Un puesto vitalicio entre polvorones: La jugada navideña de la alcaldesa Judith Piquet | Por Blanca Ibarra

El pasado 27 de diciembre, mientras el espíritu festivo nos tenía distraídos, Piquet firmaba de tapadillo su contrato como trabajadora fija municipal. Lo hacía sin renunciar a su cargo de alcaldesa, incurriendo en una incompatibilidad legal y un absoluto despropósito que haría sonrojarse a cualquiera.

Foto de Ricardo Espinosa
  • Blanca Ibarra es médica y concejala socialista en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares.

Mientras la mayoría de los vecinos y vecinas de Alcalá de Henares os estrujabais el cerebro pensando en cómo cuadrar las cuentas entre los gastos ordinarios del mes y los regalos de Navidad para vuestros hijos, Judith Piquet, nuestra flamante alcaldesa, tenía la mente en otras cosas. Y no, no precisamente en hacer el trabajo por el que le pagáis, sino algo sin duda más jugoso: cómo adjudicarse un puesto fijo para toda la vida en el Ayuntamiento de la ciudad y que actualmente gobierna. Así, con toda la “elegancia” y la falta de escrúpulos que el turrón y las luces navideñas permitan.

El pasado 27 de diciembre, mientras el espíritu festivo nos tenía distraídos, Piquet firmaba de tapadillo su contrato como trabajadora fija municipal. Lo hacía sin renunciar a su cargo de alcaldesa, incurriendo en una incompatibilidad legal y un absoluto despropósito que haría sonrojarse a cualquiera. Pero no a Judith. Porque, por supuesto, como toda obra que se hace sabiendo que está mal, también se encargó de organizar una Comisión Urgente y Extraordinaria para vestir el movimiento con cierto aire de legalidad. Si haces algo cuestionable, mejor que pase desapercibido entre polvorones y uvas, ¿no creéis? Al menos, eso debe pensar ella.

Pero ¿y qué pasa con los demás aspirantes al puesto? Porque, como proceso público que era, otras 21 personas también optaban a la plaza de manera completamente legal. Sencillo, se quedan sin opciones. Simplemente, están fuera. Porque, a diferencia de la alcaldesa, aunque ellos y ellas han recurrido a la vía del estudio y la preparación y se han considerados aptos para concurrir a ese puesto, carecían de algo que Piquet si tenía: la capacidad de adjudicarte desde el poder el contrato de tu vida. Es una maniobra que, no solo es reprobable, sino también fraudulenta. Y, por si esto no fuera suficiente, la jugada también afecta a los más de 300 trabajadores municipales que están actualmente en procesos de consolidación. Con esta maniobra, Piquet los ha convertido en rehenes de su ambición personal, al no desligarse del proceso general y gestionar su plaza dentro de este, poniendo así en peligro la estabilidad laboral de un porcentaje muy amplio de la plantilla municipal.

Y aquí es donde el historial de la actual alcaldesa entra en escena. Porque llegados a este punto cualquiera podría pensar que es demasiado enrevesado para ser cierto, que a nadie se le ocurre de pronto algo así. Claro, es que esto no es un desliz puntual, sino una pieza más de un currículum vital marcado por el trato de favor. Judith Piquet entró en el Ayuntamiento en el año 2004 con un contrato temporal que debía durar tres años. Veinte años después, aquí sigue. ¿Cómo entro? ¿Qué pruebas realizó? ¿Qué oposición aprobó? Son preguntas que siguen sin respuesta hasta la fecha pero que ayudan a entender cómo ahora, y desde el poder, su máxima prioridad haya sido asegurarse el puesto vitalicio que jamás explicó cómo obtuvo. Es deplorable, sí, pero cierto.

La gravedad de esta situación no tiene precedentes en nuestra ciudad. Piquet ha retorcido la normativa para intentar legitimar un movimiento que atenta contra los derechos de los trabajadores y los principios éticos de cualquier administración pública. Y todo ello con pleno conocimiento de causa, porque Judith, además de alcaldesa, es jurista. Sabe exactamente dónde pisa.

Una vez más, queda claro quiénes son los que confunden el servicio público con el beneficio personal. Pero lo que es intolerable es que esto ocurra en nuestra casa, con nuestra gente y con el dinero de los alcalaínos y alcalaínas. Porque Alcalá merece algo mejor que una alcaldesa cuya única prioridad desde que llegó en 2023 ha sido asegurarse su futuro a costa de todos nosotros.

El Partido Popular lleva ya más de un año insistiendo en que, desde su alianza con VOX para llegar al gobierno municipal, “Alcalá ha vuelto a sonreír”. Pero no, queridos vecinos y vecinas, la realidad es mucho más cruda, es Judith Piquet la que se está riendo de ti.

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1 Comentario

    • En tu comentario no veo que expongas nada que aporte algo de verdad al asunto sobre el morro que tiene la alcaldesa de entrar a dedo a trabajar en el Ayuntamiento y conseguir una paga vitalicia. Solo haces ataques personales, algo que se hace cuando no se tiene argumentos. El psoe tampoco es que sea la panacea gobernando pero no nos pone a todos en evidencia.

  1. Conozco a una persona que después de más de 6 años trabajando en el Ayuntamiento, por tanto con más de 3 años en fraude de ley por parte del Ayuntamiento, le van a cesar. Su puesto lo va a cubrir una persona que actualmente no trabaja en el Ayuntamiento pero lleva más años en la administración. Consolidan puestos de trabajo, no a los trabajadores.
    La persona que yo conozco tuvo que estudiar, hacer el examen y aprobar. ¿Es justo lo que está pasando?

    • Si hablamos de miembros del PP, lo de “justo” sobra. Han sido capaces de “obtener” titulaciones universitarias sin apenas haber pisado la universidad… estas cosillas son pecata minuta. Y siguen sin despeinarse, eso sí, con una sonrisa de extremo a extremo de la cara. Cinismo a raudales.

  2. Vergüenza de alcaldesa para que digan del pse pero estos desde que entraron lo están haciendo mucho peor la limpieza de las calles los jardines las aceras la seguridad nada de nada visto lo visto prefiero los de antes pues las cosas las hacían mucho mejor lo siento mucho decirlo pero es así esperemos que el 2025 venga mejor porque con los políticos que tenemos vamos de punto culo feliz año para todo el mundo

  3. El artículo de la sra. Ibarra podría haber sido “más fino” en la redacción, sin embargo, los hechos parecen que no son trigo limpio. El Partido Popular sigue sin tener líderes responsables, con sentido de la ética y el respeto a TODOS; si hablamos de políticos, a la oposición, pero si hablamos de los ciudadanos, los que votan de una forma u de otra, coherencia con su verborrea… no vaya a ser que quieran exigir la perfección a la oposición (y a los ciudadanos) cuando el PP es rotundo en abanderar la incongruencia y necedad en actos y explicaciones.

  4. No incumple ninguna ley porque de su plaza de funcionaria o laboral que ha consolidado como cientos de trabajadores del Ayuntamiento, ha solicitado la excedencia voluntaria, con lo cual cumple perfectamente la legalidad. La máquina del fango vuelve a fallar.

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