La Fundación Antezana celebra su 542º aniversario con reconocimientos a la labor sanitaria, la historia y la cultura complutense

La Fundación de Antezana celebró este jueves su 542º aniversario con un emotivo acto en la iglesia del histórico hospital de la calle Mayor. Presidido por Asensio Esteban, reunió a autoridades locales, universitarias y representantes de la sociedad complutense. Durante la ceremonia se entregaron las distinciones “María de Murga”, “Mención de Honor” y diplomas de “Colaboradores de Honor”, en una jornada de gratitud, memoria y compromiso con la ciudad

  • El acto reconoció a profesionales sanitarios, mecenas y a la Comparsa de Gigantes en el 542 aniversario de la Fundación de Antezana.
  • Crónica gráfica y vídeo de Myriam Trujillo para ALCALÁ HOY

El Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia, más conocido como Fundación Antezana, celebró este jueves, 16 de octubre de 2025, su 542 aniversario con una ceremonia tan solemne como entrañable en la iglesia del propio hospital, en plena calle Mayor. Fue una jornada de memoria, gratitud y futuro, en la que se entregaron las tradicionales distinciones y diplomas de honor a personas y entidades que mantienen viva la llama de una de las instituciones más antiguas de Europa dedicadas a la asistencia y la docencia sanitaria.

El evento, presidido por Asensio Esteban Vallejo, presidente del patronato de la Fundación, reunió a numerosas autoridades locales, universitarias y representantes de la sociedad civil y militar de Alcalá. Entre ellos, el rector de la Universidad de Alcalá, José Vicente Saz, y el tercer teniente de alcalde y portavoz del PP, Gustavo Severien, quien asistió en representación de la alcaldesa Judith Piquet, aún convaleciente de sus problemas de salud. Le acompañaron los concejales del equipo de gobierno, Víctor Manuel Acosta, segundo teniente de Alcaldía y portavoz de VOX, Esther de Andrés y Antonio Saldaña, así como la concejala socialista María Aranguren. No faltaron tampoco miembros del patronato, antiguos trabajadores, familiares de benefactores y vecinos que siguen sintiendo la Fundación como parte de su historia común, entre ellos el cronista de Alcalá, Vicente Sánchez Moltó y la historiadora Pilar Lledó.

El acto fue presentado por Ana Isabel Servando Loeches, una de las dos responsables de Turismo y Cultura de la Fundación Antezana, quien dio la bienvenida a los asistentes y condujo con sobriedad y cercanía el desarrollo del programa conmemorativo.

El interior de la pequeña iglesia, rebosante de público, se llenó de emoción al sonar las primeras notas del órgano y al proyectarse imágenes históricas del hospital: médicos, enfermeras, frailes, benefactores y voluntarios que durante siglos tejieron el alma de esta institución, a medio camino entre la asistencia y la vocación docente.


Una casa con cinco siglos de vida y vocación

El aniversario recuerda aquel 18 de octubre de 1483 en que el matrimonio formado por Luis de Antezana e Isabel de Guzmán fundó, con su propio capital, el Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia, conocido desde entonces como Hospital de Antezana. La bula papal de Sixto IV ratificó su testamento y dio origen a una institución que, con el paso de los siglos, ha sido modelo de gestión sanitaria, de formación y de humanismo.

“Celebramos el primer hospital universitario, testimonio vivo de la unión entre la ciencia, la asistencia y la docencia”, recordó Asensio Esteban en su discurso institucional. “La Fundación siempre ha estado vinculada a la Academia, formando y acogiendo a los más ilustres médicos y catedráticos de Castilla, desarrollando junto a ellos la farmacia y la enfermería”.

El presidente recordó que en sus dependencias trabajó Ignacio de Loyola, quien ejerció aquí como enfermero antes de fundar la Compañía de Jesús, y que por sus salas pasaron nombres ilustres de la medicina y la historia complutense. “La esencia de esta casa sigue intacta, añadió Esteban: la Fundación es un espacio donde la compasión se hace ciencia, donde la fe se convierte en servicio y donde el conocimiento se transmite con ilusión. Hoy, como hace más de cinco siglos, seguimos siendo un lugar donde se cuida y se enseña, donde conviven la historia y el futuro”.

El edificio, que aún conserva el patio renacentista y la antigua botica, se ha convertido en un símbolo de continuidad para la ciudad: una presencia silenciosa en mitad de la calle Mayor, donde tradición, ciencia y espiritualidad se dan la mano desde hace más de medio milenio.


Reconocimientos a quienes mantienen viva la tradición

La ceremonia de entrega de distinciones comenzó con un reconocimiento especial a la Comparsa de Gigantes de Alcalá, que celebra también su quinto centenario y recibió el diploma de “Colaboradora de Honor”. En representación de la comparsa acudieron sus directores, Eduardo Escolar y Javier Flores, que recogieron el galardón entre aplausos. “Su presencia en esta casa nos recuerda que la historia se celebra desde la fiesta, desde la sonrisa y desde el calor popular”, dijo Esteban. “El poder sanador de la alegría forma parte de la identidad de Antezana”.

El momento más emotivo llegó con el homenaje póstumo al historiador e investigador Francisco Delgado, especialista en heráldica y responsable de recuperar el escudo de la Fundación. Delgado, fallecido hace unos meses, fue recordado con cariño por su dedicación y su pasión por el patrimonio complutense. Sus hijas recogieron el diploma especial entre un prolongado aplauso de los asistentes.

El premio María de Murga a la labor sanitaria, instituido este año por primera vez, recayó en Dorina Miron y Andrea María Szönyi, profesionales de cuidados de la residencia. El galardón honra a María de Murga, enfermera del siglo XVI que se considera una de las primeras profesionales de la historia del hospital. Las premiadas recibieron el reconocimiento de manos de la directora asistencial, Natalia Vizoso, quien destacó “su entrega diaria, su esfuerzo y la humanidad con que acompañan a las personas mayores”.

El acto incluyó también la distinción de Mecenas de Honor para Enrique Pérez y Anabel Servando, responsables de la promoción turística y cultural de la institución. “Contribuyen con su trabajo y compromiso a que el legado de esta casa siga vivo, visible y abierto al mundo”, señaló el presidente. Ambos, visiblemente emocionados, agradecieron el reconocimiento, recordando que “difundir la historia del Hospital de Antezana es hablar de Alcalá en su esencia más pura: solidaridad, cultura y fe”.


Un cierre con música, emoción y sentido de ciudad

El aniversario concluyó con un broche festivo a cargo de la Tuna de la Universidad de Alcalá, que hizo su entrada interpretando el Pasodoble de Alcalá, considerado himno oficioso de la ciudad, entre otras del repertorio tunero, coreado por todos los presentes. Entre risas, palmas y alguna lágrima, los tunos llenaron de música una ceremonia que supo unir solemnidad y cercanía, historia y celebración.

El acto sirvió también como punto de encuentro entre generaciones: desde antiguos patronos hasta jóvenes estudiantes de la UAH que colaboran en proyectos de voluntariado con el hospital. “Este vínculo entre universidad, ciudadanía y tradición es el mejor homenaje que podemos rendir a los fundadores”, apuntó el rector Saz al término del evento.

En un ambiente cálido y familiar, la Fundación Antezana volvió a demostrar que su historia no se escribe solo con fechas o documentos, sino con personas que, cada día, mantienen encendida la vocación de servicio de aquella pareja de benefactores del siglo XV.

Cinco siglos después, la casa de los Antezana sigue siendo lo que siempre fue: un hogar donde se cura, se enseña y se celebra la vida. Donde la memoria se convierte en gratitud, y donde Alcalá de Henares se reconoce a sí misma en sus mejores valores: humanidad, cultura y esperanza.

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