- Pilar Blasco es licenciada en Lengua española y ha colaborado en publicaciones locales en temas de actualidad política y cultural.
Si hay un lugar inhóspito, destartalado e incómodo para una concentración humana, esa es la gran explanada donde se concentran los edificios más fríos y funcionales de Madrid. Estaciones, Juzgados, torres de negocios, instalaciones del Canal, grandes avenidas, túneles… Sin embargo, y a pesar de retrasos en los cortes de tráfico, de las inconveniencias de la Delegación de Gobierno y digan lo que digan los recuentos oficiales calculados desde el dron volador sobre la multitud que horas antes de comenzar el acto nos íbamos apretando tras las vallas de seguridad, en los laterales y en el túnel de Castellana, a pesar de eso y de la media de edad de los asistentes con nuestros achaques, éramos muchísimos los que llegamos a Plaza Castilla.
Marea humana se llama en la prensa del régimen, a las manifestaciones que convocaba la izquierda en sus variantes, cuando no gobernaban ellos y las calles quedaban sucias, los contenedores volcados y los policías pateados por el jarabe democrático. Veinticincomil cuando, como en este caso, acudimos los del otro lado del muro de Sánchez a desahogar nuestra impotencia contra los atropellos diarios, la corrupción general, los desmanes y la incompetencia gubernamental. Y más cosas.
Los discursos magníficos compensaron las horas de espera, la inmovilidad de pie y demás incomodidades a cambio del bálsamo que derraman las palabras de la verdad. Las que nos confirman que no estamos equivocados y que no estamos solos. Que no es imaginación ni catastrofismo inventado lo que nos tememos y ya está ocurriendo ante nuestros ojos y oídos sin atenuantes y sin remedio. Que el sistema democrático del que tan orgullosos estábamos hasta hace poco, ha permitido que llegue la mafia al poder. Que algo se hizo mal en la estructura constitucional para que los desaprensivos, corruptos, separatistas y lo peor de cada casa se haya colado en el gobierno y las instituciones. Que cabezas pensantes muy cualificadas y mentes muy sólidas nos recuerden con hechos, datos y fechas los horrores de cada día. A saber:
Que el presidente del Gobierno de España ha levantado un muro entre los españoles a base de resucitar muertos y de manipular la historia por ley. Que en esa manipulación le han dado la vuelta a la verdad de manera que son malos los buenos y viceversa y que en ese infundio se está inoculando y mentalizando a las nuevas generaciones desde hace décadas. Que los terroristas asesinos de hace veinte años deben ser amnistiados por ley sin respeto ni piedad a las víctimas. Que los golpistas de hace solo siete, han sido indultados por ley. Que en España hay un régimen fiscal expoliador por el cual, a través de casi sesenta subidas de impuestos en seis años, nos va esquilmando nuestra economía doméstica y empresarial hasta desmontar las clases medias tan valiosas social y económicamente para la estabilidad de nuestro país. Que a la par del expolio, la clase política y los familiares y allegados del gobierno se van enriqueciendo obscenamente con el dinero público extraído. Que además del empobrecimiento derivado del abuso confiscatorio, la deuda pública aumenta diariamente en cientos de millones que nos endeudarán por varias generaciones.
Que los servicios públicos, a pesar de tanto impuesto, están cada día peor, que los trenes descarrilan y llegan tarde, que las listas de espera en sanidad son insoportables, que la educación es patrimonio del Estado, sin libertad de elección para los padres y con contenidos diseñados para el adoctrinamiento político (de la izquierda y el separatismo). Que no nacen niños españoles porque son muy caros y nadie ayuda de verdad a las familias. Que no hay vivienda, señores, que no hay dónde meterse bajo techo porque no se construye, porque se dedica el dinero a otras cosas. Porque mucha gente vive del cuento y la sopa boba a costa de los demás, si son fieles al régimen y votan lo que les mandan. Que los escándalos de corrupción diarios nos abruman y los delincuentes salen indemnes en manos de una justicia vendida al poder. Que la Justicia de verdad, la de los ojos vendados, hace días que está bajo amenaza, calumnia, descrédito y extorsión.
Protestamos en Plaza Castilla porque nos da vergüenza consentir tanta tropelía a la honradez y la moral con las manos atadas y las instituciones corrompidas o inoperantes o ambas cosas. Por estar anestesiados a base de entretenimiento vacío y embrutecedor programado para no pensar. Porque estamos desinformados a conveniencia del gobierno por medios desinformativos comprados y vendidos. Porque estamos siendo empobrecidos con limosnas estatales sin futuro. Porque nuestro dinero a va pagar sueldazos inmerecidos e improductivos, caprichos y lujos (viajes, hoteles, amantes, drogas, chalets, cochazos) de los que han trepado al poder por medios inconfesables. Porque nuestro país, con el traje de la democracia europeísta, está hermanándose con las satrapías comunistas mundiales y enemistándose con las democracias liberales. Porque el Rey es menospreciado y vilipendiado siempre que se presenta la ocasión por parte del gobierno. Porque los jueces que cumplen con la ley son perseguidos, porque la fiscalía de quién depende, pues ya está. Porque la Guardia Civil que cumple con su deber y su honor es desmontada y la sumisa corrompida, premiada, lo mismo la Policía Nacional.
Porque estamos siendo invadidos diariamente por miles de inmigrantes africanos y asiáticos, ajenos a nosotros en todos los aspectos, culturales, sociales, morales y religiosos; embarcados como ganado por mafias extranjeras y españolas con el fin de degradar nuestra cultura y modo de vida de forma deliberada y con el proyecto de abaratar la mano de obra operativa a precios humillantes. Por la sustitución demográfica que encierra todo ese entramado migratorio y que verán y sufrirán las generaciones de nuestros hijos y nietos, esos que están de aperitivo en las terrazas a la hora de las manifestaciones de sus padres y abuelos en Plaza Castilla, en Cibeles o en Colón. Esas generaciones adoctrinadas por sistemas educativos sucesivos, siempre del mismo signo y con las mismas intenciones, las que están fructificando en nuestros días y tienen cautivo el voto. Las de la indiferencia a las señales de alarma, las del complejo a ser encuadradas en la fachosfera al otro lado del muro, las de la progresía cultural a costa de sus antepasados con un presente más que incierto, pero supuestamente libres de responsabilidades y gozando de libertades pagadas. Es duro hablar así de la mayor parte de la juventud española. Y parece que el fenómeno es occidental con pocas excepciones.
Gracias a los oradores de Plaza Castilla el domingo 20 de octubre, gracias por poner su formación, su experiencia y su patriotismo al servicio de la verdad y al amparo de tanta incertidumbre y desvalimiento de los centenares de miles de españoles tan preocupados con motivos, tan angustiados y temerosos del presente y del futuro de sus familias y sobre todo del futuro de su país España. La maltratada España, la del mal gobierno, la de la traición constante de sus enemigos internos y externos. La vendida a intereses espurios por el plato de lentejas del poder y las treinta monedas del dinero de los mercaderes sin escrúpulos. La España injusta y engañosamente llamada constitucional, pues ya la Constitución nació viciada con los males de la Patria que lastraron el siglo XX, por los mismos de siempre. Gracias entre nosotros, los fieles a las plazas de Madrid y de toda España, que mantenemos la mente abierta y las ganas de enfrentar con nuestras fuerzas y medios al poder omnímodo ilegítimo y corrupto que padecemos.
Hasta la próxima, sin descanso, en cualquier plaza de España
como esclavo de jesús de A.P JESÚS DE MEDINACELI Y Maria STMA.DE LA TRINIDAD DE ALCALÁ DE HENARES,VETERANO PARACAÍDISTA, TENGO MUCHA RELACIÓN CON ESA MAGNÍFICA CIUDAD.
Gracias Pilar por despertar conciencias y por tu tenacidad trabajando y escribiendo en favor de nuestra historia y valores.
Muchas gracias Pilar. Empujando y dando ejemplo. Como tu opinamos millones de españoles.
¡Sí señor! Bravo por la autora de este artículo. Esto ya no hay quien lo soporte, es terrorismo de Estado. Vete a tu casa y déjanos en paz, Pedro!!!
Bien dicho: Hasta la próxima, sin descanso, en cualquier plaza de España. ¡Ahí estaremos!
Muy buen analisis de la situacion, pero que desgraciadamente, España esta tan anestesiada y de poco vale. Aun asi hay que seguir renando