La relación del ser humano y el medio ambiente desde el ámbito de las humanidades

Los estudios ecocríticos trabajan en y desde la enseñanza por un desarrollo sostenible de la Tierra. No solo educan sobre nuestro entorno, sino que ayudan a preservar la vida de las otras especies y a su vez nuestra misma vida en el planeta Tierra. La ecocrítica es pues un estudio interdisciplinario donde las ciencias convergen en un mismo plano y en un similar caudal educativo.

Foto remitida por la Universidad
  • Como afirma Montserrat López, coordinadora del Grupo GIECO, ‘la crisis medio ambiental por la que estamos atravesando viene siendo anunciada desde hace muchas décadas y el mensaje parece no pasar al público en general.

El Grupo de Investigación en Ecocrítica y Humanidades Ambientales (GIECO) de la Universidad de Alcalá fue fundado en 2006 por la Doctora Carmen Flys Junquera. Tiene su sede en el Instituto Universitario de Investigación en Estudios Norteamericanos ‘Benjamin Franklin’ de la Universidad de Alcalá, siendo el primero y único en España dedicado totalmente a la Ecocrítica y las Humanidades Ambientales. El grupo consta de 20 profesores e investigadores de varias filologías (hispánica, francesa e inglesa) y otras áreas de conocimiento dentro de las humanidades, pertenecientes a diversas universidades españolas y extranjeras. 

 Este grupo pretende abordar el estudio de las relaciones entre los seres humanos y el medio ambiente desde el ámbito de las humanidades. Dichas relaciones se entienden de manera más específica como una más de las expresiones culturales de un pueblo. En este sentido hay que señalar que el punto teórico de partida, la ecocrítica, nació como una rama más de la crítica literaria que, junto a la filosofía, pretendía analizar los valores, representaciones y comportamientos con respecto a la naturaleza y al medio ambiente en dichas expresiones culturales. La investigación, por tanto, se centrará en las literaturas en lengua inglesa, castellana y francesa, al igual que en el cine, arte u otros medios de expresión cultural. Asimismo, abarcará el estudio de las relaciones entre los seres humanos y no humanos desde puntos de vista filosóficos.

Así pues, el grupo GIECO es muy diverso, pero con un interés común que se ha plasmado en sus resultados de investigación. Está repartido por toda la geografía española, pero se reúne al menos una vez anualmente en seminarios específicos para desarrollar proyectos comunes. Este grupo también es el centro de formación de doctorandos, como algunos de sus miembros que ya han defendido su tesis en el seno del grupo. El grupo también tiene miembros y contactos con investigadores extranjeros, especialistas en la ecocrítica, que se traducen en intercambios de conferencias, estancias de investigación, etc.


Sus líneas de investigación se centran en

  • Ecocrítica: teorías, métodos y debates.
  • Humanidades ambientales: desarrollo y debates.
  • Filosofía y teorías críticas y su aplicación al análisis textual (ecofeminismo, zoocrítica, materialismo ecocrítico, ecoposcolonialismo, poshumanismo).
  • Pensamiento, identidad y diversidad cultural en la percepción de la naturaleza.
  • Representaciones de la naturaleza en la literatura y otros discursos y medios artísticos. Entre ellos, literatura popular o juvenil, cine, música, etc.
  • La naturaleza como alteridad: la relación de la naturaleza con otros grupos marginados (indígenas, grupos poscoloniales y étnicos, animales, etc).
  • Ética ambiental. Concienciación, activismo y justicia medioambiental en las humanidades, particularmente su reflejo en las manifestaciones culturales.
  • Ecotraducción, ecolingüística y etnolingüística

Sus líneas de investigación han ido incrementándose a lo largo de los años, introduciendo todas aquellas novedades que iban apareciendo en el campo de la Ecocrítica y de las Humanidades Ambientales. Prueba de ello es la publicación de ensayos sobre temas de gran transcendencia en el campo. La colección CLYMA, especializada en estudios de Ecocrítica literaria y académica, recoge perfectamente todas estas discusiones y avances.

El libro Ecocríticas. Literatura y Medio ambiente, publicado en el 2010, ha sido su buque insignia, ya que es la primera monografía de este campo en nuestro país y también son pioneros en la creación de Congresos y Seminarios sobre el tema.

La principal innovación de este grupo es la de haber introducido los estudios ecocríticos en España. A lo largo de estos últimos 15 años de investigación, la Ecocrítica y las Humanidades Ambientales se han ido asentando en nuestro país. Ahora gozan de un mejor reconocimiento en el mundo académico y este grupo ha contribuido en gran medida a hacer que esto fuera posible. Prueba de ello, son la cantidad de publicaciones, seminarios y congresos que van emergiendo a lo largo y ancho de nuestro territorio.

Editan la revista Ecozon@ que nació también con este objetivo, el de dar difusión a los investigadores más reconocidos, sin olvidar por ello a los más jóvenes y haciéndolo posible en cinco lenguas (español, inglés, francés, alemán e italiano). Es una de las mejores revistas en este campo y la única que ofrece esta posibilidad.

La Ecocrítica nació con vocación de incorporar las preocupaciones medioambientales al mundo de las Humanidades, de manera que, aunque en un principio se vinculó con la literatura, no debe interpretarse únicamente en clave literaria ya que con el tiempo se ha convertido en un movimiento interdisciplinar que agrupa a críticos, filósofos, historiadores, geógrafos, antropólogos, especialistas en estudios literarios y culturales, ecofeministas y artistas, entre otros.

Como afirma Montserrat López, coordinadora del Grupo GIECO, ‘la crisis medio ambiental por la que estamos atravesando viene siendo anunciada desde hace muchas décadas y el mensaje parece no pasar al público en general. El mensaje de los científicos, que tienen la misión de advertir con sus estudios y conclusiones a la población de un peligro como el que acecha a las futuras generaciones de este planeta, no llega siempre a todo el mundo, ya que sus artículos u obras científicas desgraciadamente no son leídos por la mayoría de los mortales, quedando restringidos a una pequeña parte de la población. Las Humanidades, sin embargo, por ser precisamente las disciplinas que mejor analizan y conocen el comportamiento humano, son cruciales para entender estos mensajes y a través de las manifestaciones culturales, influir en esas actitudes hacia medio ambiente’.

Así, la Ecocrítica (y las Humanidades Ambientales), sirven de vehículo para acercar esta realidad a muchos más lectores y contribuye a dar una buena educación ambiental, logrando así dos de los propósitos ecocríticos: fomentar la protección del medio ambiente, la flora, la fauna; y lograr que el ser humano mantenga su «Gran Casa» en orden y equilibrio. ‘Estamos ante un nuevo tipo de crítica cultural cuyo sello de identidad es el de ser la extensión de la ecología por el terreno de las humanidades. Acercar esta realidad a los estudiantes debería de ser obligatorio en cada una de sus asignaturas. Los valores relacionados con el cuidado planetario como la conservación, el consumo responsable y el desarrollo sostenible se transmiten perfectamente a través de la ecocrítica’,  asevera Montserrat.

 

 

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