- Carta remitida por Matthew McLaughlan Merelo.
Recientemente, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, con los votos a favor del Partido Popular y de Vox, ha concedido el Premio Ciudad de Alcalá de las Artes y las Letras a Ana Rosa Quintana. Sin embargo, no merece estar en compañía de los grandes artistas, periodistas y escritores que han recibido el galardón más importante que otorga nuestra ciudad, como Iñaki Gabilondo, Isabel Allende o Eduard Punset.
No lo merece, no solo por haber plagiado su única novela publicada, que tuvo que ser retirada por el grupo Planeta, sino por el desprestigio que este premio causa a nuestra ciudad. Reconocer a una persona que se dice comunicadora pero que no duda en desinformar o difundir bulos si eso le permite avanzar su propia agenda política, es un problema aún mayor.
El premio no es un gesto simbólico; es una forma de entender la política y la gestión que, en mi opinión, es muy triste. Es una manera de tomar decisiones sin importar cómo afectarán a la imagen de la ciudad o al bienestar de los alcalaínos. La política debería ser otra cosa: entendimiento y construcción para mejorar nuestra ciudad, no simplemente premiar a quienes juegan en tu equipo, aun cuando claramente no están a la altura de ese reconocimiento. Sin embargo, la alcaldesa Piquet ha preferido seguir el manual de estilo de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Este estilo de hacer política ya lo hemos visto antes. El año pasado, durante un viaje de trabajo en Sevilla, conversé con un taxista que, al saber que soy alcalaíno, me dijo: “mira, justo hoy he escuchado a tu alcaldesa por la radio, ¡madre mía, las cosas que dice de los inmigrantes!”. Se me caía la cara de vergüenza, especialmente cuando se supo que está siendo investigada por presuntamente haber filtrado una denuncia de manera ilegal para proteger a Isabel Díaz Ayuso tras uno de sus ramalazos xenófobos. El próximo 9 de octubre, cuando se entregue el premio a Quintana, volveré a sentir esa vergüenza.
Alcalá no es eso. Alcalá debería estar a la altura de otras grandes ciudades culturales como Granada o Salamanca, por nuestra universidad, por nuestra historia y por nuestra gente. Sin embargo, cuando la ciudad se asentaba en su nueva imagen tras las reformas de los últimos ocho años, volvemos a las prácticas de hace veinte, las del anterior ayuntamiento del Partido Popular, ahora teñidas de radicalismo, tanto por sus socios de gobierno como por los discursos ayusistas de la alcaldesa.
El ayuntamiento de Judith Piquet no gestiona Alcalá, no cuida de Alcalá. Apenas llegó al poder, la alcaldesa se subió el sueldo un 20%, hasta más de 85.000 euros anuales, mientras que los presupuestos para la ciudad se recortaron en un 35%. Volvemos así a un modelo que nos condena a pagar a todos los alcalaínos 30.000 euros diarios en deuda heredada del último gobierno local del Partido Popular. No tenemos servicio de grúa municipal, los servicios del ayuntamiento son más caros y, además, se implantará una nueva tasa por la recogida de basuras.
A Judith Piquet no le importa Alcalá. Le importa su puesto y seguir ascendiendo en su partido. Le importa que le aplaudan los suyos. Quedan menos de tres años para que los alcalaínos decidamos sobre su gestión. Cuando lo hagamos, me acordaré del Premio Ciudad de Alcalá para Ana Rosa Quintana, de cómo pudo haber sido para otros grandes comunicadores como Carlos Herrera o Pilar García Muñiz, pero Piquet eligió desprestigiar a nuestra ciudad. Me acordaré también de cómo Alcalá dejó de funcionar para todos, para convertirse en un lugar que solo sirve a quienes ocupan los despachos del consistorio.
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Si el premio hubiera sido para alguien que alaba al actual gobierno sanchista… ¿hubiera sido igual su crítica?
Qué hartura de rojos y rojilllos que no aceptan a quien no sea de su “misma condición”
Y que hartura de derechosos que no aceptan una crítica a una decisión que no compartimos muchos alcalaínos por ser una comunicadora que vive a base de lo que le escriben otros.
Otro inculto a las 3. JP, apaga la tv, lee más y te cansarás menos. Sé que parece dificil pero créeme, puedes.
Rojos y azules….
Todos!
¡Totalmente de acuerdo contigo!.
Qué mala suerte tiene Alcalá con sus políticos, solo quieren la alcaldía como trampolín en su carrera política, no por mejorar la Ciudad.
¡Totalmente de acuerdo contigo!. Los políticos de Alcalá no vienen a servir a Alcalá, sino a servirse ellos de Alcalá, usándola, como muy bien has dicho, como trampolín para su carrera política. Desgraciadamente, lo de mejorar Alcalá no les importa lo más mínimo. Y así está la ciudad como está, hecha una auténtica pena.
Otra tropelía más de la altura cultura de este gobierno mde derechas y extrema derech. Que bajo ha caído Alcalá con esta señora de primer edil de esta ciudad.
Qué raro que no ha salido Franco en el comentario…
Tienes razón, Alcalaíno. Un ejemplo: ex-alcalde de Alcalá es, actualmente, el Director General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid. Qué hace para mejorar el Casco Histórico, tan deteriorado y en peligro, de nuestra
ciudad? Y quejas ha recibido.
Alcalá siempre será el paraíso para que la derecha haga y deshaga lo que le venga en gana con apoyo de la mayoría de la población completamente manipulada (sólo hay que mirar al auge de los partidos fascistas en nuestra ciudad). El anterior alcalde, aún sin destacar por su gestión, consiguió ser de los mejores en los últimos años en comparación con los incompetentes militantes populares que sólo buscan un escaño en la camara madrileña. A ver si con estás noticias por fin consiguen cambiar la mentalidad de las personas y elegimos a alguien que consiga mejorar tanto la imagen como la calidad de la ciudad en lugar de pisotearla.