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Nuestros conciudadanos de extrema derecha parecen estar hartos del estado de alarma, del virus que lo ha provocado y del tedio de semanas y semanas encerrados en casa.
- Santiago López Legarda es un periodista alcalaino que ha ejercido en diferentes medios nacionales.
El resto de ciudadanos, de todo el espectro político, también parecen mostrar síntomas de que poco a poco nos vamos convirtiendo en una olla a presión. Pero los de extrema derecha creen haber encontrado la válvula de escape adecuada: este Gobierno asesino de ancianos, que no se pone corbatas negras y lleva a España a la ruina, debe caer por el impulso de las cacerolas patrióticas, como cayeron las murallas de Jericó por el estruendo de las trompetas.
En la capital de España, en la zona cero del voto a las formaciones de derecha y extrema derecha, hemos visto estos días concentraciones más o menos espontáneas de ciudadanos saltándose todas las reglas del estado de alarma. ¡Libertad! gritaban, en una actitud de desafío a las autoridades y puede que también al destino, puesto que juntarse en masa sin mascarillas, brindar por el futuro que ya se anuncia y besarse y abrazarse puede ser un camino muy rápido hacia la extensión generalizada de los contagios. Tienen a uno de sus líderes hospitalizado por culpa del virus, pero eso tampoco frena el aguerrido entusiasmo con que exhiben su programa político: “Sánchez, vete ya”.
Repasando los vídeos de estas protestas callejeras, he recordado la famosísima escena que narraba el socialista Fernando de los Ríos en su libro “Mi viaje a la Rusia soviética”, viaje que se produjo en 1921. El socialista y liberal de los Ríos, educado en la Institución Libre de Enseñanza, había ido allí para conocer de primera mano lo que se estaba construyendo en el antiguo imperio zarista y consiguió una entrevista personal con el líder de la Revolución Soviética. Lenin tenía sin duda un enorme talento para la oratoria y las consignas políticas. “El comunismo es la electrificación de todo el país más el poder de los soviets”, había dicho antes de explicarle a de los Ríos todos los grandes logros que estaban consiguiendo. Pero el socialista español intuyó que allí se estaban echando los cimientos de la futura dictadura stalinista y preguntó a Vladimir Ilich por las libertades en el país de los soviets. ¿Libertad para qué?, fue la escueta y arrogante respuesta de Lenin, a lo que de los Ríos respondió a su vez: libertad para ser libres. Que viene a ser lo mismo que libertad para no ser siervos, para ser seres humanos con todos los atributos.
A los jóvenes airados del barrio de Salamanca podríamos hacerles la misma pregunta que formulaba el líder de la Revolución de Octubre hace un siglo: para qué quieren la libertad por la que tanto gritan. ¿Para extender la epidemia que nos azota? ¿Para poner en peligro su salud y, lo que es mucho más grave, la salud de los demás? Porque en una democracia, en un estado de derecho, la libertad individual tiene como límites la libertad y los derechos del resto de los ciudadanos, y el derecho a la vida y a la salud es el más importante, el pilar en que se apoyan todos los demás. Si Fernando de los Ríos intuyó que el régimen soviético sería una dictadura inhumana, aquí y ahora podríamos muy bien intuir que lo que se pretende es desestabilizar el régimen democrático.
El estado de alarma, el confinamiento, ha supuesto una grave restricción de muchos de nuestros derechos individuales, entre ellos el de reunión y la libre circulación por todo el territorio nacional. Pero es una decisión que se ha aprobado en el Parlamento, que es donde reside la soberanía popular, y en aras de proteger la salud de todos. Es una decisión perfectamente legítima y perfectamente democrática. Esto es lo que parecen no entender los jóvenes airados del barrio de Salamanca y los ciudadanos que se asoman a sus balcones armados de cacerolas. En el dilema entre salvar el mayor número de vidas o salvar la actividad económica, la democracia española, y todas las democracias del mundo, han optado por salvar a las personas. Incluso las dictaduras han entendido que lo primero era salvar vidas y han adoptado medidas draconianas de control y confinamiento.
Y en este contexto, puede que la idea del mando único no haya funcionado todo lo bien que debería, pero de ningún modo es dictatorial, como ha dicho la Presidenta de la Comunidad de Madrid. Tiempo habrá para juzgar en las urnas a este Gobierno nacido más de la necesidad que de la virtud. Pero los que se mueren de impaciencia por derribarlo al menos deberían mostrar un poco más de respeto por la salud del prójimo, ya que la suya no parece importarles.
No se moleste señor López Legarda, ex secretario general del Partido Comunista en Alcalá?
Pero la verdad es que usted ve sólo lo que quiere ver.
Cuando cantaba aquello de amnistía y libertad. A qué se refería con Libertad?
Los palmeros del RÉGIMEN tienen que salir en su defensa, obviamente. Vamos por puntos:
.- Libertad, ¿para qué?
.- ¿Qué sentido tiene prorrogar el estado de alarma, lo que en la práctica es un estado de excepción, un mes más si el famoso «comité de expertos» (cuyos nombres se niega a proporcionar descaradamente una y otra vez el gobierno) propone una desescalada por fases, según la cual la epidemia ya se está controlando?
.- Bajo la excusa de un estado de alarma en el que se restringen nuestros derechos de manifestación, expresión y reunión, y sólo se permite aplaudir desde los balcones, ¿libertad para qué?
.- Las restricciones establecidas en el decreto del estado de alarma han sido aprobadas como bien dice el periodista en el Parlamento. Y ¿por qué no se evitan masificaciones según lo establecido en los decretos en base a criterios sanitarios, asegurando distancias físicas y tiempos específicos?
.- ¿Libertad para qué? Porque no es democrático identificar a discrepantes con el RÉGIMEN por expresarse en la calle contra sus abusos.
.- ¿Libertad para qué? Porque no se comete ningún delito por protestar contra este nefasto Gobierno, aunque ustedes quieran penalizarlo.
.- ¿Libertad para qué? Libertad para trabajar. Para que millones de españoles podamos ejercer nuestra libertad para trabajar, porque, como usted se habrá dado cuenta, si miles de alcalaínos (váyase a las 20:00 de la tarde de cualquier día a la Isla del Colegio y lo verá) podemos pasear en las horas indicadas, también podemos trabajar, con las medidas de seguridad individual de distanciamiento y control.
.- En definitiva, los españoles queremos LIBERTAD, pero claro, eso ustedes no lo entienden.
Muy bueno
Donde empieza la Libertad de fumadores, juerguistas, barbacoreros …
Termina la Libertad de la salud de muchos.
Excelente, señor López Legarda. Está muy clara la postura de los de las cazuelas, pues además de no entender los recortes a sus libertades (ni que fueran diferentes a las de los demás), en el fondo manifistan la postura que ya definió un tal M. Rajoy: cuanto peor, mejor.
Corbatas negras, banderas a media asta, son símbolos respetables, pero no curan del maldito virus. Se esperaba más de esos patriotas (de hojalata).
Bueno señor Santiago, esto parece redacción de otro medio de comunicación más que ha sido comprado, su gobierno ha cometido ya bastantes errores. Hay países que no alcanzan la centena de muertos y sabe? No sé si ha leído, pero no hicieron cuarentena. Ahora podría pensar que trama el gobierno con esta cuarentena, xq los gobiernos nefastos aprovechan un tiempo crítico para aprobar sus marramucias y que el pueblo ni se entere. Yo estoy esperando todavía una explicación de xq su gobierno se reunió en enero con Delcy Rodríguez una de las principales en la narcodictadura de Venezuela, xq por varios de esa cúpula y su captura para entregarlos a la DEA dan entre 15 millones y 10 millones de dólares. Entonces pregunto, que tiene un gobierno”democrático” que conversar con una narcodictadura??? Esas son las cosas que tienen que hablar no estás tonterías, cada quien es libre de expresarse como quiere y mientras dure la cuarentena no creo que haga daño a otro.
¿ Vd. sabe diferenciar un artículo de opinión de una infomación ? En ALCALÁ HOY escribe gente de todas las ideologías. Pero para eso hay que seguir al medio. Vd. presume demasiadas cosas.
Hay países que sacaron pecho sin ponerse en alerta y ahora están penandolo de forma desorbitada y arrepintiendose , y si a eso le sumas que el 90% de la información y cifras son totalmente falsas, además, no se puede comparar unos países con otros porque cada uno tiene sus tránsitos, turismo y movimientos internacionales, totalmente diferentes, además aquí hubo varios contactos tanto en unas olimpiadas ya en octubre, partidos de fútbol en Italia y otros cientos aqui, manifestaciones y concentraciones que no se debieron de hacerse, espectáculos de todo tipo, etc, etc, si a todo eso le sumas que España es el país MA longevo del mundo, te recuerdo que el 90 % de fallecidos es mayor de 70 años, esto no se lo esperaba nadie y por eso en ningún lugar del mundo han podido reaccionar de forma correcta, a todos les ha pillado por sorpresa y según cada país han muerto más o menos pero la gestión ha sido igual en casi todos sitios sea el gobierno del lado que sea, todos lo han hecho mal porque ni siquiera los expertos saben a día de hoy como tratar el virus, no entiendo que haya tanto capitán a posteriori y que ahora parecéis todo expertos epidemiologos, dejad de meter mierda, ayudar a todo esto pase lo mejor posible y luego cuándo toque protestar, crucificar o lo que queráis hacerlo, pero ahora creo que no toca el estar remando a la contra…
Un saludo. 😉
Debo de haber pisado algún callo o tocado alguna fibra sensible, a juzgar por las reacciones. Agradezco todos los comentarios, aunque un poco más los favorables, como pueden comprender. Y me reafirmo en dos ideas: este no es un Gobierno dictatorial, sino un Gobierno legítimo y democrático que se ha visto obligado a adoptar medidas extremas para tratar de frenar una enfermedad que podría haber causado centenares de miles de muertes; y quienes enarbolan las cacerolas no buscan el restablecimiento pleno de todas las libertades que nuestra Constitución establece, sino la desestabilización del Gobierno y quizá también de la propia democracia española.
Libertad para contagiar.
Toda la vida han sobreentendido que existen dos tipos de personas: ellos y los demás. Lo aprendieron de sus papás y se lo han enseñado a sus hijos. Por José Errasti, Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología, ver mas en https://www.huffingtonpost.es/entry/libertad-para-contagiar_es_5ec04fe1c5b60c4c1920c231?utm_hp_ref=es-homepage
Ojalá todo el que haga manifestaciones ahora sabiendo del riesgo que conlleva, acaben infectados y que los sanitarios que son los que los van a sufrir y los tienen que atender, los dejasen tirados como están haciendo todos ellos saltandose las reglas poniendo en riesgo a toda la Ciudadanía, manda huevos que se esté pensando más en la economía que en la propia vida, es curioso, que toda esta gente salga justo cuando les han dicho que se tienen que rascar el bolsillo al poner impuestos a las grandes fortunas ¿no? 🤔