencia pueda ser la deseada.
- Control de función: es un control remoto que suele ser digital y suele ir acompañado de una contraseña para que el funcionamiento sea más seguro. Normalmente este control suele contar con diferentes funciones destacando la función de abierto, cerrado, automático, bloqueado o medio abierto entre otras. Por supuesto, puede ser modificado para adaptarlo a las necesidades.
- Rieles de cobertores: la gran mayoría de puertas suelen contar con cobertores y rieles de aluminio y un acabado de acero inoxidable. Por supuesto, hay otras opciones entre las que elegir si esos acabados no se adaptan a las necesidades del cliente.
- Sensores: van acompañados de microondas y fotoceldas. Los sensores tienen el objetivo de encontrar cosas que haya en el recorrido de la puerta para evitar el cierre y en consecuencia el atrapamiento. En cuanto detectan algo, mandan señal para que la puerta se abra y así evitar un accidente.
- Rodamientos y guías: a través de los rodamientos se consigue que la puerta pueda realizar el recorrido de una manera mucho más sencilla. Eso se debe a que se consigue eliminar la fricción, lo que hace que todo sea más fácil. A su vez, las guías son importantes para que el funcionamiento sea el adecuado.
¿Cómo es el funcionamiento de la puerta automática?
El funcionamiento de la puerta automática es sencillo, pero complejo a su vez. Y es que aunque todo es automático, para que la apertura se realice hace falta que una serie de cosas funcionen correctamente.
Pero antes de hablarte del funcionamiento de la puerta automática, quiero darte un dato curioso. Y es que las puertas automáticas no son un invento reciente. Leyendo el artículo de curioseamos.com vemos que la puerta automática fue un invento de Herón en Alejandría. Eso quiere decir que las puertas automáticas ya existían en el siglo I d.C, es decir, ya llevan usándose mucho tiempo. Eso sí, su funcionamiento no era como el actual. Por ese motivo te recomiendo leer este interesante artículo.
Tras conocer ese detalle, nos vamos a centrar en mostrarte de manera resumida el funcionamiento de la puerta automática.
Todo comienza cuando los sensores detectan que hay una persona. Cuando se realiza la detección de la persona, en ese momento envían una señal eléctrica al controlador microprocesador para que realice un procesamiento de la información recibida.
Dependiendo de la configuración, la respuesta que será enviada será una u otra. Para que te hagas a la idea, en la gran mayoría de ocasiones se manda una respuesta de apertura. Esa señal es enviada al motor para que se ponga en movimiento y abra las puertas.
Dependiendo de la configuración, la apertura permanecerá abierta más o menos tiempo. El objetivo siempre es el mismo, conseguir que la persona pueda acceder o salir con facilidad.
Cuando pasa X tiempo, el motor vuelve a recibir la señal de cierre, es decir, se pone en movimiento para que las puertas se puedan cerrar. Eso sí, los sensores seguirán trabajando para detectar posibles obstáculos o personas. En caso de notar la presencia de una persona, de nuevo mandará la orden para que el motor vuelva a abrir la puerta, incluso cuando está en mitad del proceso de cierre. La apertura siempre es primordial porque el objetivo es evitar accidentes.
Todo eso puede parecer bastante complejo, pero como nos comentan desde MetalBlinds, todo está configurado para que el proceso sea ágil, rápido y sencillo. Nosotros como usuarios no nos tenemos que preocupar de nada, todo es automático. Solo tenemos que acercarnos a la puerta y la misma se abrirá de manera automática. Todo ha sido diseñado para conseguir la comodidad y por ese motivo cada vez están más presentes en diferentes sitios.