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Durante el mes de julio se produjo el segundo ataque, con el robo de la placa en la que se recuerda la razón de ser de este memorial.
El monumento, que fue inaugurado el 5 de mayo en recuerdo de las personas allí fusiladas a partir de 1939 por la recién instaurada dictadura franquista, ya ha sufrido tres agresiones por parte de grupos de extrema derecha contrarios al recuerdo, a la memoria, a la justicia y, en definitiva, contrarios a la democracia.
El primer ataque se produjo el 19 de mayo, con pintura negra y simbología fascista en todos los frentes de ladrillo del monumento, así como en la placa conmemorativa. La rápida intervención del Ayuntamiento y sus servicios de limpieza pudieron borrar, en la medida de lo posible, los efectos de los intolerantes.
Ahora, en apenas tres meses desde su inauguración, se ha producido el tercer ataque. En esta ocasión con pintura blanca y, si cabe aún, los mensajes son aún más hirientes contra la memoria de los que allí murieron en defensa de la democracia. Ahora, con pintura blanca, los intolerantes, los herederos ideológicos del franquismo, no actúan de cara y se refugian en ataques contra los políticos en general y claman en sus pintadas por la “reconciliación”. “Un auténtico dislate en una tierra donde dejaron su vida personas que defendieron la libertad”, para la Asociación.
Por desgracia, en Alcalá este tipo de ataques a la memoria ya se han sucedido en el pasado. Sin ir más lejos, la placa en recuerdo a la víctimas de la explosión del polvorín de Alcalá y la posterior represión ha sido destrozada ya en dos ocasiones.
“Hasta ahora la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de Henares no hemos querido dar publicidad a hechos que queríamos considerar como ataques aislados, fruto de grupúsculos intolerantes minoritarios. Pero no, es mucho más y es tiempo de alzar la voz. Se sienten fuertes, arropados e impunes”.
Por la libertad, la democracia, la justicia, la memoria instamos a los poderes públicos a perseguir y castigar a los culpables, a los que nos quieren devolver a tiempos oscuros de nuestra historia.
“Este lugar, el antiguo campo de tiro de El Val, fue lugar de ejecución de presos de la dictadura franquista en 1939. Su principal delito había sido defender la democracia republicana en España. Para que su sacrificio no sea olvidado, aquí les honramos, porque la memoria traicionada mata dos veces al hombre. Alcalá de Henares, 5 de mayo de 2018”.
Vamos, era previsible que un monumento abandonado en el campo y a merced de los vándalos, sufriera ataques así. Y los que quedan. Ni siquiera una verja para protegerlo. Eso sí, la Cruz del Siglo no recibe tanta limpieza.