Cada año son más personas, venidas de varios puntos del Corredor del Henares, las que asisten a este enclave natural de Alcalá para celebrar con orgullo la Fiesta Nacional, personas de todas las edades, jóvenes y mayores, incluso niños que con sus padres vienen ilusionados a pasar un día divertido rodeados de naturaleza, en un ambiente saludable y familiar.
Como en los últimos años, con el cielo cubierto de nubes, provistos y con decisión, se comenzó la ruta de subida al cerro Malvecino, momento que da lugar a charlas distendidas entre los asistentes. Una vez en la cima, se continuó con el despliegue de una gran bandera española, entre la alegría y los aplausos de los asistentes, a pesar de la lluvia y el viento.
Después de colocar la bandera en uno de los lugares más visibles desde multitud de puntos de la ciudad, y admirar las bonitas vistas desde lo alto del cerro, se pasó al merecido y deseado almuerzo, en el que no faltó el buen queso, los embutidos y el vino. La visita de la lluvia no faltó, para dejar paso a un cielo abierto y soleado para el disfrute de todos, finalizando así la mañana, de la mejor manera posible, homenajeando a la Bandera, y recordando los numerosos motivos por los que sentirse orgullosos de ser españoles.