- Desde VOX Alcalá celebramos el regreso de los festejos taurinos a nuestra ciudad.
Decía Federico García Lorca, vilmente asesinado en nuestra contienda fratricida, al igual que grandes escritores como el dramaturgo Muñoz Seca o el escritor Ramiro de Maeztu, y que algunos se empeñan en seguir poniendo de actualidad, que los toros son la fiesta más culta que hay en el mundo y que el toro es la mayor riqueza poética y vital de España.
Mostramos nuestra satisfacción con la aprobación por la Junta de Gobierno en su sesión de 31 de julio de la celebración de una corrida de toros, un festejo de rejones y un concurso de recortes los días 28, 29 y 30 de agosto en Alcalá de Henares.
Ya en el pasado mes de septiembre, VOX Alcalá presentó una moción al Pleno relativa a la adopción de medidas efectivas para asegurar corridas de toros, encierros y otros festejos taurinos durante la ferias y fiestas de Alcalá de Henares, siempre presentes en la historia y tradición de nuestra ciudad, desde sus inicios en la antigua Plaza del Mercado, hoy de Cervantes.
Alcalá de Henares llegó a convertirse en una ciudad taurina de primera magnitud a la que llegaba gente de toda la comarca y de la Capital, favoreciéndose el comercio local y generándose importantes ingresos para la ciudad y para los alcalaínos, y cita obligada de las primeras figuras del toreo y cronistas de la época.
Se trata ni más ni menos que de dar cumplimiento al contrato en régimen de concesión suscrito por el Ayuntamiento en tiempos del que fuera Alcalde de Alcalá, Bartolomé González, con una duración excesiva, que se extenderá hasta el 2048, con la empresa “Taurina Alcalaína, S.L.” para la gestión de la Plaza de Toros.
Desde el año 2016, se está privando a la mayor parte de los alcalaínos de sus festejos taurinos. Es una cuestión de libertad. El que quiera ir a los toros y le gusten, que vaya, y al que no le gusten, que no vaya.
Pese a todo, desde VOX Alcalá celebramos el regreso de los festejos taurinos nuestra ciudad. Alcalá sigue siendo taurina.
Por desgracia Alcalâ vuelve a ser taurina. Una vuelta a lo peor de la condiciòn humana vestida de sangre. Querer hacer de la muerte algo digno de admiraciòn resulta cuanto menos repulsivo a estas alturas. Con la vil excusa de “el que no quiera que no vaya, que no mire ” , …pretenden convertir en normal vestigios miserables que aun lastran el desarrollo de nuestras conciencias.