- El acusado, para el que la Fiscalía ha solicitado una pena de catorce años y medio de prisión por tentativa de asesinato con la agravante de parentesco y allanamiento de morada, relató su versión de los hechos este jueves 19 de mayo ante la Sección 26 de la Audiencia Provincial de Madrid.
Carlos Jesús B.S. ha confesado que el día 28 de abril de 2015 se coló en la casa de su expareja , Concepción M.G., con la que mantuvo una relación durante 19 años, hasta diciembre de 2014, y con la que tiene una hija en común de seis años.
El acusado ha explicado que accedió al domicilio de la víctima situado en la calle de Rafael Alberti de Alcalá de Henares para recoger “un par de chorradas” que ella no le había devuelto tras poner fin a la relación.
“Me colé trepando la valla que daba al patio de la casa. Sabía que no había nadie“, ha sostenido, antes de añadir que cuando escuchó las llaves y se percató de que Concepción había vuelto se dio cuenta de que “la había cagado“.
Fue entonces, según el acusado, cuando se escondió, pero su expareja le vio y se llevó “un susto enorme” y comenzó a gritar.
“Yo estaba muy nervioso“, ha continuado Carlos Jesús, que ha añadido: “Entonces cogí el cuchillo que había visto que estaba en la encimera de la cocina con la intención de, alguna forma, acobardarla y que se callara pero entonces ella lo que hace es engancharse al cuchillo y ahí ya empieza todo“.
El acusado ha manifestado no recordar bien los cortes que le asestó a la víctima, pero que en un momento dado se dio cuenta de que aquello era “una barbaridad” y la dejó marcharse.
Con un cuchillo japonés
En contra de la versión de los hechos expuesta por el acusado, Concepción ha sostenido en su declaración como testigo que su expareja le estaba esperando ya con el cuchillo en la mano, de 18 centímetros de hoja, cuando entró en el domicilio.
Esa mañana, salió a las 8.45 para llevar a su hija al colegio. Tardó media hora antes de regresar a su domicilio. Cuando llegó a su casa, se lo encontró oculto en el salón y con un cuchillo japonés de 18 centímetros.
“No me dijo nada. Me dio un puñetazo y caí de espaldas. Ya me caí en el suelo. Tenía un cuchillo en la mano. Lo primero me que cortó fue la boca y me dijo cállate. Intentó cortarme el cuello y después vi que la única opción era salir por la puerta de la calle. Me arrastre mientras me seguía cortando“, ha detallado la mujer, quien ha declarado tras un biombo.
Pese a evitar en un principio el contacto visual con su agresor, la víctima ha tenido que acercarse al tribunal para mostrar las cicatrices de las puñaladas.
A escasos metros de su expareja , ha mostrado las marcas que tiene en la comisura de los labios y detrás del cuello. Tras ello, ha ido directa a la puerta de salida de la sala de audiencias, evitando mirar a su expareja que sí seguía sus pasos desde el banquillo de los acusados de la Sección 16 de la Audiencia Provincial de Madrid.
“Pude abrir la puerta pero él me cerró la puerta en la mano”, ha agregado la mujer, quien desde entonces está de baja dado que sufre importantes secuelas consistentes en cicatrices, alteraciones de la movilidad y síndrome de estrés postraumático, según las conclusiones de la Fiscalía, algo que ha confirmado ella misma este jueves durante la vista oral, así como los forenses que han declarado como peritos.
Visto para sentencia
El acusado fue detenido el mismo día de los hechos cuando se estaba deshaciendo de las ropas ensangrentadas y se encuentra desde entonces en prisión provisional.
- Uno de los policías que participó en la detención ha contado al tribunal en su declaración como testigo que cuando se acercaron a Carlos Jesús este comenzó a decir: “Se me ha ido la pinza”.
El juicio ha quedado visto para sentencia después de que las partes hayan elevado sus conclusiones a definitivas.
- La defensa ha afirmado que el acusado no tenía “ánimo de matar” por lo que ha estimado que en su caso debe ser condenado solo a un año
Los hechos juzgados ( El Mundo 28/04/2015 )
“Concepción M., de 44 años, corrió ayer por la mañana por la calle Rafael Alberti de Alcalá de Henares pidiendo auxilio a gritos. «Me quiere matar, me quiere matar», chillaba. Su ex marido la perseguía armado con un cuchillo de cocina tratando de rematarla tras rajarle la comisura de los labios y apuñalarla en el cuello, según la Jefatura Superior de Policía y el 112.
La mujer consiguió la ayuda de varias personas que la protegieron mientras el hombre se metió en su coche y emprendió la huida. Fue detenido poco después por los agentes del CuerpoNacional de Policía bajo la acusación de un presunto intento de homicidio.
El arrestado, Carlos Jesús B. S. de 44 años, estaba en proceso de separación de Concepción. La mujer no había puesto ninguna denuncia contra él y por lo tanto no existía orden de alejamiento.
En el entorno familiar de la pareja nadie podía adivinar lo que sobrevino en la mañana de ayer. La separación de ambos había sido tensa pero no había desatado ninguna alarma ante una posible conducta violenta del marido ahora apresado.
No se sabe lo que ocurrió pero el caso es que ayer Carlos Jesús siguió a su ex mujer cuando ésta llevó a la hija de ambos a un colegio cercano donde estudia. Eran las 09.30 horas.
El hombre la vigiló de cerca y luego subió al piso. La mujer le abrió sin sospechar lo que iba a pasar. Allí se desató la tragedia. Discutieron por motivos que se ignoran y la mujer le pidió que se fuera de la casa, según la Policía.
En vez de marcharse Carlos Jesús se dirigió a la cocina y cogió un cuchillo de gran tamaño. Se lanzó a por la mujer y la rajó la comisura de ambos labios. También la asestó otra puñalada en el cuello.
Concepción logro pararle y se cortó en las manos al coger la hoja de acero entre sus dedos. Luego, salió corriendo hacia la escalera mientras el hombre salía detrás. La mujer no paró. Salió a la calle y cruzó hasta un parque situado frente a su casa.
Mientras corría gritaba: «Auxilio, auxilio, socorro, me quiere matar». Varios transeúntes se sobresaltaron y se lanzaron a defender a la mujer. Su ex marido le seguía blandiendo en su mano derecha el cuchillo aún ensangrentado. El hombre retrocedió y caminó hasta su coche. Antes tiró el cuchillo en una zona ajardinada. A continuación se metió en el vehículo y huyó de la zona.
Los vecinos lograron retener la numeración del coche y cuando llegaron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local les dieron rápidamente la matrícula y las características del vehículo.
Cinco minutos después localizaron al supuesto homicida dentro de su coche con las manos aún llenas de sangre. Fue detenido y conducido a la comisaría de Alcalá de Henares.
En el desplazamiento a las dependencias policiales explicó que no sabía lo que le había ocurrido. «Se me ha ido la cabeza, no se lo que me ha pasado. Estoy arrepentido», señaló a los agentes que le custodiaban.
Mientras tanto, una ambulancia del Summa se dirigió a la calle de Rafael Alberti esquina con la calle de Mario Vargas Llosa para atender a la mujer.
Según el Summa, la víctima tenía una herida de arma blanca en el cuello de unos cinco centímetros, un corte en la cabeza y la comisura de los labios rajada en ambos extremos. Salvo complicaciones su estado no era grave. Asimismo, tenía cortes en las manos al intentar parar una de las cuchilladas.
Tras la agresión los agentes del Cuerpo Nacional de Policía peinaron la zona verde donde el agresor tiró el arma. Con ayuda de una desbrozadora y de los operarios del Ayuntamiento de Alcalá de Henares lograron encontrar el arma homicida. El cuchillo aún tenía restos de sangre. Fue requisado por los agentes de la Policía Científica y trasladado a la comisaría.
La hija de la pareja quedó ayer custodiada por la familia de la mujer. La víctima podría recibir mañana el alta médica.”
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