- Las presiones del PSOE, PP, Ciudadanos y España 2000 forzaron el traslado de la charla organizada por el colectivo Alcalá Libre de un local cedido inicialmente por el consistorio al Centro Social 13 Rosas.
- Crónica gráfica de Noel Viñas con las caras de los asistentes difuminadas por expreso deseo de la organización.
El acto tuvo lugar con la presencia cercana de varias dotaciones de las Unidades de Intervención Policial y de un cordón de seguridad de unas treinta personas de Alcalá Libre y Plataforma Absolución CS 13 Rosas, los colectivos organizadores. Según los organizadores, Las amenazas de la extrema derecha local al evento son la razón de estas medidas.
Simón Cortés de la Plataforma de Apoyo con Altsatsu de Madrid, Iván Leszno del grupo de rap La Insurgencia y Germán, detenido en el desalojo del Centro Político Okupado La Trinchera, han contado su caso y debatido con el público sobre libertad de expresión, persecución por sus ideas políticas y la represión policial y judicial.
No han ocurrido incidentes pero antes de que comenzase el evento, en las cercanías del centro social, un grupo de ultras ha perseguido a tres personas que se dirigían al acto, según afirmaron varios asistentes al evento antirrepresivo.
Los ponentes contaron la represión y maltratos policiales sufridos, según relataron en el Centro Social 13 Rosas, y la actualidad judicial de los actos. Leszno de La Insurgencia considera que son “perseguidos” por estar organizados. Los 12 miembros de la banda fueron acusados de enaltecimiento del terrorismo, incitación al odio contra las instituciones del Estado y asociación ilícita pero finalmente la Audiencia Nacional solo les condenó por el primer delito. La pena de dos años y un día asegurará la entrada en prisión de los músicos si se confirma la sentencia, que ha sido recurrida al Tribunal Supremo.
El coloquio que siguió a la intervención de los tres hombres trató la política de dispersión que sufren los presos preventivos de Altsasu acusados de cuatro delitos de lesiones terroristas por presuntamente agredir a dos guardias civiles fuera de servicio y sus parejas en un bar. La dispersión busca “romper la solidaridad de los familiares” de los presos, según Cortés, que deben recorrer miles de kilómetros para ver a sus seres queridos en cárceles españolas o francesas.
Otro asunto discutido es la “falsa sensación” de privacidad que aportan las redes sociales. En el sumario judicial del caso de La Insurgencia consta un chat de Facebook en el que los miembros del grupo debatían sobre cuestiones musicales, según Laszno. “Facebook y Twitter son cuarteles abiertos a todo el mundo”, aseguraba.
La solidaridad es clave para “seguir adelante” ante el largo camino judicial seguido tras su detención, según Guzmán de La Trinchera aunque Cortés se inclinó por no idealizarla ya que “allí dentro estás solo”. “Quien más sufren son los padres“, ha señalado el miembro de la Plataforma de Solidaridad con Altsasu de Madrid.