- «En nuestra intención están presentes los nombres de todos los fallecidos y sus familias», aseguraba Reig Plá al inicio de la celebración, en torno a la una de la tarde.
Seguimiento masivo a la misa que ha celebrado el obispo de Alcalá de Henares, don Juan Antonio Reig Pla, desde la catedral complutense, el primer funeral solemne por las miles de víctimas que han perdido la vida por el coronavirus en los últimos meses.
A la apenas veintena de fieles que han podido acudir en persona por las medidas estrictas de distanciamiento social se han sumado cerca de 70.000 personas a través de internet.
En su homilía, el obispo ha leído una carta que le han enviado un grupo de monjas de Madrid, relatándole el fallecimiento de una hermana: «Esta misma semana recibí un mensaje de una congregación de religiosas de Madrid, en el que se me decía: esta madrugada el Señor ha llamado a su presencia a la madre María Pilar. Ha sido doloroso, por sus circunstancias, por el sufrimiento que ha conllevado para ella y para todos. No hemos podido estar a su lado ni hemos podido ir a su entierro. Todo esto hace que tengamos el corazón acongojado, sobrecogido».
«La pandemia ha desenmascarado al individualismo promovido por la cultura dominante. Hoy todos somos conscientes de la interdependencia de los unos con los otros. La gran respuesta de todo tipo de crisis, como la pandemia, pasa por la familia», ha asegurado el obispo durante su homilía.
Reconstruir España sobre la roca que es Cristo
Sobre la roca que es Cristo, se puede poner en pie a España. Para ello es necesario reconstruir nuestra casa desde la verdadera libertad que se enriquece con los bienes fundamentales de la persona: el respeto de la dignidad de toda vida humana desde su concepción a la muerte natural; la libertad para la educación integral de la persona sin ningún tipo de reduccionismo antropológico; recuperar la centralidad de la persona en el mundo del trabajo y la actividad humana; favorecer el deber y el derecho al trabajo, el reconocimiento de la familia como sujeto social y «sociedad soberana»; procurar el cuidado de los débiles, vulnerables y empobrecidos. Del mismo modo hay que promover el respeto exquisito de la libertad religiosa y de culto, cuidando esmeradamente los derechos y deberes de la conciencia moral, el ejercicio de la caridad política y la búsqueda del bien común. En definitiva, se trata de recuperar los grandes principios y criterios de la moral social o la llamada Doctrina Social de la Iglesia, afirmó el obispo Reig Plá en su homilía, tal y como se recoge en la web del obispado de Alcalá.
El organizador de la iniciativa, Carlos Perreau de Pinninck Domenech, afirmó que se trata de un acto completamente apolítico. «El dolor no entiende de ideologías», advertía. Por ello, en colaboración con el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig de Plá, ha coordinado esta ceremonia que ha tenido lugar en la Santa e Insigne Catedral-Magistral de los Santos Justo y Pastor de Alcalá de Henares el domingo día 3 a las 13:00h.
Para que los creyentes y no creyentes que deseasen asistir desde casa a esta celebración, los organizadores prepararon un equipo técnico de producción y emisión en directo. Debido a las circunstancias se desaconsejó acudir al lugar para presentar la misa de manera presencial, puesto que el aforo permitido es de alrededor de 20 personas.