El presidente pinocho | Por Carlos Cotón

Pedro Sánchez ya no padece insomnio. Ese es el titular que nos dejan las elecciones del pasado 10 de noviembre. Sánchez e Iglesias han departido en 48 horas lo que fueron incapaces de conseguir en seis meses. La tomadura de pelo es tal, que Sánchez ahora sí que va a poder dormir tranquilo por tener a Podemos en el Gobierno y el veto personal que le impuso a Pablo Iglesias se ha quedado en una mera anécdota.

"Sánchez victoria": Europa Press

 

  • Analista político  colaborador de ALCALÁ HOY

 

“Sánchez Iglesias abrazo”: REUTERS

El capricho del Presidente del Gobierno en funciones de repetir las elecciones ha hecho que el PSOE se haya dejado por el camino nada más y nada menos que 750.000 votos, haya perdido 3 escaños, haya perdido también la mayoría absoluta en el Senado, haya conseguido que aquellos a los que decían combatir –VOX- se conviertan en tercera fuerza política nacional, que hayan entrado en el Congreso partidos antisistema y que llaman a la violencia civil e institucional como la CUP y que los voceros políticos de ETA tengan la posibilidad de formar Grupo Parlamentario propio.

Sánchez nos llevó a unas nuevas elecciones para decirnos a los ciudadanos que no habíamos sabido votar porque no le habíamos concedido una mayoría absoluta que le permitiera gobernar en solitario. Y el resultado es este que les comento. Sánchez, Iván Redondo y el resto de sus asesores se creyeron estadistas y resulta que no han llegado, ni siquiera, a meros jugadores amateurs de quinielas futbolísticas.

Lo único positivo que puede sacar Sánchez de la repetición electoral para sentirse bien consigo mismo y aliviar su insaciable ego es haber puesto fin a la trayectoria política de Albert Rivera, a quien Sánchez consideraba más un enemigo personal que un adversario político. Cierto es que el ex líder de Ciudadanos tiene también algo que ver en la debacle que ha sufrido su partido.

Paradójicamente, Pablo Iglesias, cuya formación política ha retrocedido en votos y en escaños, se ha convertido en el vencedor de las elecciones del 10N. Esto es así, puesto que si los enemigos de España se conjuran, él logrará ser Vicepresidente del Gobierno, colocar a unos cuantos de sus más fieles adeptos –cónyuge incluida- en el Consejo de Ministros y tener la posibilidad así de nombrar altos cargos y tejer una estructura de amiguetes en representación del populismo que encarna su partido y poder seguir viviendo de lo público, ahora mejor si cabe, unos añitos más.

“Otegi Rufián”: Agencia EFE

Sánchez ha tomado partido y ha preferido aliarse con Podemos y dejar la gobernabilidad de España en manos de nacionalistas, independentistas y proetarras varios, que abrir un escenario de diálogo con el Partido Popular y buscar un consenso mínimo para defender juntos la Constitución y acordar en las grandes cuestiones de Estado. Sánchez ha optado por alinearse con todos aquellos que detestan el resultado de democracia y convivencia que trajo consigo la Transición. En definitiva, Sánchez prefiere posicionarse con delincuentes presos como Junqueras y terroristas como Otegi antes que buscar el diálogo con el constitucionalismo. La historia le juzgará por sus filias con los antidemócratas y sus fobias con el constitucionalismo.

Sánchez, el presidente pinocho, el que no tiene proyecto político ni proyecto para España, el que no tiene palabra, el que no conoce lo que es tener criterio, ha convertido a Zapatero en un santurrón a su lado. Si el Gobierno Frankenstein se consuma, el PSOE habrá firmado su carta de defunción. Espero que hasta que llegue ese momento, la gente decente que todavía quede en ese partido, los socialistas de verdad, den un puñetazo encima de la mesa y consigan derrocar al cínico, mentiroso, impostor y ególatra que hoy es su Secretario General. Hasta ahora, el baronismo oficial permanece mudo mientras su líder entrega el país a populistas y separatistas.

El escenario que nos deja este acuerdo infame es claro: o Gobierno Frankenstein o terceras elecciones. Si se confirma lo primero y efectivamente los enemigos de España se conjuran, los españoles nos mantendremos firmes y en la resistencia. Si por el contrario se confirma lo segundo y nos tenemos que ir a unas terceras elecciones, los españoles nos uniremos para mandar a Sánchez al lugar que se merece y desterrarlo, para alivio de todos, de la política y de cualquier ámbito de gestión del que depende nuestro país.

 

 

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1 Comentario

  1. Amigo Carlos, quizá deberías hablar de vez en cuando de tu amada lideresa Rosa Díaz, la cual milito en el PSOE, luego fundo UPyD partido al que tú perteneces o pertenecías y ahora andaba pidiendo el voto para el P.P. eso si que es ser coherente. ¿verdad?.

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