
- El PSOE alcalaíno no ha tardado en reaccionar y traslada una queja al Gobierno Regional y pide que se depuren responsabilidades en el CEIP Antonio Mingote.
La polémica sobre la neutralidad política en la escuela pública madrileña ha vuelto a primera línea en Alcalá de Henares. Juan Carlos Morán Rey, director del colegio público CEIP Antonio Mingote, situado en el barrio de La Garena, acudió en noviembre de 2023 al centro vistiendo una camiseta con el eslogan “me gusta la fruta”, la conocida frase que la presidenta madrileña reconvirtió y convirtió en su sello político tras llamar “hijo de puta” al presidente Pedro Sánchez durante la sesión de investidura en el Congreso. La foto, difundida en redes sociales y medios de comunicación, vuelve hoy a estar de plena actualidad.
La controversia resurge tras la decisión del Gobierno regional de prohibir cualquier muestra de apoyo a Palestina —como banderas o simbología— en los colegios e institutos públicos de la Comunidad de Madrid. Una medida que, según el PSOE de Alcalá, contrasta de manera flagrante con la permisividad mostrada ante el gesto del director del Mingote, y que evidencia la “doble vara de medir” de Ayuso y su equipo.
El PSOE de Alcalá exige responsabilidades en el CEIP Antonio Mingote
El PSOE de Alcalá de Henares no ha tardado en reaccionar a la noticia y ha trasladado una queja formal a la Consejería de Educación del Gobierno regional. En un comunicado hecho público este 24 de septiembre, los socialistas reclaman que se depuren responsabilidades en el CEIP Antonio Mingote, donde su director se dejó fotografiar con la polémica camiseta en pleno horario lectivo y con alumnado de fondo.
“Es una actitud impropia de un funcionario público que, además, es director de un centro educativo público”, señalan los socialistas, recordando que la imagen se tomó en el patio del colegio y que fue difundida por el propio Morán Rey en sus redes sociales. Para el PSOE, el gesto supone una vulneración de la neutralidad política que debe exigirse en la escuela pública, al tiempo que encarna un insulto directo al presidente del Gobierno.
Los socialistas subrayan que la publicación de la foto “demuestra una absoluta carencia del más mínimo sentido de la responsabilidad”. Por ello, solicitan a la Consejería de Educación que “se tomen las medidas necesarias para que no se vuelva a producir una situación semejante en ningún centro educativo”.
“La normativa obliga a las instituciones públicas a ser neutrales, máxime en un colegio público, donde debe primar la convivencia, el respeto a los principios democráticos y la ejemplaridad de los docentes, y ahí no cabe el insulto a las autoridades del Estado”, remarcan desde el PSOE.
El comunicado también recuerda que, en los últimos días, numerosos padres y madres de alumnos del Mingote, así como miembros de la comunidad educativa de Alcalá, han hecho llegar su indignación y malestar al grupo socialista. “Exigimos ejemplaridad y contundencia en la respuesta de las autoridades educativas, porque lo que ocurrió en 2023 no debe repetirse jamás”, concluye la nota.
La foto de la discordia vuelve a los medios
El episodio del CEIP Antonio Mingote, que había quedado en un segundo plano desde 2023, ha recobrado fuerza en la agenda mediática a raíz de la decisión del Gobierno de Ayuso sobre Palestina. En los últimos días, medios como ElPlural.com han recuperado la fotografía en la que se ve a Morán Rey con la camiseta del lema “me gusta la fruta” en el patio del centro escolar.
La imagen circuló entonces en redes sociales y ahora vuelve a ser utilizada como ejemplo de lo que algunos califican como un “doble rasero” de la administración regional. Las fuentes consultadas por la prensa subrayan que la aparición pública del director con una camiseta que, en su contexto, equivalía a llamar “hijo de puta” al presidente Sánchez, generó “un profundo malestar en algunas familias del centro”. Sin embargo, en aquel momento ni la Consejería de Educación ni la Dirección de Área Territorial Este adoptaron medida alguna.
La fotografía se ha convertido en el símbolo de un debate más amplio: qué tipo de mensajes políticos pueden ser tolerados en la escuela pública madrileña y cuáles no. Mientras se veta una bandera palestina en un instituto, con el argumento de que la escuela no debe convertirse en un espacio de confrontación ideológica, se permite —o al menos se tolera sin consecuencias— que un director se muestre en horario lectivo con un lema partidista y ofensivo.
En el caso de Alcalá, el contexto resulta aún más sensible: se trata de un colegio público de gran tamaño en un barrio joven y en crecimiento, La Garena, donde la comunidad educativa reclama un entorno escolar libre de confrontaciones políticas.
El debate nacional sobre neutralidad y símbolos
El caso del Mingote y la reacción del PSOE complutense se enmarcan en un contexto más amplio: la creciente tensión en torno a la guerra de Gaza y su reflejo en la política madrileña. Ayuso ha defendido su decisión de prohibir las banderas de Palestina en los colegios como un modo de “evitar la confrontación política en las aulas”. Sin embargo, la medida ha sido criticada por buena parte de la oposición y por sectores sociales que la consideran una censura del derecho a la solidaridad.
La contradicción entre lo permitido en 2023 y lo prohibido en 2025 no ha pasado inadvertida en la prensa nacional. Artículos en medios progresistas como eldiario.es o ElPlural.com destacan la incoherencia de la Comunidad de Madrid, mientras cabeceras conservadoras relativizan el asunto recordando que el uso de símbolos políticos en la escuela siempre ha generado polémica.
En todo caso, la prohibición ha abierto un debate que trasciende lo meramente local y conecta con la tensión creciente en la sociedad española sobre la guerra de Gaza, el papel del Gobierno central y la forma en que los centros educativos deben abordar los grandes temas de la actualidad.
Para el PSOE de Alcalá, sin embargo, el asunto tiene un cariz mucho más inmediato: se trata de la ejemplaridad de quienes dirigen un centro público en la ciudad. De ahí la contundencia de su queja. “Los colegios son lugares para educar en valores democráticos, no para trasladar mensajes partidistas ni para amparar insultos a las instituciones del Estado”, insisten los socialistas complutenses.
La polémica, lejos de apagarse, parece haber abierto un nuevo frente de batalla en la política educativa de Madrid, en la que las decisiones de Ayuso y la memoria de lo ocurrido en el CEIP Antonio Mingote se entrelazan para alimentar un debate que, sin duda, seguirá dando que hablar en Alcalá y en toda la región.