- La Soledad Coronada y el Descendimiento apenas recorrieron unos metros antes de que la lluvia truncara la procesión. Medinaceli ni siquiera pudo salir.
- Crónica gráfica y Video de Myriam Trujillo para ALCALÁ HOY
La ciudad estaba lista. El incienso flotaba en el aire y las cornetas ya ensayaban su lamento solemne. Las túnicas planchadas, los pasos engalanados, los costaleros con el alma en vilo. Pero el cielo tenía otros planes. La lluvia, persistente y traicionera, rompió el alma del Viernes Santo alcalaíno y lo tiñó de tristeza y resignación.
- Fotos del Ayuntamiento
La primera en intentarlo fue la Hermandad de Jesús de Medinaceli y María Santísima de la Trinidad, que había programado su salida desde el Colegio del Málaga media hora antes que la procesión de La Soledad. Pero la amenaza de una nube densa y cerrada los mantuvo en vilo, y tras retrasar su salida con la esperanza de una tregua, la decisión final fue la más dolorosa: no salir. Solo durante unos minutos, la imagen pudo asomarse a las puertas del colegio, arropada por la Agrupación Musical Jesús de Medinaceli y el calor de los fieles congregados. Fue un breve consuelo para los devotos que aguardaban bajo paraguas y capuchas.
Allí estuvieron presentes el teniente de alcalde Víctor Acosta (VOX), la concejala Cristina Alcañiz y el edil Santiago Alonso, acompañando a los hermanos en una tarde en la que las decisiones se tomaban con el corazón roto y los ojos en el cielo.
A escasos metros, en la parroquia de Santa María la Mayor, la Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de María Santísima de la Soledad Coronada, el Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y San Juan Evangelista se enfrentaba al mismo dilema. A las 19:30, las puertas del templo se abrieron con valentía. La lluvia había dado un leve respiro, y los hermanos, tras meses de preparación, decidieron salir. La cruz reducida al mínimo, los costaleros en cuclillas para franquear la puerta, y el público con el alma contenida.
Fue una salida perfecta. El paso del Descendimiento se abrió paso por la calle Libreros en medio de una expectación silenciosa. Tras él, el cortejo comenzaba a tomar forma, preparando la salida de la Reina de Alcalá, la Virgen de la Soledad Coronada.
La primera y única levantá de la imagen estuvo dedicada a todos los costaleros que por motivos de salud u otras causa ya no están en la hermandad, pero principalmente se la dedicaron a su hermano Dámaso que “está atravesando un problema de salud, peor que con la ayuda del Señor y de sus hermanos que van debajo del paso rezando por él lo va a superar y va a volver a estar con nosotros. Va por él.”
Pero solo bastaron treinta minutos para que todo se torciera. Las primeras gotas comenzaron a caer con una velocidad cruel. La nube, que parecía haberse disuelto, regresó con fuerza. Y entonces, el viento. Los paraguas se desplegaban, los hábitos se empapaban, y en cuestión de segundos, la decisión inevitable: media vuelta y regreso al templo.
El paso del Descendimiento, ya completamente expuesto, fue cubierto con plásticos de urgencia. Una racha de viento desplazó la protección, dejando al Cristo nuevamente a merced de la lluvia. La imagen, empapada, regresó a Santa María escoltada por aplausos emocionados. El público quiso acompañar hasta el final a un paso que se quedó a las puertas de su Estación de Penitencia.
En el interior del templo, el silencio dolía. Allí, entre lágrimas y rostros desencajados, se improvisó un pequeño acto. José Mota le cantó a la Virgen y al Cristo sendas saetas, se rezó y se hizo una levantá dedicada a los afectados por la DANA de Valencia, buscando en la solidaridad un bálsamo para el dolor.
La alcaldesa Judith Piquet, presente durante todo el proceso, compartió el pesar de los cofrades junto al obispo de la diócesis, Antonio Prieto, el presidente de la Junta de Cofradías, Gregorio Manzanares, y varios miembros de la corporación municipal, entre ellos los concejales Antonio Saldaña, Antonio Peñalver y Lola López y la representación socialista, María Aranguren, Enrique Nogués, Rosa Gorgues y Nicolás Rodríguez cuya presencia no fue solo institucional, sino profundamente humana. Muchos de ellos no pudieron ocultar la emoción al ver cómo el trabajo de un año quedaba truncado por la lluvia.
Para Enrique Molina, hermano mayor de la cofradía, fue uno de los días más duros que recuerda. “Es el trabajo de todo un año que se queda dentro. Ver llorar a los niños, a las señoras de mantilla, a los costaleros… eso duele más que la lluvia”, confesaba al final de la noche.
Y es que cuando se trata de la Soledad Coronada, todo se vive en mayúsculas. Su salida no es una más. Es un momento de comunión popular, una expresión de devoción arraigada en generaciones. Por eso, la frustración era tan palpable como el agua en los adoquines. Y por eso también, el consuelo fue colectivo: desde los altos cargos eclesiásticos y políticos hasta el último nazareno.
El Viernes Santo de 2025 pasará a la historia en Alcalá como el de la devoción empapada, el de las procesiones frustradas y las emociones desbordadas. Una jornada marcada por la tristeza, pero también por la unidad, la fe y la capacidad de sobreponerse a la fatalidad. Porque, a pesar de la lluvia, el espíritu cofrade no se mojó.
El Santísimo Cristo de la Agonía, María Santísima de Los Dolores y San Juan recorrieron las calles del casco histórico
- Fotos del Ayuntamiento
La más madrugadora del Vienes Santo fue la procesión de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía, María Santísima de Los Dolores y San Juan que con salida a las 6:00 horas recorrió las calles del Centro Histórico en este Viernes Santo. Les han acompañado la alcaldesa Judith Piquet, los concejales Antonio Saldaña, Pilar Cruz y Lola López y los concejales socialistas Enrique Nogués, Rosa Gorgues y Alberto Blázquez, así como el obispo de Alcalá, Antonio Prieto y representantes de la Junta de Cofradías
El recorrido dio comienzo en la calla Santa Úrsula y pasó por la Plaza de Rodríguez Marín, Plaza Cervantes (lado Ayuntamiento), calle Bustamante de la Cámara, Plaza de San Diego (7:00 horas oración ante las clarisas de San Diego) calle Beatas, calle Libreros, calle Tinte, calle Santiago, Plaza de Palacio, calle San Juan, Plaza de los Santos Niños, (8:00 horas estación de penitencia en la Catedral), calle Escritorios, calle Santa Úrsula.
El Acompañamiento musical ha corrido a cargo de A.M. la Soledad de Madrid y A.M. Unión Musical El Maestro.
SEMANA SANTA ALCALÁ |
✝️ La lluvia impidió salir a la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de Los Dolores @SEntierroAlcala. Finalmente, la estación de penitencia se realizó en el interior de la Catedral Magistral.👥 La alcaldesa @JudithPiquet, las concejalas @PiliCruz_… pic.twitter.com/vtM5hDIWqu
— Ayuntamiento de Alcalá de Henares (@AytoAlcalaH) April 19, 2025