- El Gobierno PP-Vox acusa a Más Madrid de manipular con las piscinas y defiende su gestión sanitaria, mientras Fiscalía estudia la denuncia.
El Ejecutivo local de PP y Vox ha salido al paso de la denuncia presentada por Más Madrid sobre la gestión de las piscinas municipales. En un comunicado, el Gobierno que encabeza Judith Piquet lamenta “profundamente la campaña de alarma social y falsedades emprendida por la oposición, basada en un relato sesgado que ignora deliberadamente la actuación conforme a normativa y los informes disponibles en cada momento”.
Según el Gobierno municipal, la apertura y funcionamiento de las piscinas se desarrolló siguiendo “en todo momento” los protocolos sanitarios vigentes, aplicando medidas de control y corrección cuando se detectaron incidencias. “Las decisiones se han tomado siempre en base a los informes técnicos y sanitarios disponibles en cada instante, sin improvisación y garantizando que cada resolución estuviera respaldada por normativa y supervisión de la autoridad competente”, recalcan desde el Ejecutivo.
En la misma línea, recuerdan que ningún informe sanitario ha acreditado brotes ni consecuencias clínicas atribuibles a las piscinas municipales durante la temporada de verano, lo que, a su juicio, desmonta “el discurso catastrofista de Más Madrid”.
Críticas a la oposición
El Gobierno municipal acusa a la portavoz de Más Madrid, Rosa Romero, de preferir “el ruido mediático y acudir a la Fiscalía antes que reconocer que la gestión se ajusta a la normativa sanitaria y que las resoluciones se aplicaron conforme a los informes técnicos”.
“Defender la salud pública exige rigor, no demagogia. Más Madrid ha optado por la mentira y la manipulación, alarmando innecesariamente a la población y lanzando acusaciones graves sin pruebas concluyentes”, señalan fuentes municipales.
El Ejecutivo de PP y Vox insiste en que aportará toda la documentación a la Justicia, “con plena transparencia y responsabilidad”.
Lo cierto es que el choque dialéctico está servido, pero la salida de tono la ha puesto el propio Gobierno municipal, al acusar a la oposición de mentir y manipular mientras la Fiscalía todavía analiza los hechos. El vecindario, entretanto, asiste perplejo a un cruce de reproches en el que las bacterias parecen importar menos que el relato político. Y con la salud de por medio, ni las piscinas ni las palabras deberían admitir frivolidades.