- Manuel Vicente Sánchez Moltó es Cronista Oficial de Alcalá de Henares
Nunca me dolió el veto, como en esta ocasión. Después de veintiséis años, si algo me producía era la sonrisa ante una situación, que si no fuera por que se justificaba en una sarta de mentiras torpemente propagadas, lo habría tomado como un ejercicio de torpeza e inmadurez. Pero, lo reconozco, el no poder hacer una semblanza de Pedro Ballesteros Torres, de mi amigo Pedro, allí donde correspondía me ha llenado de amargor. Pero si no ha podido ser sobre papel, lo es sobre ese espacio intangible que es la red. Al fin de al cabo, el papel no deja de ser efímero, mientras que en la red permanece en el tiempo.
La última vez que coincidí con Pedro Ballesteros a principios de verano pude constatar el avance de esa enfermedad que tantos nos ha arrebatado en los últimos años. La breve conversación que entablamos me transmitió las ganas de luchar que aún mantenía después de tres duros años. La noche del 16 de septiembre un whatsapp me informó de que te encontrabas en el hospital sedado. La confirmación del desenlace final me llegó a primera hora de la mañana siguiente. No por esperada, dejó golpearme allí donde más duele. De inmediato afloraron multitud de recuerdos acumulados a lo largo de los últimos cuarenta años. Cuatro décadas de mi vida que, de un modo u otro, han estado ligadas a Pedro Ballesteros.
Le conocí en el Cine Club Nebrija en los convulsos como apasionantes inicios de la transición política a la democracia. Por aquellos tiempos era un cinéfilo empedernido, un profundo conocedor de lo que se denominaban “películas de arte y ensayo”. De la coincidencia en las sesiones de los viernes, enseguida pasamos a compartir, casi a diario, tardes enteras de tertulia, de convivencias y aficiones. No tardó en hacerse patente nuestra común pasión por la historia de Alcalá y en 1979 se materializó en un estudio, nuestro primer trabajo sobre Alcalá, que nunca se publicó, ni se publicará. Nuestras ganas y entrega no fueron suficientes para ocultar la inexperiencia e inmadurez que rezumaba desde el primer hasta el último folio, pero nos sirvió a ambos para afianzarnos en que la investigación histórica debía ser nuestro camino. Y, así, al año siguiente, hicimos nuestra primera visita a un archivo, el de Simancas. Ante un legajo con una letra procesal “horrible”, tal y como nos advirtió la responsable de sala, fuimos conscientes de que teníamos por delante un largo camino por recorrer antes de enfrentarnos a nuestro primer trabajo serio de investigación. Después de aquella experiencia, Pedro optó por la especialización y la demografía y el siglo XVIII, junto con la bibliografía, se convirtieron en sus campos de trabajo. Nuestra preocupación por la defensa del patrimonio complutense nos llevó a fundar, junto con otros amigos, en enero de 1981 la Asociación ADELPHA-Alcalá. Después de un par de años nuestro círculo comenzó a ampliarse con otros apasionados de Alcalá y su historia que fuimos conociendo por el camino: Francisco Delgado, Gustavo Chamorro, Vicente Fernández, José Carlos Canalda, Luis Miguel de Diego, Ángel Pérez… Todos acabamos entrando en la recién creada Institución de Estudios Complutenses, logrando romper, con el apoyo de algunos de sus fundadores, ese concepto elitista con el que fue concebida en sus inicios, abriéndola a todos los interesados, sin necesidad de currículo ni pedigrí alguno. Algunos la abandonarían años después y tomarían otros derroteros; otros, entre ellos Pedro Ballesteros, consideramos que merecía la pena continuar.
Años después, en 1987 un grupo de seis amigos, entre los que se encontraba Pedro Ballesteros, creamos la Asociación Bibliófila y Cultural Brocar que aportó al panorama historiográfico complutense varios títulos que obtuvieron una excelente acogida. Entre ellos el que sería su primer libro, “Alcalá vista por los viajeros extranjeros”, título que sigo considerando como imprescindible en la bibliografía sobre Alcalá. Sé muy bien el esfuerzo que le supuso recopilar todas aquellas descripciones en unos tiempos en los que no aún faltaba mucho tiempo para que Internet llegara a nuestros hogares y en el que era muy complicado acceder a ediciones extranjeras en las bibliotecas españolas. Con el amparo editorial de Brocar, Pedro Ballesteros y Francisco Delgado fundaron la revista de estudios “Acervo”, con ocho números publicados entre 1992 y 1994. La dificultad de conseguir trabajos con una calidad mínima para publicar y la normalización de la periodicidad anual de la revista “Anales Complutenses”, aconsejó poner fin a esta iniciativa.
Desde el primer número de “Anales Complutenses” Pedro Ballesteros fue uno de sus más asiduos colaboradores. En casi todos los 27 volúmenes editados se encuentran interesantes aportaciones suyas, especialmente sus repertorios bibliográficos que nos servían a muchos para conocer lo que se iba publicando, en muchos casos en actas de congresos y revistas especializadas de difícil acceso.
En 1995, coincidiendo con el XXV Festival de Cine de Alcalá, vio la luz otro de los trabajos a los que dedicó más de una década de investigación, “Alcalá y el cine”. Un excelente estudio sobre los orígenes del cine en Alcalá, con el catálogo de las películas filmadas en nuestra ciudad. Trabajo que ampliaría en 2011 con nuevas aportaciones en la revista “Anales Complutenses”.
En 1998 comenzaría su estrecha colaboración con Luis Miguel Gutiérrez Torrecilla, fruto de la cual son dos importantísimas aportaciones a la escasamente conocida historia de la Universidad de Alcalá en el siglo XVIII. Precisamente la Universidad de Alcalá se convirtió en la última década en uno de sus temas preferidos de investigación. Entre sus frutos se encuentran dos trabajos sobre los colegios universitarios complutenses: el Trilingüe y el de Vizcaínos. Además de uno de los editores, es autor de 16 biografías para la fundamental obra “Profesores y estudiantes. Biografía colectiva de la Universidad de Alcalá (1508-1836)”, editada por la Universidad en 2013.
La música y, muy especialmente, los órganos se convirtieron en otra de sus preferencias, con tres importantes estudios sobre los órganos de las iglesias y conventos alcalaínos.
Pero Pedro Ballesteros no sólo se dedicó a trabajos de gran calado. En los últimos 35 años publicó en la prensa local varios centenares de artículos sobre diversos aspectos de la historia, arte y cultura de Alcalá de Henares. Breves trabajos de investigación en los que Pedro aportaba toda su capacidad, experiencia y conocimientos. Pequeñas “exquisiteces” que merecerían no quedar en el olvido o limitadas a los que frecuentan las hemerotecas. No estaría nada mal que alguna institución o entidad siguiese el ejemplo de la Asociación Cultural Hijos y Amigos de Alcalá que en 2013 decidió editar un libro recopilatorio con los artículos del cronista José García Saldaña. Espero que en esta ocasión no tengamos que esperar tantos años. La dificultad que supone tan elevado número de artículos, se podría solventar con una edición digital. Todo, menos que caigan en el olvido.
Pedro nos ha dejado, pero su buen hacer, su rigurosidad como investigador, su incansable trabajo, que ha llegado casi hasta sus últimos días, no se olvidará. En noviembre se publicará el último trabajo que nos dejó para la revista “Anales Complutenses” y en los próximos meses también aparecerán dos trabajos suyos en sendas publicaciones de un Coloquio sobre Historia Universitaria y unas Jornadas sobre Fundadores y Patronos Universitarios, promovidas por la asociación Universis, de la que era miembro, y que editará la Universidad de Alcalá. Tus estudios, tus importantes aportaciones mantendrán siempre vivo tu recuerdo y no sólo en los que tuvimos la fortuna de conocerte y compartir tantas ilusiones, tantas esperanzas, tantas vivencias.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA DE PEDRO BALLESTEROS TORRES
- Alcalá de Henares vista por los viajeros extranjeros (Siglos XVI-XIX). Brocar, 1989.
- Alcalá y el cine: una aproximación al desarrollo cinematográfico de la ciudad. Festival de Cine de Alcalá de Henares, 1995.
*Con Luis Miguel Gutiérrez Torrecilla:
- Cátedras y catedráticos de la Universidad de Alcalá en el siglo XVIII. Universidad de Alcalá, 1998.
- Fuentes históricas de Alcalá de Henares: textos constitucionales (s. XVIII) y registro de graduados universitarios (1776-1836). Universidad de Alcalá, 2011.
*Con Luis Miguel de Diego Pareja:
- La Iglesia de Santiago, 1501-2001: cinco siglos de historia de Alcalá. Asociación Cultural Hijos y Amigos de Alcalá, 2001.
*Artículos en revistas de investigación:
- Más de cien años de rodajes cinematográficos en Alcalá de Henares: Filmografía 1905-2010. Rev. Anales Complutenses, vol. XXIII, 2011.
- Elenco legislativo sobre Alcalá de Henares en el siglo XVIII (1761-1772). Rev. Anales Complutenses, vol. XXIV, 2012.
*Estudios en libros colectivos:
- Colegio de San Jerónimo o Trilingüe, en “Colegios Menores Seculares de la Universidad de Alcalá”. Universidad de Alcalá, Institución de Estudios Complutenses, 2012.
- Nueva luz sobre un patrimonio musical en penumbra: los órganos de la Universidad y de la ciudad de Alcalá de Henares (ss. XVI-XIX), en “El patrimonio perdido y expoliado de Alcalá de Henares”. Institución de Estudios Complutenses, 2013.
- El Colegio menor de San Juan Bautista o “de los Vizcaínos” de la Universidad de Alcalá: noticias históricas y edición de los estatutos fundacionales de 1592 (con Luis M. Gutiérrez Torrecilla), en “Miscelánea Alfonso IX, 2012: Imagen, contextos morfológicos y universidades. Universidad de Salamanca, 2013.
- Manuel Vicente Sánchez Moltó es Cronista Oficial de Alcalá de Henares