- Sus tres categorías valoran dos aspectos. Por un lado, la innovación en el campo de la ingeniería, siguiendo la estela de la carrera profesional de Rodolfo, y por otro los valores de convivencia, como homenaje colectivo a todas las víctimas del terrorismo.
- El viernes 10 de marzo el Paraninfo de la Universidad de Alcalá acogió la ceremonia de la entrega de los XIII Premios Anuales de la Fundación Rodolfo Benito Samaniego.
En esta edición el Premio Individual Valores de Convivencia recayó en el voluntario y filántropo español Paco Arango, presidente y fundador de la Fundación Aladina cuyo objetivo es prestar apoyo integral a los niños y adolescentes enfermos de cáncer.
El Premio Colectivo Valores de Convivencia correspondió a la Unidad Militar de Emergencias, compuesta por personal del Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire y Cuerpos Comunes dedicada a ofrecer una rápida respuesta a cualquier tipo de emergencia.
El Premio a la Innovación Tecnológica fue para Andrea Escudero Palmeiro, por su proyecto “Diseño de una planta de biogás para una explotación ganadera media en Galicia”. El jurado concedió dos menciones honoríficas, ex-aequo, para Juan Martín Llorente Díaz por su proyecto “Silla de ruedas con suspensión, freno y capota” y para Andrés Sebastián Herrera por su proyecto “Hacia una tecnología termosolar Fresnel más eficiente y competitiva: Implementación de innovadoras estrategias de operación en un diseño de planta alternativo”.
Durante el acto el joven violinista Tobías F.Borkel que interpretó el tema principal de la Lista de Schindler de John Williams, Sarabanda, de Johann Sebastian Bach y My way de Claude Francois.
Como entidad que aspira a dirigirse a la sociedad, la instauración de unos premios anuales se presenta como un medio eficaz a través del cual transmitir el mensaje de la fundación, señalando personas y entidades ejemplares, trayectorias concretas que merecen ser reconocidas, observadas y seguidas, que sirvan de guía e inspiración al conjunto de la sociedad.I nspirados por la memoria de Rodolfo, los premios se definen, en su origen, en dos ámbitos concretos. Por una parte, la innovación y desarrollo en el campo científico tecnológico, en el que Rodolfo desarrolló su carrera profesional; por el otro, la promoción de valores de convivencia como la paz, la solidaridad, la libertad o la democracia, valores que él atesoraba.
La fundación considera el compromiso del individuo y la iniciativa personal factores que a menudo se han demostrado de gran valor para producir avances sociales que profundizan en la convivencia pacífica y el entendimiento entre las personas.
Paralelamente a este factor dinamizador, el ser humano ha demostrado su capacidad para asociarse, conjugando esfuerzos y capacidades para articular una acción común capaz de abordar cuestiones inmanejables para el individuo. La capacidad de integración en una causa compartida anteponiendo los objetivos del colectivo a los intereses personales es una característica humana que merece ser recordada y cuidada.
La fundación cree firmemente en la necesaria conjugación de ambos factores en la sociedad. Una sociedad capaz de alumbrar, apoyándose en una educación eficaz y una información fiable, ciudadanos comprometidos, librepensadores, coherentes en su actuación particular y a la vez capaces de asociarse y trabajar en común para conseguir un modelo de convivencia pacífico, justo e igualitario. Más humano.