- La Plataforma de Protección de Cotorras acusa al Ayuntamiento de permitir disparos junto a zonas infantiles.
La organización ha calificado lo ocurrido como «una práctica intolerable» y ha exigido su cese inmediato, advirtiendo que ya se actuó de forma similar en 2021 ante hechos parecidos en el parque de Fuente del Berro, en Madrid. A su juicio, la intervención resulta aún más grave en este caso por la cercanía de viviendas y espacios de ocio familiar.
En sus publicaciones en la red social X recuerdan que la Ley 4/2016 de la Comunidad de Madrid indica que, para controlar especies invasoras como la cotorra argentina, deben priorizarse métodos éticos como el pienso anticonceptivo o el control de huevos. Además, la entidad animalista afirma que «no existen indicios ni evidencias de efectos significativos de las cotorra argentina en el medio natural en que habita» y que, en cambio, sus nidos pueden dar cobijo a otras especies, convirtiéndose en una fuente de biodiversidad.
La polémica ha estallado rápidamente entre colectivos vecinales y ciudadanos. Desde Espartales Unidos califican de “vergonzoso” que el consistorio permita el uso de escopetas en un entorno público. «Increíble que este Ayuntamiento de Alcalá de Henares permita esto… en una plaza pública con escopetas, que vergüenza de equipo de gobierno que permite esta crueldad», aseveran.
La indignación también ha llegado a vecinos a título individual, que han cuestionado tanto la legalidad de la actuación como su idoneidad. «Si se está haciendo de forma unilateral por los operarios de la empresa adjudicataria ya esta tardando el Ayuntamiento en proponer sanción. Si la orden llega directamente desde el Ayuntamiento se trata de incumplimiento administrativo con consecuencias legales», explica un vecino en la red social.
Otros vecinos han lamentado la utilización de «métodos crueles y poco efectivos»: «Una forma de actuación muy poco ética y que da mal ejemplo para niños/as y personas sensibles, dando mala imagen de Alcalá de Henares, Ciudad Patrimonio de la Humanidad».
Desde el Ayuntamiento de Alcalá resaltan los daños que puede provocar esta especie en su entorno para justificar la caza. “El ruido constante de las cotorras argentinas afecta a la tranquilidad de los residentes”, puntualizan, “sobre todo en áreas de recreo y esparcimiento como Magallanes”. También aseguran haber recibido noticias de “excrementos acumulados” en la zona por una supuesta sobrealimentación de las aves o informaciones sobre la caída de nidos “de hasta 200 kilos”, un “riesgo” para la seguridad y la salud pública.
La Plataforma para la Protección de las Cotorras en España, que ha difundido el vídeo publicado en esta información, denuncia en un comunicado el uso de “métodos crueles” instigados por el Ayuntamiento en lo que considera un “ataque intolerable e inaceptable” hacia estas aves.
Los colectivos ecologistas recomiendan acudir a soluciones pacíficas
Los colectivos ecologistas recomiendan acudir a soluciones pacíficas, como la esterilización o el pinchazo de los huevos. Pero desde la asociación vecinal de la zona afectada defienden la opción del descaste, una forma de caza institucional para reducir o eliminar una especie que puede ser dañina para el entorno o los cultivos. “Yo he visto cómo se han cargado a las palomas o los grajos en ese parque y cómo han caído nidos enormes que podrían haber dañado a cualquiera. Si se está haciendo de forma legal, no vemos ningún problema”, considera el presidente de la Asociación Vecinal de Reyes II en Alcalá de Henares, José Vidal, después de una reunión hace días con el concejal de Medio Ambiente, en la que le explicó las medidas contra las cotorras argentinas.
No obstante, el recuerdo reciente de cómo el sacrificio de aves invasoras que en su día instigó el Ayuntamiento de Madrid provocó una fuerte reacción vecinal que terminó barriéndolo. En este caso, Vidal comprende que existen otras medidas además de la muerte a tiros, pero no lo descarta como algo efectivo. “Son muy molestas y se concentran todas en el mismo árbol del parque de Magallanes. Si esta práctica ya se hace en otras ciudades, no veo que por qué aquí no”, determina. Sin embargo, no todos comparten su tesis: “Es intolerable y exigimos que cese de inmediato”, señalan desde la plataforma de protección de cotorras, argumentando que esta zona tiene además edificios residenciales alrededor.
Ahora vuelven a la carga para reivindicar en Alcalá de Henares las recomendaciones de la ley 4/2016, que rige en la Comunidad de Madrid para el control poblacional de aves urbanas –también las invasoras– y prioriza fórmulas “éticas” para regular la natalidad, como el pienso anticonceptivo o el control de huevos. “En este parque de Magallanes son muchas las voces que piden que sus espacios públicos sean una fuente de ocio, de cultura y de tranquilidad”, aseguraron desde la plataforma en defensa de las cotorras, que tuvo conocimiento del caso tras la denuncia de un vecino. Además, reiteran la presencia de elementos importantes para el patrimonio complutense en los alrededores del parque en cuestión.
Por ejemplo, el Yacimiento Arqueológico de Complutum: “Esta es la historia de Alcalá que debe ser conocida y no su falta de ética en la gestión de la fauna”. También las sedes de colectivos vulnerables, como las que frecuentan los usuarios de APHISA, la Asociación de Alcalá de Henares para personas con discapacidad intelectual, localizada en el barrio. “El Ayuntamiento debe velar por la salud física, mental e integral de todas las personas que forman parte de este barrio, trabajando con ética y respeto por el medioambiente y los seres vivos que son parte de nuestros vecindarios”, instaron los denunciantes. No obstante, los señalados se mantienen en sus trece: “Tenemos autorización de la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal de la Comunidad de Madrid y los tiradores van perfectamente documentados”.
Alucino. Si bien me parece razonable considerar la manera más efectiva, y si se quiere menos cruel, de exterminar a las cotorras, esto debe de tener en cuenta siempre una premisa: son una plaga peligrosa y molesta, y no unos animalitos simpáticos al estilo de los de las películas de Disney. Y a las plagas hay que tratarlas en consecuencia.
Si no se hubieran multiplicado de esa manera gracias al incivismo de quienes las compraron y luego las soltaron, no habría mayor problema en considerarlas una especie más de la fauna de la ciudad. Pero a diferencia de los gorriones, las golondrinas, las cigüeñas, los mirlos o las urracas, que sí están integradas, las cotorras al igual que las palomas son una plaga, y no las únicas, puesto que la misma insensatez que con las cotorras la cometieron con los mapaches, también convertidos en plaga aunque éstos, al menos por el momento, no se adentren en la ciudad.
Pero que exista una “Plataforma de protección de cotorras” roza ya el surrealismo, y yo les preguntaría a sus integrantes si tienen previsto extender su radio de acción a las ratas, las cucarachas o las procesionarias, que también son animalitos, O, remedando un chiste de José Mota, les instalaría un nido de tan preciosos animalitos en la ventana de su casa, a ver qué tal les sentaba.
Señores, vuelvo a insistir, la vida salvaje no es como en las películas de Disney. De verdad de la buena.
Bien dicho, pero el “buenismo” impera. Ahora, matar una mosca a cañonazos, pues como que no. Será más barato y rápido, pero no deben ser los únicos parámetros a considerar, en mi opinión. Si fuera así, al final los salvajes somos nosotros.
Ahora a ver cuándo una campaña para concienciar a los ciudadanos que dan de comer a las palomas…Seguramente inspirados también por Disney o cuentacuentistas.
Pues sí, y aprovecho su comentario para añadir algo que se me olvidó. Hace tiempo, en otra matraca similar, los cotorrófilos se soltaron con que no se las matara, sino que se las capturara y se las esterilizara… y se quedaron tan panchos. No hace falta ser un experto en veterinaria para saber que en estas poblaciones es virtualmente imposible esterilizar a un número suficiente de ejemplares para que su población descienda, eso sin contar con que en un ave, por su propia anatomía, es más complejo -y por supuesto más caro- que en un mamífero. Eso sin contar con que ni tan siquiera así se logran mantener controladas las poblaciones de gatos callejeros, pese a la mayor facilidad. Eso sí, ¿y lo bien que quedan?
En cuanto a las palomas, coincido plenamente con usted. Conozco un caso en pleno centro de Madrid que clama al cielo, los vecinos están hartos de dar quejas al Ayuntamiento, el Ayuntamiento responde que es consciente de ello y que -las comillas son mías- “esta haciendo lo necesario para resolver el problema”, pero lo cierto es que hay tal abundancia de palomas que pasar entre sus bandadas recuerda a la película Los pájaros de Hitchcock, mientras la alimentadora sigue haciéndolo impunemente ignorando las quejas y las imprecaciones de los vecinos y, aparentemente, las teóricas “soluciones” municipales. Y la casa sin barrer.
Podían haber enviado al “comando panceta” para espantar a las cotorras en lugar de usarlos para intimidad a los trabajadores.
Se está luciendo la coalición.
Ya está bien de tanto animalitos.
Cualquier bichito tiene ya más derecho que cualquiera persona.
Los perros porque son perros, pero al final la ciudad da asco pasar por las aceras y parques por las cacas de estos, me hace muchísima gracia ver a lis dueños mirar a izquierda e derecha para ver si no hay nadie y dejar las cacas en aceras u otros sitios.
Eso sí perros en cualquier establecimiento, es que ahora nadie sabe ir a comprar,da lo mismo que sea comida que ropa a tomar una cerveza o dar un simple paseo.
Es que el perro no se puede quedar en casa, como ha sido toda la vida.
Las colonias de los gatos callejeros otra plaga, el que quiera un gato que se lo lleve a su casa.
Al final para que valen, no cazan porque están bien alimentados.
Yo los he visto hasta jugar con los ratones.
Al final el ratón por un lado y el gato por otro.
Y ahora ya para colmo tenemos la plaga fe palomas y cotorras.
No se si se tienen que matar con escopetas o con que.ñ, pero acaben con ellos de una vez.
Lis coches están hecho una mierda en las calles por culpa de las palomas.
Los barrios donde hay cotorras es imposible aguantar el ruido y la mierda de esos nidos.
Una solución quizás sería nido que hagan que se quite, por lo menos no criarian.