- España y Francia advierten de que el mercado interior saltará por los aires si no se aprueba el plan.
En el Pleno del Congreso de los Diputados de ayer, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, se mostró confiado en que su plan con deuda perpetua será asumido por los miembros de la Unión Europea.
“Asumible por los socios más reticentes”, calificó Sánchez la propuesta española para financiar un plan europeo de reconstrucción. Entre otras razones, explicó, porque no necesitada de modificaciones legislativas ni trámites parlamentarios en cada país.
La Comisión Europea, presidida por Ursula von der Leyen, planteará este jueves un Programa de Recuperación de la Unión que aspira a movilizar alrededor de 1,6 billones de euros para combatir el impacto económico de la covid-19.
“Lo que antes era justo y conveniente ahora es sencillamente indispensable para que la UE merezca ese nombre y no un agrupamiento circunstancial de intereses mercantiles”, aseguró Sánchez.
En su opinión, las medidas que se adopten de del ámbito nacional para reconstruir nuestra economía pasan porque haya un gran pacto de reconstrucción europeo.
Así, pues detallando ante los grupos parlamentarios la propuesta que el Gobierno ha remitido al Consejo Europeo. En él, el presidente seguirá que los instrumentos consensuados por el Eurogrupo estén preparados para aplicarse el 1 de junio. Se trata de las líneas precautorias del Banco Europeo de Inversión y las garantías de este y el plan para el desempleo SURE.
Otra parte de la propuesta española es el cómo se financiará el plan de reconstrucción. Sánchez ha puesto sobre la mesa que se cree un fondo de hasta 1,5 billones de euros. Estaría soportado con deuda perpetua y con vinculación al presupuesto de la UE.
El presidente del Gobierno ve “cuatro ventajas indiscutibles” en su propuesta. La primera de ellas es que los Estados recibirán “transferencias a fondo perdido en vez de préstamos que solo servirían para agravar el endeudamiento masivo”.
Por la deuda perpetua, solo se pagarán los intereses
Dichas transferencias irían destinadas a financiar programas de recuperación y reconstrucción. Se trata de “a relanzar rápidamente” economías mediante la inversión en áreas clave como la transición ecológica y digital. También la autonomía industrial y tecnológica, el transporte y el turismo.
Estos fondos se distribuyeron entre países teniendo en cuenta el impacto social y económico de la crisis. Como indicadores, la propuesta señala el porcentaje de la población afectada, la caída del PIB o el incremento del paro.
La cuarta ventaja es que este instrumento ser financiado con deuda perpetua y, en consecuencia, solo se pagan los intereses. Estos pagos quedarían garantizados, en lo posible, por impuestos europeos que proporcionen a la Unión recursos propios. Sería el caso del impuesto al CO2 en fronteras o el impuesto a las transacciones financieras.
En su defensa del plan español para financiar el fondo con deuda perpetua, Sánchez sostuvo que “la UE tiene que demostrar voluntad de actuar con verdadero alcance. No podemos contentarnos con apagar el incendio sino que hay que reconstruir la casa y acoger en ella a todos”.
Por eso, adelantó que acudirá al Consejo Europeo telemático para tratar de encontrar un consenso acerca de los presupuestos europeos para 2021/2027. Unas Cuentas que, a su juicio, en estos “momentos críticos”, queda patente que en la UE precisa del mantenimiento de las dotaciones de la Política Agrícola Común. También, las asignaciones a sectores clave como la transición ecológica, la investigación y ciencia, las migraciones y el fortalecimiento de los sistemas sanitarios se vean reforzados.
La propuesta española ya cuenta con el respaldo de Italia y Francia.