“Somos de Alcalá de Henares”: la página que ha hecho de la inteligencia artificial una declaración de amor complutense

La página de Facebook Somos de Alcalá de Henares ha logrado lo que pocos proyectos digitales consiguen: emocionar a toda una ciudad. Con más de 1.600 seguidores y vídeos creados con inteligencia artificial, sus reels reinterpretan la historia y el alma complutense con sensibilidad, música épica y una mirada profundamente local. Un homenaje ciudadano que ha convertido la nostalgia y el orgullo alcalaíno en un fenómeno viral inesperado.

  • La comunidad Somos de Alcalá de Henares fusiona historia, tecnología y emoción en vídeos virales que reavivan el espíritu cervantino en la era digital.
Collage de fotogramas de los Reels (ALCALÁ HOY)

Hay rincones del alma que no necesitan permisos municipales para florecer. En pleno siglo XXI, en esa frontera líquida entre la nostalgia y el algoritmo, ha nacido un pequeño prodigio digital que está haciendo hablar a media ciudad: la página de Facebook “Somos de Alcalá de Henares”, una comunidad donde las piedras viejas respiran, los personajes históricos se mueven, y la inteligencia artificial se ha puesto, literalmente, cervantina.

En los últimos días, uno de sus vídeos ha corrido de móvil en móvil, reenviado por WhatsApp como quien pasa una reliquia. En él aparecen el cardenal Cisneros, Quevedo asomado a un balcón, el medallón de Colón, los Santos Niños en la lonja de la Catedral Magistral y hasta la escultura de Arsenio Lope Huerta en la calle Libreros. Todos cobran vida entre luces doradas, como si hubiesen escapado de un sueño barroco o de una película de Terry Gilliam. La música de Sentinel, de Mike Oldfield, hace el resto: solemnidad, emoción, y un pellizco en el pecho.

No hay logos oficiales, ni subvenciones, ni créditos de productora. Solo un nombre sencillo, Somos de Alcalá de Henares, y un lema que lo resume todo: “Comunidad para los que queremos a Alcalá”. El resultado es tan genuino que ha conseguido lo que muchos presupuestos públicos ni rozan: emocionar, conectar y hacer ciudad.


Un rincón digital con alma complutense

Creada hace casi una década, la página cuenta hoy con 1.624 seguidores y se define como Lugar destacado e histórico / Guía de turismo / Lugar de ocio. Su administrador o administradora, que mantiene un discreto anonimato, más por modestia que por misterio, ha tejido un auténtico tapiz de contenido local: fotos antiguas, curiosidades, fiestas, patrimonio, personajes y, últimamente, reels con inteligencia artificial que son pura filigrana.

A diferencia de tantos proyectos que se pierden en el postureo, Somos de Alcalá de Henares tiene una voz clara: la de quien ama la ciudad sin pretensiones. En su pestaña de Reels pueden verse vídeos que van desde la Biblia Políglota Complutense hasta la Virgen del Val, pasando por el mercadillo, la tuna o la vista de una espadaña al atardecer. Algunos superan las 46.000 visualizaciones, cifras nada desdeñables para una página local.

Lo mejor es que no parece buscar “likes” sino recuerdos. No vende, no discute, no polariza. Solo muestra. Y en estos tiempos de crispación digital, eso ya es casi revolucionario.


Cuando Cervantes se cruza con el algoritmo

Sobre esas líneas se despliega una recreación visual donde Quevedo parpadea, Cisneros levanta la mirada y la historia se funde con la ficción. Entre planos aparece la frase que bien podría servir de lema para toda la página: “Por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida.”

La cita cervantina, en boca de una voz sintética o sobre el fondo de Oldfield, tiene algo de profecía cumplida. Cuatro siglos después, el espíritu de Alcalá, el de la palabra, la libertad y el ingenio, sigue vivo, aunque ahora hable en código binario.

La IA, en este caso, no deshumaniza: revitaliza. Reinterpreta la historia local, da cuerpo a los símbolos y, lo más importante, despierta conversación. Porque detrás de cada reel hay decenas de comentarios que mezclan ternura, humor y orgullo patrio: “¡Qué maravilla de vídeo!”, “Esto sí es amar Alcalá”, “Cisneros estaría encantado”.


Una sinfonía digital hecha desde casa

El mérito es doble si se observa el contexto. Mientras las redes sociales están saturadas de ruido, Somos de Alcalá de Henares suena como una nota limpia en mitad del tumulto. Sus vídeos no son tutoriales ni parodias: son pequeñas piezas de arte popular.

El montaje combina software de IA, bancos de imágenes y música con sensibilidad de documental. Se nota el mimo: las luces parecen las del otoño complutense, los tonos cálidos recuerdan a los patios universitarios, y los encuadres, ¡oh, los encuadres!, parecen pensados por alguien que ha paseado mil veces por la calle Mayor mirando hacia arriba.

No es un producto perfecto, y ahí reside su encanto. Cada reel tiene algo de ensayo, de experimento doméstico, que funciona precisamente porque no pretende ser profesional. Pero sí logra algo mucho más difícil: emocionar a quien lo ve.


La viralidad de lo íntimo

La prueba está en su recorrido. “Me llegó por WhatsApp, sin saber quién lo había hecho, y me emocionó”, contaba un vecino. Ese tipo de testimonio resume el fenómeno: sin campañas, sin anuncios, solo por el boca a boca digital, los vídeos de Somos de Alcalá de Henares han cruzado pantallas y generaciones.

Entre sus últimos contenidos destacan una recreación del Don Quijote en la Plaza Cervantes, la Biblia Políglota Complutense iluminada por una vela o un repaso visual por la Semana Santa alcalaína. En todos late la misma idea: Alcalá como inspiración inagotable.

Esa viralidad, tranquila, emocional, casi familiar, demuestra que todavía hay espacio en internet para lo local, lo genuino y lo bello. En una época donde los algoritmos premian el escándalo y la inmediatez, esta página ha apostado por la ternura y la memoria. Y ha ganado.


Honoris causa digital

Tal vez el éxito de Somos de Alcalá de Henares no se mida en cifras, sino en algo más difícil de cuantificar: el orgullo de pertenencia. Cada vídeo es un pequeño homenaje a lo que somos, a lo que fuimos y a lo que queremos seguir siendo.

Por eso merece, sin exagerar, un honoris causa digital: por hacer de la inteligencia artificial un vehículo de emoción y cultura; por rescatar el espíritu cervantino sin necesidad de discursos grandilocuentes; y por recordarnos que, entre tanto algoritmo, aún late el corazón de una ciudad que se sabe eterna.

Porque Alcalá de Henares no solo inspira novelas, fiestas y discursos: ahora también inspira reels. Y eso, en tiempos como estos, es casi un milagro.

👉 Página de Facebook “Somos de Alcalá de Henares”

Comentar

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.