- Sánchez anuncia la importante medida de relajación durante la clausura de la reunión del Cercle d’Economia en Barcelona.
Las mascarillas en el exterior dejarán de ser obligatorias en España a partir del próximo 26 de junio, el sábado de la semana que viene, siempre que se guarde la distancia interpersonal mínima de un metro y medio. Tras varias semanas en las que Fernando Simón anunciaba que la medida estaba cerca, Pedro Sánchez ha decidido este viernes dar él mismo la buena nueva, durante su participación en la clausura de la XXXVI reunión del Cercle d’Economia.
Primero, el presidente del Gobierno ha mostrado su “optimismo” sobre la recuperación económica, porque España, ha dicho, va a “superar todas las previsiones” a corto plazo. “Y ya que hablamos de optimismo, me gustaría hacer un anuncio importante: el Consejo de Ministros se reunirá de forma extraordinaria el próximo jueves y propondrá que las mascarillas al aire libre dejen de ser obligatorias a partir del 26 de junio”, ha explicado.
“Este será el último fin de semana” con la prenda en la vía pública, señala el presidente, que aprobará la iniciativa en un Consejo de Ministros extraordinario el próximo jueves
Nuestros rostros recuperarán en los próximos días su aspecto normal. Volveremos con ello a disfrutar de una vida en la calle sin mascarilla (…). Lo vamos a hacer porque estamos cumpliendo todos los hitos que nos hemos marcado frente a la pandemia. Por todo ello, este será el último fin de semana con mascarilla en exteriores”, ha dicho Sánchez.
Se trata de una iniciativa que buena parte de las autonomías llevaba reclamando desde hace semanas, a la luz de la bajada de los contagios y sobre todo del vertiginoso ritmo de la campaña de vacunación en las últimas semanas. Alrededor del 50% de los españoles ya ha recibido al menos una dosis. Son muchos los países que han dado este paso en los últimos tiempos: Francia, Reino Unido, Polonia y Estados Unidos, entre otros. Ahora se suma España.
Efectividad en entredicho
La efectividad de la mascarilla en el exterior para hacer frente al coronavirus está puesta en cuestión por numerosos estudios científicos, ya que los contagios son rarísimos al aire libre, a diferencia de en interiores, donde la prenda seguirá siendo obligatoria.
A principios de año, un equipo de científicos dibujó la siguiente hipótesis en Milán: en la ciudad del norte de Italia, el 10% de su casi millón y medio de habitantes está infectado. En una situación tan grave como esta, nunca vivida en ningún lugar durante la pandemia, los investigadores emplearon modelos matemáticos y concluyeron que el sujeto en cuestión tendría que estar más de 31 días seguidos en la vía pública, exponiéndose continuamente sin la boca y la nariz tapadas, para contraer el patógeno.
Casi un año y medio después del virus más intensamente estudiado de la historia, las pruebas no paran de acumularse: el exterior, siempre que se guarde la distancia, supone un riesgo muy bajo de contagio. Un estudio a finales de 2020 analizó 1.245 casos en China y solo encontró uno en el que la transmisión tuvo lugar al aire libre. El organismo encargado de vigilar las enfermedades infecciosas en Irlanda, llamado Health Protection Surveillance Centre, señaló a principios de abril que de los 232.164 casos detectados en el país hasta el momento, el número de contagios en el exterior fue de 262. Es decir, alrededor del 0,1%.