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Los líderes suelen ser los últimos en darse cuenta de que deben dar un paso a un lado, pero ayer Pablo Iglesias nos demostró que en esto también es diferente.
- David Cobo García – Portavoz IU Alcalá de Henares y concejal de Unidas Podemos IU en el Ayuntamiento
Siempre se dice que en Madrid la derecha no gana elecciones, es la izquierda quien las pierde. La izquierda transformadora madrileña tiene opciones de victoria si se une, no es una mera hipótesis, es un hecho constatado por Ahora Madrid en 2015. Al igual que sabemos lo que sucede si se hace lo contrario, pues el ejemplo de 2019 lo tenemos reciente.
Hace un par de días todo era distinto. Todo apuntaba a que volveríamos a ir divididos en Madrid, rotos, y a un panorama desolador. El PSOE, con un candidato, Gabilondo, que me cae bien, pero es poco alentador que en un candidato sean más notables sus atronadores silencios que sus escasas intervenciones. El partido Ciudadanos, que parece derretirse por momentos y que, tras las fugas de Juan Carlos Girauta y Toni Cantó, ha perdido a sus principales intelectuales e ideólogos, por triste que esto ya de por sí sea, y que acabarán engrosando las filas de donde ideológicamente siempre estuvieron.
EL PP de Isabel Díaz Ayuso ha conseguido lo que parecía imposible, adelantar por la derecha a VOX. Eran ya sobradamente conocidas en el PP sus políticas privatizadoras, de laminación de lo público, de desmantelamiento de la sanidad y la educación, pero ahora también asistimos a un mensaje abiertamente de ultraderecha por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Un Gobierno autonómico de coalición PP y VOX en Madrid tendría pésimas consecuencias.
Hoy la situación ha cambiado notablemente, Pablo Iglesias ha movido el tablero y el proceso electoral cambia sustancialmente. Ahora la unidad de la izquierda transformadora es más factible que antes y los errores pasados, de unos y otros, han de servir para aprender de ellos y no tropezar con idénticas piedras en el futuro.
Cuando la izquierda se une, a la derecha se le quiebra la voz. Hay que remar por la unidad necesaria, construida sin imposiciones ni egos, coherente y respetuosa con los acuerdos y el programa. Unidad para fomentar el empleo y la industria, para fortalecer los servicios públicos y el derecho a vivienda, para defender el medio ambiente y acabar con todas las formas de maltrato. Unidad para poner el acento en lo importante: pan, trabajo y techo. Unidad para que el futuro deje de ser un lugar incierto y se torne en ilusionante proyecto por construir.
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Pensamos que esto de la política se está desmadrando, hay un refrán que dice ‘no la hagas y no la temas’ y claro ahora sale a la luz pública que Pablo Iglesias y Isabel Díaz Ayuso se iban de cañas juntos, ¿Y ahora no se pueden ver?. Luego salen a la calle todos y todas diciéndome, vótame, vótame y lo que teníamos que responderles botaros, botaros todos de la política.
https://www.elimparcial.es/noticia/223109/gente-y-tendencias/cuando-isabel-diaz-ayuso-y-pablo-iglesias-se-iban-de-canas-juntos.html
En la identidad del Sr. Cobo está el regreso a la época del Neandertal, es comprensible porque necesita buscar la miseria, la confrontación y el odio a los que no piensan como él para sostenerse a costa de nuestros impuestos. Estamos ya avanzados el siglo XXI y las connotaciones sociales y económicas del día a día están lejos de su “proclama”. Ya la Union Europea en septiembre de 2019 condenaba el fascismo y su ideología, por cierto prohibida en algunos países de la Unión Europea. La caída del muro de Berlin el 9 de noviembre de 1989 fue el punto de inflexión de que Europa odiaba el comunismo y apostaba por la libertad. Y es que fueron todos los que apostaron por democracia y libertad y no por comunismo, KGB o Stasi. Su demagogia barata apuesta por los recortes de la libertad, proclamando la privatización de la sanidad. Que me diga si en la Comunidad de Madrid la gente de la calle paga por ir a los centros sanitarios o los hospitales. Bien es cierto que la sanidad la pagamos todos a través de nuestros impuestos. Que no hay nada gratis, pero será mejor que haya una buena gestión, que no la que hagan los amigos del Sr. Cobo, como se ve partidario de los chiringuitos para colocar a amigos y conocidos. Eso es muy viejo, por cierto, lo hacen todos los partidos políticos, sin excepción. O pretende que la propiedad privada sea lapidada y esté en contra de las resoluciones judiciales como en desahucios o en ocupaciones ilegales, verdad, que tiramos de hemeroteca. Para ello nada mejor que intervenir el poder judicial, el único que hasta ahora puede parar el despropósito de la izquierda. Ahora nos viene con ínfulas que solo nos llevarán en la miseria y pobreza de la Comunidad de Madrid, la más próspera, la que más contribuye al IPC de España, donde se tienen mejores servicios y más calidad de vida en España. Si, ya se que todo es mejorable, pero no por usted y por su ideología, que cuando se pronuncia la palabra España les produce urticaria, pero déjese de coñas y de infantilismo. Pero claro, necesita que Madrid sea pobre y mísera, sino de ¿que va a vivir usted?
¿Sabe que Madrid es la comunidad autónoma con mayores diferencias sociales?¿Está al tanto que es la que menos invierte por habitante en educación, en sanidad y en fomentar la industrial? Supongo que usted vivirá de lujo, pero hay mucha gente de nuestra comunidad que sufre las políticas de recorte de su amado PP. Muchas palabras utiliza para decir tan poco. Es evidente que usted odia el comunismo y yo estoy orgulloso de serlo. Orgulloso de defender lo común, lo que es de todos y para todos. De ser comunista como Julio Anguita, Cayo Lara, Gerardo Iglesias, Miguel Hernández, Marcos Ana, Juana Doña, Dolores Ibárruri, José Diaz, Rafael Alberti, Pablo Picasso, José Sacristán, Gabriel Celaya, Pablo Neruda, José Saramago… para combatir la pobreza y el sistema que la genera. Combatirla, que no vivir de ella, pues yo siempre he vivido y seguiré viviendo de mi trabajo. Valiente su ignorancia parapetada tras un seudónimo.
Comparto charlas y cervezas con personas de ideologías totalmente distintas y no hay problema. Tenemos que votar a aquel que sus propuestas se acerque más a nuestros deseos de sociedad y botarle si pudiendo hacerlo, no lo cumple.