El PSOE culpa al PP y VOX del caos circulatorio que sufre Alcalá

• El PSOE responsabiliza a Judith Piquet del colapso circulatorio y exige un plan de movilidad urgente para poner orden en la ciudad.

Alcalá de Henares vive estos días una de esas etapas en las que circular por la ciudad se ha convertido en un acto de fe. Atascos interminables, calles cortadas sin aviso, desvíos imposibles y una sensación generalizada de descontrol. El PSOE de Alcalá ha señalado directamente a la alcaldesa Judith Piquet y a su socio de gobierno, VOX, como responsables de un “colapso circulatorio sin precedentes” fruto —dicen— de la mala planificación y de la falta de gestión.

En un comunicado difundido este jueves, los socialistas denuncian la “grave situación” que atraviesa la ciudad “por la falta de previsión del gobierno local”. “Alcalá está colapsada por la nula gestión de Judith Piquet. La alcaldesa está más pendiente de atacar al presidente Pedro Sánchez que de sentarse delante de un plano y planificar las obras”, afirman desde el Grupo Municipal.

Según el PSOE, la improvisación se ha instalado en la gestión del Ayuntamiento. “En apenas unas semanas han provocado un colapso que afecta al día a día de miles de alcalaínos y alcalaínas”, señalan.

Los socialistas aseguran que las obras mal coordinadas están generando un efecto dominó en toda la red viaria local: cortes simultáneos en arterias principales, desvíos sin señalizar y una comunicación deficiente con la ciudadanía. “Las personas que tienen que desplazarse para ir a trabajar, llevar a sus hijos al colegio o atender a familiares están sufriendo atascos interminables”, lamentan.

Puntos críticos y exigencia de un plan

Entre los puntos más conflictivos, el PSOE menciona la Vía Complutense, eje neurálgico de entrada y salida del casco urbano, donde los cortes han afectado al comercio local y al transporte público. También señalan el puente de la M-300, una vía esencial para conectar Alcalá con la comarca del Henares.

“Con estas decisiones se está dificultando la comunicación con todos los municipios aledaños. Alcalá no puede quedar aislada por falta de planificación”, advierten los socialistas, que reclaman la elaboración inmediata de un Plan de Movilidad Urbana “con criterios técnicos, diálogo y transparencia”.

El grupo municipal recuerda que durante el anterior mandato socialista con Javier Rodríguez Palacios al frente “las obras se planificaban con coordinación y se ofrecían alternativas para minimizar el impacto”. A su juicio, la diferencia con la gestión actual “es evidente: antes se planificaba; ahora se improvisa”.

Los socialistas reprochan además a la alcaldesa su “ausencia de liderazgo” y su “desconexión del contexto real de la ciudad”. “Alcalá necesita una alcaldesa a tiempo completo, no una comentarista política de plató”, ironizan en el comunicado.

Una ciudad atascada y un gobierno en el punto de mira

Durante los últimos días, las redes sociales se han llenado de vídeos y fotografías que ilustran la magnitud del problema: autobuses atrapados, ambulancias que avanzan con dificultad, vecinos atrapados en rotondas y repartidores resignados a perder horas en trayectos de apenas un par de kilómetros.

A esa realidad cotidiana se suma el creciente malestar entre los comerciantes del centro. “Si la gente no puede venir en coche ni coger el bus, ¿cómo van a comprar?”, se pregunta un tendero de Vía Complutense.

El PSOE sostiene que la causa es una “falta absoluta de previsión” y advierte de que la actual política de obras simultáneas “está afectando directamente a la economía local y a la vida cotidiana de los barrios”.

Réplica inmediata del Gobierno municipal

La respuesta del equipo de Gobierno no se hizo esperar. Apenas una horasdespués del comunicado socialista, el Ayuntamiento emitió una nota en la que lamentaba “el cinismo del PSOE” y defendía que las molestias actuales son “temporales y necesarias”.

“El PSOE se ha asustado al ver una ciudad viva, en obras y con un gobierno que trabaja”, declaró la concejala de Urbanismo, Cristina Alcañiz, que recordó que las actuaciones forman parte del “mayor plan de inversión en barrios y espacios públicos de las últimas dos décadas”.

Desde el Ejecutivo de PP y VOX se asegura que el Plan de Movilidad Urbana “ya está operativo”, con medidas de refuerzo en señalización y transporte público. Y, de paso, aprovecharon para lanzar un dardo al Ministerio de Transportes, dependiente del Gobierno de España, por el retraso en el puente de la Avenida de Daganzo, una obra que consideran “clave para aliviar el tráfico en el este de la ciudad”.

“El PSOE debería mirar a su propio ministro, Óscar Puente, que sigue sin cumplir sus compromisos con Alcalá”, apuntó Alcañiz, antes de añadir que “la ciudad avanza con hechos, no con excusas ni titulares”.

Entre el progreso y el atasco

Mientras unos y otros se cruzan comunicados, la realidad se impone sobre el asfalto: Alcalá se mueve, pero a paso de tortuga. El tráfico se atasca en casi todos los accesos, los vecinos protestan y los comerciantes hacen cuentas.

El PSOE habla de caos; el Gobierno, de progreso. Lo cierto es que ambas cosas pueden ser ciertas a la vez: que la ciudad necesite obras, sí, pero también que la coordinación brille por su ausencia.

Y en medio de la bronca política, los vecinos siguen calculando cuánto tardarán en llegar mañana al trabajo. En Alcalá, estos días, la paciencia es el nuevo medio de transporte.

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