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La mujer, de 56 años, recibió ocho puñaladas la madrugada del miércoles. Las primeras hipótesis apuntan a que el hijo, de 24 años, pudo sufrir un brote psicótico.
El pasado miércoles 28 de junio, la vecina localidad de Daganzo de Arriba amanecía conmocionada por un suceso sin precedentes en sus calles. La calma de un barrio residencial se vio interrumpida en la madrugada por las sirenas de los servicios de emergencia. En el número 1 de la calle del Gallardo Español, Mariví había sido asesinada, presuntamente, a manos de su hijo de 24 años, quien había asestado ocho puñaladas a su madre, de 56 años, y también herido a su padre.
Según relataba El ESPAÑOL, “No era el típico chaval que estaba con los amigos para arriba y para abajo. Pasaba mucho tiempo con su padre, se les veía arreglando el jardín y eso. Parecían muy familiares”, comenta una vecina de la familia.
De hecho, Lorenzo y Lucas iban juntos al gimnasio del polideportivo que tenían cerca de casa. “Lorenzo y Lucas estaban muy unidos”, comenta otra vecina consultada, que define al padre como “un amor de persona”. Lucas, en cambio, es todo lo contrario. “No se parece a su padre en eso”.
Ninguna de las fuentes consultadas ha sabido decir a qué se dedicaban los implicados en el suceso, aunque sí que destacan la pasión de Lorenzo y Mariví por las motos, como se puede apreciar en la fotografía que abre este texto.
La primera llamada de aviso a Emergencias se produjo a las 01:50 horas del fatídico día de autos. De manera inmediata, se movilizaron la Guardia Civil, la Policía Local y el SUMMA 112. A la llegada de los sanitarios, la mujer ya había fallecido. El arma homicida es un cuchillo de cocina, según informó la Benemérita.
Los sanitarios también atendian a Lorenzo, marido de la víctima, de 69 años, que había sufrido una herida por arma blanca en el abdomen y una fuerte crisis de ansiedad con todo lo sucedido.
Un equipo de psicólogos se trasladó hasta el lugar de los hechos para estar con él. El padre era ingresado con pronóstico leve en Hospital de Torrejón de Ardoz, aunque en la tarde de ese mismo miércoles era dado de alta.
Lucas, el hijo de la pareja fue detenido por lo sucedido y trasladado al Hospital Gregorio Marañón con pronóstico leve con heridas de arma blanca en ambas mano, era ingresado en el bloque psiquiátrico y custodiado por la Guardia Civil, según ha informado el propio cuerpo armado.
La Benemérita también ha informado de que el presunto asesino se encontraba en “tratamiento médico”, lo cual casa con los testimonios de los vecinos, que lo definen como un joven “distante” y “callado”.
Además, tenía antecedentes por dañar 40 vehículos del municipio hace un año, según informa el cuerpo armado. “Un día se le debió ir la cabeza y empezó a rayar coches con un punzón. Y otra vez, durante las fiestas, se puso a romper retrovisores”, comenta un veterano hostelero del pueblo. Este relato ha sido corroborado por varios vecinos.
Desde el pasado miércoles a las 12:30, Daganzo de Arriba ha permanecido de luto oficial durante tres días. Las banderas del Ayuntamiento han ondeado a media asta por este suceso que está en boca de todos los vecinos.
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