- Artículo de opinión de Vicente García Castillo, Secretario General de CCOO Henares
Este escrito no pretende sumar más ruido al estruendo ensordecedor que domina la política en Alcalá, es un ejercicio de defensa de las personas trabajadoras de la plantilla municipal que, día tras día, sufren el ataque de un equipo de gobierno ultra y no sólo en sus políticas, sino también en las propias formas.
La diarrea verbal de los principales responsables del gobierno municipal está alcanzando un nivel que debe ser contestado.
La plantilla municipal y quienes la representan están dando una lección de responsabilidad, coherencia y seriedad que no necesita de este escrito, pues se sobran para dar contestación -lo están haciendo de manera inmejorable- a los continuos intentos del gobierno municipal de desprestigiarlos, caricaturizarlos e insultarlos.
Por lo tanto, este escrito, tiene solo dos objetivos. El primero solidarizarnos con la plantilla y con sus representantes sindicales y reconocernos en sus justas reivindicaciones y en su defensa del servicio público que prestan a la ciudadanía alcalaína.
El segundo, temiendo de antemano caer en un ejercicio de optimismo exagerado, cuasi utópico, es intentar reconvenir, redirigir pedagógicamente, a la Alcaldesa y meritorios más destacados, por el camino democrático y el del respeto institucional para con su plantilla y lo que es aún más importante, para con su ciudad. Esa que dicen amar y que abre bochornosamente telediarios nacionales, como pasó con el pasado circo orquestado y organizado con los jóvenes cachorros ultras disfrazados de gambas que camparon a sus anchas durante el pleno municipal. Estarán orgullosos… pero no deberían.
En otro ejercicio de optimismo exacerbado, cuasi utópico de nuevo, pensábamos que se habrían dado cuenta de los errores cometidos, que el enfrentamiento deliberado, organizado y perpetrado, a modo de Agustina de Aragón, por la heroica alcaldesa (así se vería ella) enfrentándose, con la única compañía de la otra “mártir” Orlena de Miguel, ante una “turba sindical” que según ella dirige el anterior alcalde (vaya ojo de lince tiene), junto con el circo de las gambas antes mencionado, les habrían hecho recapacitar y recobrar la cordura, o como mínimo las formas.
Inocentes de nosotros… Lejos de caer en sus errores, lejos de recapacitar ante el daño a la imagen de la ciudad a la que dicen amar, en el pleno del día 22 de abril, saltando desde el banquillo para mantener la “energía del equipo”, salta al “campo de juego” Gustavo Severien para tachar a los representantes de SU plantilla municipal de “chirigota de liberados sindicales”.
Vamos a ver qué personajes son los que dicen estas cosas, a la par que están convirtiendo la ciudad en un plató gigante del extinto programa, santo y seña de lo que se dio en llamar telebasura, “Tómbola”.
Por un lado está la capitana del equipo, la alcaldesa Doña Judith Piquet.
Alguna fuerza política de la oposición ha recordado a menudo su presencia en las listas electorales por CCOO en unas muy pasadas elecciones sindicales en el ayuntamiento alcalaíno. Nunca hemos hecho referencia a esto, no porque tuviéramos algo de lo que arrepentirnos, ni mucho menos. Creemos que Judith fue, en su día, una trabajadora consciente de que la mejor herramienta para la defensa de sus condiciones de trabajo era, y sigue siendo, Comisiones Obreras. El más de millón de personas afiliadas que eligen CCOO para defender sus derechos o solucionar sus problemas laborales es un reflejo de la sociedad a la que pertenecen.
Además Judith, en su día, era una persona de pensamiento progresista, perteneciente a una familia alcalaína significadamente referenciada en la izquierda política y social de la ciudad. Por lo tanto, la que un día fuera candidata por CCOO en las elecciones sindicales de su centro de trabajo lo único que pone de manifiesto es el amplio catálogo de principios y valores de los que es poseedora. Cómo diría Groucho Marx “estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”, y Judith ha pasado de ser una joven progresista a ser una ultra que tacha a los que decía eran sus compañeros y compañeras en el ayuntamiento de comegambas liberados, turba sindical y otras tantas lindezas.
Luego está su compañera y amiga, Orlena de Miguel. Es como el personaje de “Lengua de Serpiente” de la saga de películas de “El Señor de los Anillos”. Por un lado, siempre en privado, pide ayuda para solucionar los problemas, sobre todo los que le causan sus correligionarios de VOX en la lamentable gestión que están realizando en el ámbito de sus responsabilidades. Pero luego, con medias verdades, ahonda en las absurdas exigencias que plantea intentando romper la unidad sindical y logrando justo lo contrario. Otra “lince”. Así, lo único que hace es demostrar su incapacidad para buscar soluciones a los problemas estructurales que el ayuntamiento tiene y que forman parte de la reivindicación de la plantilla en el actual conflicto, además de agravarlos con su nefasta no-gestión. Pero bueno, siempre queda la estrategia de embarrar el discurso e intentar desprestigiar a la otra parte (para ella, comegambas, etc.)
Vamos con otro integrante de la tertulia del “Tómbola Alcalaíno”, Santiago Alonso, que sin ton ni son intentó hacer méritos internos en otro pleno municipal arremetiendo, no ya con los liberados sindicales del ayuntamiento que gobierna, sino cuestionando toda la estructura legal y constitucional del Estado Español y el papel que esta otorga a los sindicatos. Da igual lo que diga la Constitución en la que se arropa diariamente, para él los liberados y liberadas sindicales (que no los liberados políticos como él), son poco más que una panda de vagos y aprovechados que, además, desayunan a diario. Poco nos sorprende de alguien que tiene como referentes intelectuales (y no lo digo yo, lo dice él en sus redes sociales) a fascistas y homófobos reconocidos como Pemán (madre del amor hermoso, aquí vendría un emoji, ese que se tapa la cara con la mano, en mi caso, de vergüenza ajena). Esto explica también que sometiera a la ciudad natal de Cervantes al escarnio público al concederle el Premio Ciudad de Alcalá de las Letras a la conocida no-escritora Ana Rosa Quintana. En fin…
Y vamos a ir acabando el “Tómbola” de hoy, retomando la vergonzosa intervención de Gustavo Severien en el pasado pleno. Lo de “chirigota de liberados sindicales”. Gustavo, que fue la mano derecha de Bartolo (lo peor que le ha pasado a esta ciudad en décadas), que a la vez es el referente político de Judith (ella lo llama jefe). Gustavo es un profesional de la política, es un eficaz ejecutor de las órdenes que recibe. Pero, cuando le das algo de margen, emerge su verdadera personalidad, la del ultra radical que no tiene piedad con sus enemigos. Y ese es el problema, que para él todos son enemigos, salvo que le rías las gracias o tenga el sí señor correspondiente. Quién vino a aportar experiencia a un equipo de gobierno “novato” ha elegido el papel de pirómano en lugar de el de gestor y pacificador. Esperemos que no nos deje con otros 300 millones de deuda.
No quiero olvidarme tampoco de sus correligionarios de VOX en el gobierno municipal. Estos no han perdido las formas, porque nunca las tuvieron. Son eso, ultras ejerciendo de ultras. A estos no se les espera en un deseable escenario de respeto democrático. Organizaron con sus juventudes de “Revuelta” y la aquiescencia del resto de equipo de gobierno el abochornante circo (dirigido por el “acomodador” de comunicación del PP) de las gambas. Quienes más pena daban eran los propios cachorros ultras, que creyendo estar librando una cruzada contra los viles sindicalistas, protagonizaron un esperpento vergonzante, a la par que se expusieron a un golpe de calor por el aporte de abrigo de los disfraces que orgullosamente portaban. Además, en el caso de alguno de los insignes patriotas disfrazados, demasiado ceñido al cuerpo, quizá debido a una desmesurada ingesta de tapas, tal vez de gambas, aunque esperemos que no practique el canibalismo en cierto bar local muy conocido por el tamaño de sus aperitivos.
Resulta paradójico que el maestro de pista del circo, Víctor Acosta, que siempre acusa a los sindicatos de vivir de lo público -aunque sea falso, que lo es- sea el máximo exponente de ello. No le bastaba con el salario (incluida la subida que Judith niega) por su dedicación exclusiva, sino que solicitó y se le concedió, voto de la alcaldesa mediante, permiso para seguir atendiendo su actividad profesional. A buen seguro que esto explica su nefasta no-gestión al frente de Ciudad Deportiva, que ya sufre la ciudadanía alcalaína con el caos en el mantenimiento y seguridad de las instalaciones deportivas municipales. Tampoco extraña mucho esto último, nos llega que a “su gente” les contaba que él había venido al gobierno de Alcalá a acabar con lo que ellos llaman “chiringuitos”, entre los que incluía especialmente el de Ciudad Deportiva.
En fin, mucho ánimo y todo nuestro apoyo a la plantilla municipal y su representación sindical, su lucha está siendo ejemplar y la libran con el único objetivo de defender el servicio público que prestan a las ciudadanas y ciudadanos de Alcalá. Ellos son los auténticos patriotas.
A quienes les insultan y caricaturizan, intentando amedrentarles, un enorme y combativo: ¡¡¡ QUÉ TE CALLES, CARMEEEELE!!!
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Hasta redirigir he leido. Expón tus razones, discute las suyas, pero con todos mis respetos lo de “redirigir pedagógicamente por el camino democrático” suena de un amenazador que asusta, por no darle una denominación mas acorde. Todo lo demas que puedas añadir despues se ve diluido ante esa frase, algo que tambien aplicaron y aplican con éxito en algunos paises. Redirigieron pedagógicamente y algunos siguen redirigiendo a parte de su población de maravilla, oyes.