- El Real Jardín Botánico Juan Carlos I se consolida como referente científico y patrimonial al incorporar la mayor colección privada de maderas de España.
- Fotos de la UAH y otros
El lunes 20 de octubre, el Real Jardín Botánico de la Universidad de Alcalá abrió oficialmente las puertas de la Xiloteca Manuel Soler, un espacio único en su género que amplía la ya notable colección de maderas que alberga el recinto complutense. El acto contó con la presencia del rector, José Vicente Saz; el director del Jardín Botánico, Manuel Peinado; y un representante de la familia de Manuel Soler, el marino, coleccionista y divulgador cuya pasión por la madera ha terminado convirtiéndose en legado científico y cultural.
La inauguración culmina un proceso iniciado en 2023, cuando el Jardín Botánico complutense se convirtió en el primero de España en disponer de una xiloteca: una instalación dedicada a la conservación, estudio y exposición de muestras de madera. Ahora, con la incorporación de la colección particular de Soler —la mayor del país—, la Universidad de Alcalá pasa a custodiar más de 7.500 muestras catalogadas de especies leñosas procedentes de todo el mundo, lo que la convierte en la xiloteca más completa de la Península Ibérica, superando a las registradas en España y Portugal.
Una enciclopedia de la madera
El término “xiloteca” procede del griego xýlon (madera) y thēkē (armario o depósito). No es una simple colección, sino una auténtica biblioteca de maderas, ordenada y documentada con criterios científicos. Cada pieza —una tablilla o bloque de unos centímetros— está acompañada de su nombre común y científico, su procedencia geográfica y sus características anatómicas. Muchas de ellas incorporan códigos QR que permiten acceder a información adicional, fotografías microscópicas o esquemas de identificación.
Las xilotecas son fundamentales en el ámbito de la anatomía vegetal, la botánica aplicada y la investigación forense o patrimonial. Sirven para determinar la identidad de una madera desconocida, estudiar su durabilidad, verificar su origen o documentar especies protegidas. En la práctica, funcionan como un “archivo del bosque”, una memoria física del planeta leñoso.
La colección Manuel Soler llega a Alcalá con más de 6.500 piezas reunidas a lo largo de varias décadas por su autor, que recorrió medio mundo como marino mercante y amante de la naturaleza. Su meticulosidad y curiosidad lo convirtieron en un referente entre los coleccionistas y divulgadores del mundo de la madera. Tras su fallecimiento, su familia y la Universidad acordaron depositar el conjunto en el Real Jardín Botánico complutense, donde ha sido inventariado, tratado y digitalizado por el equipo del profesor Peinado.
Con su incorporación, la xiloteca de la UAH alcanza más de 7.500 muestras y se equipara a los grandes bancos de referencia europeos. De ellas, unas 4.500 están normalizadas conforme a los estándares de la International Wood Anatomist Association (IAWA), lo que facilita su consulta comparada con colecciones internacionales.
Ciencia, patrimonio y divulgación
El Real Jardín Botánico Juan Carlos I no solo amplía su fondo científico, sino que gana una nueva herramienta de divulgación. El recorrido expositivo de la Xiloteca Manuel Soler está pensado tanto para especialistas como para el público general. Las vitrinas muestran maderas de todos los continentes, agrupadas por familias botánicas y regiones biogeográficas. Junto a ellas se exponen objetos elaborados en madera —herramientas, utensilios, instrumentos— que ilustran los usos culturales y económicos de este material universal.
“Queremos que sea un espacio vivo, donde la ciencia y la emoción se encuentren”, ha explicado en diversas ocasiones Manuel Peinado, director del Jardín Botánico. “La madera no es solo un recurso industrial; es historia natural, arte y memoria de los pueblos. Cada tablilla encierra un viaje, un clima, una forma de vida”.
El proyecto se completa con una biblioteca especializada, que reúne monografías, catálogos, tratados de carpintería, arte y biología vegetal. Además, el equipo técnico ha desarrollado una base de datos digitalizada que permite buscar especies por nombre, densidad, color, uso o procedencia, y que será accesible desde el portal del Jardín Botánico.
Para el rector José Vicente Saz, esta ampliación “refuerza la vocación científica y divulgativa de la Universidad de Alcalá, y convierte a la institución en un referente nacional en el estudio de los materiales naturales y la sostenibilidad”.
Un legado para Alcalá y para la ciencia
La inauguración de la Xiloteca Manuel Soler no es solo una buena noticia para la comunidad universitaria, sino también para la ciudad de Alcalá de Henares, que suma un nuevo espacio singular a su ya extensa oferta cultural y científica. En palabras de Peinado, “pocas ciudades europeas pueden presumir de tener una xiloteca de primer nivel junto a un Jardín Botánico histórico, un campus Patrimonio de la Humanidad y una universidad con casi cinco siglos de historia”.
El acto de apertura incluirá una visita guiada por las nuevas instalaciones, durante la cual los asistentes podrán contemplar piezas exóticas de gran belleza y rareza: maderas de ébano, palo rosa, caoba, teca, arce, olivo o cedro del Líbano, entre muchas otras. Algunas proceden de árboles desaparecidos o en peligro de extinción, lo que confiere al conjunto un valor testimonial excepcional.
La familia de Manuel Soler ha agradecido públicamente la acogida de la Universidad y el trabajo de conservación realizado. “Sabemos que este era su deseo: que su colección sirviera para enseñar, investigar y admirar la diversidad del mundo natural”, señaló uno de sus hijos en declaraciones a los medios.
La nueva xiloteca se integra así en la red de espacios de investigación y educación ambiental del Real Jardín Botánico Juan Carlos I, junto al herbario, el arboreto y las colecciones vivas que ya forman parte del recinto. Con esta ampliación, Alcalá de Henares se consolida como centro de referencia en el estudio de la biodiversidad vegetal, uniendo ciencia, patrimonio y memoria.
La historia de la madera es también la historia del ser humano. Desde las herramientas prehistóricas hasta los instrumentos musicales o los muebles más finos, la madera ha acompañado todas las civilizaciones. Que hoy, en pleno siglo XXI, un jardín botánico universitario decida conservar, estudiar y exponer ese legado, dice mucho sobre la manera en que entendemos el conocimiento: no como una reliquia, sino como una raíz viva.
Y en ese sentido, la Xiloteca Manuel Soler no solo amplía una colección. Amplía nuestra mirada sobre la naturaleza.


















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