- Como en años anteriores el encierro discurrió desde el Corral de la Sinagoga por la calle Mayor hasta llegar a la remozada plaza de Cervantes.
Crónica gráfica de Pedro Enrique Andarelli
Este sábado 31 de agosto , penúltimo día oficial de las Ferias y Fiestas 2019, a las 12 horas y “si el tiempo no lo impide y con permiso de la autoridad” la empresa “Peña los Jardineros” anunciaba un “grandioso acontecimiento taurino en la “Plaza de Toros Capilla del Oidor”.
“Se picará, se banderilleará y será muerto a estoque o no, quien sabe, un toro bravo de la acreditada ganadería de Santa Rosa de Lima de Alcalá de Henares, con la divisa verde y blanca a cuadros por los famosos matadores aún por confirmar, pero habrá lidia», se anunciaba en el cartel. Finalmente el toro fue indultado, entre el regocijo del público.
Tras un multitudinario arranque desde el Corral de la Sinagoga, el ‘encierro’ discurrió por la adoquinada calle Mayor entre las terrazas de los bares y llegar hasta la remozada Plaza de Cervantes, donde pequeños y mayores se divertían esquivando las envestidas de las reses.
Una vez en la casa consistoral, antiguo convento de Agonizantes, convertido en improvisada capilla, matadores y matadora encomendaron su suerte a San Bernado, antes de realizar el ‘paseillo’ hasta la Capilla del Oidor, donde se celebró la lidia bajo un sol inclemente que no desanimó a la afición congregada, y en la que no faltó incluso un jardinero espontáneo.