- Los ‘milpiés’, al igual que sus parientes los ‘ciempiés’, poseen un cuerpo alargado compuesto de varios segmentos y patas en cada uno de ellos, explica la UAH.
El descubrimiento de la especie, que ha sido bautizada con el nombre de Guadarramasoma ramosae en honor a la investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) Marián Ramos, ha sido publicado en la revista especializada en el hallazgo de nuevos géneros para la ciencia ‘Zootaxa’.
En el caso del Guadarramasoma ramosae, es una especie que posee hábitos detritívoros, es decir, se alimenta de detritos o materia orgánica en descomposición, y la reducción de sus ojos y una mayor gracilidad de su cuerpo podrían responder a cierto grado de adaptación a la vida subterránea.
El contexto ecológico en el que ha sido hallada, el medio subterráneo superficial, demuestra que el mundo de lo subterráneo no es privativo de las cuevas y simas y que existen multitud de espacios subterráneos que albergan vida, señala el comunicado.
Guadarramasoma ramosae está presente de forma numerosa en el subsuelo de diferentes sectores del Parque Nacional, de Cuerda Larga a los Altos de la Morcuera, los Montes Carpetanos -especialmente en el entorno de Peñalara- y en el cordal de la Mujer Muerta, lo que evidencia de que no se trata de una especie rara.
El comunicado hace hincapié en la necesidad de ampliar el foco de estudio a estos espacios subterráneos, que albergan gran número de especies aún por descubrir y otras, asociadas a las oquedades que existen en las profundidades de los canchales o a los depósitos glaciares de estas montañas, que aún se están estudiando.
Este descubrimiento se ha realizado en el contexto del proyecto de investigación “Estudio de la diversidad y distribución de las especies animales residentes en el Medio Subterráneo Superficial de enclaves de Alta Montaña (P.N. de la Sierra de Guadarrama)”, coordinado por Vicente M. Ortuño, profesor de Zoología de la UAH.