- El cuadro tiene todas las formas del manierismo reforzado de estética florentina.
La pintura de notable proporciones, 167 x 115,5 cm., representa a San Diego que por entonces residía en el convento de Ntra. Sra. de Loreto en Sevilla. Cierto día emprendió el camino hacia Sanlúcar de Barrameda acompañado de otro franciscano que durante el camino se sintió desfallecer y el Santo pidió ayuda al Cielo, efectivamente poco mas adelante hallaron pan y pescado con una naranja y vino envuelto todo en un paño traído por ángeles.
Además de un dibujo muy cuidado, la figura de San Diego ocupa el centro de la obra y alrededor de ella se distribuyen en el espacio los demás personajes sin restarle en ningún momento protagonismo. De hecho, todos los gestos de estas están perfectamente estudiados para dirigir la mirada del espectador hacia el Santo.
Procede de la colección Granados y anteriormente estuvo en EE.UU en la colección de Paul Rosenthal.
Bartolomé Carducho (1560-1608) es una figura esencial para comprender la evolución de la pintura madrileña del siglo XVII. En su pintura deja muy a las claras su formación toscana, cuya base es el dibujo. También en ella se aprecia la influencia del llamado manierismo reformado, en el que la claridad narrativa es primordial a la hora de concebir las escenas de su pintura.
Esta obra viene a enriquecer la colección de la Sociedad de Condueños que cuenta en su Sala Histórica con las dos únicas obras que permanecen
en Alcalá del periodo Cisneriano, la composición de Pedro Castañeda que representa la imposición de la casulla por la Virgen a San Ildefonso y la copia del cuadro de Cajés del pintor de la Universidad D.J. Madrid representando al Cardenal Cisneros y fechado en 1629. Asimismo entre los fondos de la Sociedad está el único retrato del Cardenal realizado en ultramar en el periodo colonial y obras de Eduardo Chicharro, Juan José de Castro y José Caballero, ésta última adquisición supone un salto de calidad en las obras pictóricas que se conservan en la ciudad.