- El Roscón de la Inclusión aúna reciclaje, discapacidad intelectual y tradición repostera en un proyecto colaborativo impulsado desde Alcalá con fuerte carga social.
- Crónica gráfica y vídeo de Myriam Trujillo para ALCALÁ HOY
Alcalá de Henares ha presentado este martes el Roscón de la Inclusión, una iniciativa que convierte un símbolo clásico de la Navidad en un proyecto social, medioambiental y profundamente humano. El acto se ha celebrado en el Salón de Eventos de la Oficina de Turismo, con la participación de la alcaldesa Judith Piquet, representantes de los grupos municipales, entidades sociales y empresas implicadas en una propuesta que aúna economía circular, innovación, discapacidad intelectual y tradición artesana.
Junto al equipo de Fundación Astier y la empresa especializada en impresión 3D, Filarte, diseñaron un sistema que permitiese a las propias usuarias tratar las botellas para obtener el filamento. Con el proyecto en marcha, los voluntarios de Fundación Repsol vieron la posibilidad de crear figuritas de Reyes Magos e incluirlos en los roscones de la pastelería Salinas de Alcalá.
El proyecto permite que los roscones elaborados este año por la histórica Pastelería Salinas incluyan en su interior unas figuras de Reyes Magos muy especiales: piezas realizadas mediante impresión 3D con plástico reciclado, creadas por 149 mujeres con discapacidad intelectual de la Fundación Astier Centro San José, una entidad con más de 130 años de trayectoria y 50 de presencia en Alcalá de Henares.
Al acto asistieron, además de la alcaldesa, la primera teniente de alcaldesa y concejala de Servicios Sociales, Isabel Ruiz Maldonado, la directora general de Atención a Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid, Alejandra Serrano, y representantes de todos los grupos municipales: Pilar Cruz (VOX), María Aranguren y Blanca Ibarra (PSOE) y Rosa Romero portavoz municipal de Más Madrid. También participaron Borja Lucas, director de Fundación Astier Centro San José; Mar de Andrés, directora de Transformación Social de Fundación Repsol y Carlos Valverde, responsable de la Pastelería Salinas.
De un residuo energético a una figurita llena de significado
El origen del Roscón de la Inclusión se sitúa en un estudio de eficiencia energética desarrollado por Fundación Repsol junto a Fundación Astier. Durante ese análisis se detectó un volumen importante de plástico reciclable, lo que abrió la puerta a una idea que iba mucho más allá del reciclaje.
A partir de ese hallazgo, ambas entidades pusieron en marcha un proceso para transformar ese plástico en ecofilamento, un material apto para impresoras 3D. Ese filamento se convirtió después en pequeñas figuras de Reyes Magos diseñadas y fabricadas por las mujeres de la Fundación Astier, acompañadas por profesionales y voluntariado.
Durante la presentación se subrayó que no se trata únicamente de un proyecto medioambiental, sino de una iniciativa que demuestra que las personas con discapacidad intelectual pueden participar en procesos de innovación tecnológica, creación industrial y producción de calidad, rompiendo estereotipos y desplazando el foco de lo que “no pueden hacer” a todo lo que sí son capaces de realizar.
Desde Fundación Repsol se destacó el enfoque social del proyecto, enmarcado en su estrategia de transición energética inclusiva, donde la sostenibilidad ambiental avanza de la mano de la inclusión social y la generación de oportunidades reales para personas en situación de vulnerabilidad.
La Fundación Astier y 149 mujeres en el centro del proyecto
Uno de los ejes emocionales del acto fue el reconocimiento a las 149 mujeres adultas con discapacidad intelectual que viven y se forman en la Fundación Astier Centro San José. La entidad, fundada en 1892 por Sofía Astier y Balboa, trabaja desde hace más de un siglo en la atención, cuidado y promoción de la autonomía de mujeres con discapacidad, y desde 1972 desarrolla su labor en Alcalá de Henares.
Borja Lucas, director del centro, subrayó que el Roscón de la Inclusión es sobre todo un proyecto de crecimiento personal, en el que las participantes han demostrado su compromiso, su capacidad de trabajo y su ilusión. Durante semanas, las mujeres han participado activamente en el proceso de producción de las figuritas, acompañadas por el equipo profesional del centro. «Queremos demostrar que la tradición puede convivir con la innovación y la sostenibilidad. Cada figura es símbolo de ilusión, pero también de compromiso con el planeta y con la inclusión social», afirma Borja Lucas, director de Fundación Astier Centro San José.
Desde la organización insistieron en que este tipo de iniciativas permiten visibilizar una inclusión real, basada en el empleo, la participación social y el reconocimiento público del talento y las destrezas de las personas con discapacidad intelectual.
También se agradeció la implicación del voluntariado de Fundación Repsol y de los profesionales que han acompañado todo el proceso, destacando el clima de colaboración y aprendizaje mutuo generado en torno al proyecto.
Tradición, tecnología y un mensaje de Navidad con “mucho amor”
En su intervención, la alcaldesa Judith Piquet definió el Roscón de la Inclusión como “el fruto de la combinación de muchas realidades y conceptos muy difíciles de unir en principio”, citando expresamente la colaboración entre una multinacional energética, una pastelería centenaria y una fundación social.
Piquet destacó que este roscón está “relleno de algunos de los ingredientes más necesarios, más nobles y más valiosos para nuestra convivencia en sociedad”, y señaló que lo que parecía casi imposible se ha hecho realidad gracias a la incorporación “del ingrediente más poderoso y mágico que existe: la humanidad”.
La alcaldesa animó a los vecinos y vecinas de Alcalá a disfrutar estas Navidades del Roscón de la Inclusión, no solo buscando las figuritas elaboradas por las mujeres de la Fundación Astier, sino también el mensaje que acompaña a cada pieza: solidaridad, ilusión, alegría, esperanza y, sobre todo, mucho amor.
En el tramo final de su discurso, Piquet dedicó unas palabras especialmente emotivas a las mujeres de la fundación, a quienes definió como “mujeres extraordinarias”, capaces no solo de demostrar de lo que son capaces, sino también de “sacar lo mejor de cada uno de nosotros y llegar justo al centro de nuestros corazones”.
La Pastelería Salinas, una de las más antiguas y emblemáticas de la ciudad, fue reconocida como un socio clave del proyecto. Su responsable agradeció la oportunidad de formar parte de una iniciativa que une tradición repostera, innovación y compromiso social, y mostró su satisfacción por incorporar este componente inclusivo a uno de los productos más representativos de la Navidad.
El Roscón de la Inclusión se presenta así como un ejemplo de cómo Alcalá de Henares articula proyectos donde instituciones, empresas y entidades sociales trabajan juntas, poniendo a las personas en el centro y demostrando que la inclusión también puede celebrarse alrededor de una mesa, compartiendo un roscón ¡Ah! y por cierto, Carlos Valverde, responsable de la Pastelería Salinas nos contó que de su obrador saldrán tres deliciosas variedades del roscón: el tradicional, con nata y con crema que al término del evento se pudieron degustar por parte de los asistentes y damos fe de que estaban exquisitos.






















