Cara a cara con nubarrones | Por Santiago López Legarda

Fue el líder del Partido Popular quien primero lanzó el guante: quería un debate con Sánchez en el Senado. Y en Moncloa, después de algún titubeo inicial, pronto llegaron a la conclusión de que “les iba el asunto”, como dice la pelirroja Kate a propósito de su noviazgo con Sean en la insuperable El Hombre Tranquilo.

El presidente del gobierno Pedro Sánchez, y el líder del PP Alberto Nuñez Feijóo en el Senado. EFE/FERNANDO ALVARADO
  • Este cara a cara entre el Jefe del Ejecutivo y el Jefe de la oposición se va a celebrar sobre un fondo de nubarrones que se nos vienen encima.

 

  • Santiago López Legarda es un periodista alcalaíno que ha ejercido en diferentes medios nacionales.

Al parecer, Feijóo quería un debate de política general ( Estado de la Nación) pero tal cosa solo suele darse en la Cámara Baja. De modo que habrá debate, aunque oficialmente será para que el Presidente del Gobierno de cuenta del reciente Decreto sobre medidas de ahorro energético. Pero es evidente que se hablará de todo, porque Fijóo, con el viento a favor de las encuestas, pretenderá mandar a la lona a Sánchez y éste tratará de colocar como mínimo un par de buenos directos que hagan trastabillar a su oponente. El arte de la política es en gran medida el dominio de esa esgrima dialéctica con las televisiones ofreciendo en directo el espectáculo a cuantos lo quieran ver.

Esgrima dialéctica, sí, pero no solo. El último caso de un político virtuoso en la oratoria lo tenemos en Albert Rivera y ya ven lo que pasó con él. Yo creo que el Presidente del Gobierno acudirá a la Cámara Alta con unas cuantas bazas que podrían darle el triunfo frente al líder del Partido Popular, que a veces da la impresión de no estudiarse los temas y quedarse en lo más superficial. Fue asombrosa aquella frase suya según la cual el Gobierno se estaba “forrando” gracias al aumento de ingresos derivado del alza de los combustibles.

El clima de opinión que se ha ido apoderando de la ciudadanía es favorable a Feijóo y muchos piensan que el cambio de Gobierno está cantado y que llevar la legislatura hasta el final solo servirá para consolidar esa tendencia.  Hace unos días  La Razón publicaba una encuesta que atribuye al PP más de 140 escaños, con una ventaja de 50 sobre los socialistas. Puede que esos datos sean fiel reflejo de la realidad a día de hoy y también puede que sean, al menos en parte, la expresión de un deseo. Como dicen los futboleros, todavía hay partido.

Este cara a cara entre el Jefe del Ejecutivo y el Jefe de la oposición se va a celebrar sobre un fondo de nubarrones que se nos vienen encima. Se habla incluso de un otoño o un invierno del malestar y ya se sabe que quien suele pagar el pato del malestar social, sean cuales sean las causas, es el Gobierno. La inflación galopante y el deterioro que está causando en los salarios y en las rentas familiares es la causa primera de este malestar. Y el caso es que un observador imparcial podría llegar a la conclusión de que tal deterioro no existe, a juzgar por el frenesí con que los españoles nos hemos lanzado este año a nuestras merecidas vacaciones. ¿Quién tiene la culpa de esta escalada de precios que nos ha pillado a todos con el paso un poco cambiado?

Sería muy injusto atribuírsela a Sánchez y sus ministros, aunque tampoco es muy de recibo que desde el Ejecutivo se insista tanto en “la guerra de Putin”.

Yo creo que este clima de opinión tan contrario al primer Gobierno de coalición de nuestra democracia es poco ecuánime porque Sánchez y sus ministros han puesto en marcha medidas que tratan de corregir las enormes desigualdades sociales. Ahí están los ERTES que se aprobaron durante la pandemia, el ingreso mínimo vital, el salario mínimo o la subida de las pensiones de acuerdo con el IPC. Qué duda cabe que el Ejecutivo ha tenido también sus momentos malos o malísimos, como el cambio de posición sobre el Sáhara o las disensiones internas. Entre los momentos malos habría que incluir el debate que se avecina sobre el gasto en Defensa o el descarado pronunciamiento de Yolanda Díaz, desde su atalaya de la Vicepresidencia, en favor de las demandas sindicales. Pero, en conjunto, mi opinión es que este Gobierno ha sido bueno para España, seguramente mejor que el que podría encabezar Alberto Núñez Feijóo a partir de 2024.

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1 Comentario

  1. Sr. Legarda despierte al mundo real. Le recuerdo que estamos en 2022. Hombre, y decir que este ha sido un gobierno bueno para España, solo le ha faltado decir que gracias a Bildu, Unidas Podemos, ERC, PNV, etc.etc. Habrá que disculpar la senilidad.

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