Exposición comparsa de gigantes y cabezudos de Alcalá de Henares en la Capilla del Oidor

La Capilla del Oidor acoge desde el 26 de diciembre al 4 de enero una exposición con una muestra representativa de  la comparsa de gigantes y cabezudos de Alcalá de Henares integrada por casi una veintena de gigantones, aunque nunca salen todos. En esta ocasión a la muestra se han sumado  los "Angeles Anunciadores de Torrejón de Ardoz"

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  • Con la colaboración de los “Angeles Anunciadores de Torrejón de Ardoz”
  • Crónica gráfica de Pedro Enrique Andarelli para ALCALA HOY.

La Centenaria comparsa de Gigantes de Alcalá  está recorriendo todos los barrios de la ciudad; comenzaron  el lunes visitando Reyes Católicos, el martes el barrio Venecia, el miércoles, día de Navidad, descansaro, el jueves llegaron a la zona de El Val, el viernes visitarán la zona del Chorrillo y el Paseo de la Estación,  este  sábado han recorrido  el casco histórico acompañados de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Torrejón de Ardoz Ángeles Anunciadores, mientras que el domingo visitarán también el casco histórico pero en esta ocasión acompañados de la asociación Los Pequeñantes.

 

Asimismo ya se puede visitar la exposición que se ubica en la Capilla del Oidor del 26 de diciembre al 4 de enero, con los Gigantes y Cabezudos como grandes protagonistas en los siguientes horarios:  de 11 a 14 horas y de 18 a 21 horas / 31 de diciembre y 4 de enero solo en horario de mañana y  1 de enero cerrado.


Cinco siglos de gigantes en Alcalá | Por M. Vicente Sánchez Moltó

El cronista oficial de la ciudad de Alcalá de Henares, avanzaba, en un artículo publicado en este medio en 2017, esa efeméride.

La mayoría piensa que los gigantes y cabezudos son cosas de niños, desconociendo la antigüedad y simbología de este festejo. Y, sin embargo, estamos próximos a celebrar los cinco siglos de gigantes en Alcalá. Aunque seguramente anteriores, la primera referencia documental de la presencia de este festejo en nuestra ciudad se remonta a una fecha anterior a 1525.

En ese año sabemos que desfilaron, junto con la tarasca, en la procesión del Corpus Christi y en la entrada en la ciudad del arzobispo de Toledo, Alonso de Fonseca, señor de Alcalá y su tierra. Así pues, nuestra ciudad es la tercera más antigua de España con gigantes documentados, tras Toledo (1493) y Sevilla (1500). La falta de documentación nos impide confirmar hasta qué momento estos gigantes formaron parte de los desfiles.

De lo que no hay duda es que en 1651 el Ayuntamiento de Alcalá acuerda encargar cuatro nuevos gigantones (así se denominaban entonces) y una gigantilla al maestro carpintero Francisco González Bravo. Siete años después, en 1658 se decide ampliar la comparsa con una nueva pareja, que realiza el mismo artesano y pinta un artista muy conocido en Alcalá, Gregorio de Utande. De ese modo, a partir de ese momento la comparsa de Alcalá quedó integrada, además de la gigantilla, por tres parejas de reyes (rey y reina) españoles, turcos y negros, que representaban a los tres continentes: Europa, Asia y África. Los gigantes junto con la tarasca abrían el cortejo procesional del Corpus, siendo unos elementos básicos de este festejo, ya que se interpreta su presencia como un símbolo del reconocimiento de Cristo en todo el mundo. La llegada de los ilustrados puso en cuestión la presencia de los gigantes, la tarasca y las danzas en los festejos religiosos, considerándolos elementos irreverentes y contrarios a la fe. Finalmente, una real orden de Carlos III terminaría por prohibirlos en 1780.

Después de más de un siglo de ausencia, el Ayuntamiento de Alcalá decide crear en 1902 una comparsa de gigantes y cabezudos como un nuevo festejo para las ferias y fiestas de agosto, pero ya con un carácter exclusivamente lúdico y festivo. La proximidad de la celebración del III Centenario del Quijote en 1905, fue determinante para que los gigantes representaran a los personajes más universales de las obras de Cervantes: Don Quijote y Sancho Panza, completándose con un gigante negro al que los niños enseguida empezaron a llamar “el negrazo”. Desde entonces desfilaron todos los días de ferias, acompañados de música popular de dulzaina y tamboril. Compañeros inseparables de los gigantes siempre fueron los cabezudos, siendo los más populares el “Tío Negro”, la “Pelines” o “Marí Pelos”, el “Aragonés” y el “Señorito” o el “Pollo pera”.

Con indudable acierto, en 1974 se decide recuperar la comparsa cervantina con Don Quijote, Sancho Panza, Dulcinea, el cura y los duques. En las décadas siguientes se suman nuevos gigantes y algunos cabezudos, como el indio, el gitano y el demonio, se reconvierten en gigantes. En los últimos veinte años la comparsa no ha parado de crecer con “el negrazo”, la “Doctora de Alcalá”, el “pirata”, Cervantes o el “tuno”, estos dos últimos realizados por el reconocido artista catalán Toni Mujal.  …  (Leer artículo completo en este enlace)

 

 

 

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