Remitido por Susana Ropero Calles, Presidenta de la Junta Municipal del Distrito I del Ayuntamiento de Alcalá de Henares
- Se trata de una decisión que asumo responsablemente, considerando que no se trata de censura, sino la mejor opción teniendo en cuenta que en el parque había decenas de niños y niñas.
- Considero y asumo que es un error programar este tipo de obra en el contexto en el que se iba a desarrollar: espacio, horarios y público.
- Lamento profundamente lo ocurrido y pido disculpas tanto a los miembros de la compañía como a la ciudadanía, que ha podido disfrutar de unas fiestas de San Isidro que se han celebrado con gran júbilo y alegría.
- En los próximos días, vamos a contactar con la compañía para ofrecer una disculpa y brindarles la posibilidad de reprogramar esta función en otro espacio municipal.
Resulta como poco llamativo que estos señores de IU, Podemos, etc. tengan una piel tan fina y sensible ante lo que consideran “censura” -yo no vi la obra, pero me contaron que fue de un pésimo gusto e incluso posiblemente ilegal, puesto que se representó ante niños pequeños- y luego sean ellos los mayores censores en los temas que no les gustan como -cito sus propias definiciones, o mejor dicho sus montajes dialécticos- como la lgtbfobia -no sé si me faltan letras-, el racismo, el antiecologismo -el suyo, no el de verdad-, el macro y micromachismo, y un buen puñado de historias más, a la par que intentan imponernos -¿no es eso censura?- inventos tan discutibles como el lenguaje binario -o ternario, o cuaternario, que nunca se sabe hasta donde pueden llegar- el lenguaje “políticamente correcto”, que acaba siendo una sarta insufrible de eufemismos cada vez más bobos, el animalismo -que poco tiene que ver con la defensa real de los derechos de los animales- y un largo etcétera.
Desfacedores de entuertos, en suma que hacen palidecer a don Quijote, con el agravante de que carecen de la grandiosidad y universalidad del personaje cervantino. Pero está visto -estoy hablando de mi experiencia personal en la universidad, allá por los años de la transición- que ya entonces estaban desnortados y todavía lo estarían más tras la caída del Telón de Acero, por lo que vacíos de ideología se dedican a lo único que saben hacer, brindis al sol completamente carentes de contenido. Y ya está bien.
Se me olvidaba. Nada hay peor que una censura de derechas salvo una censura de izquierdas. Pónganles, para mayor claridad, el adjetivo extrema delante de derechas y de izquierdas. Ya se sabe que los extremos se tocan.