Una marea verde por la esperanza: Alcalá corrió un año más contra el cáncer

Más de 1.600 personas participaron este domingo 9 de noviembre en la XII Carrera contra el Cáncer de Alcalá de Henares, organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer con apoyo municipal. La marea verde recorrió un trazado de cinco kilómetros por el entorno de la Ciudad Deportiva de El Val, adaptado este año por las obras en la Avenida de Guadalajara, en una jornada de deporte, emoción y esperanza compartida.

  • La carrera solidaria reunió emoción, compromiso ciudadano y visibilidad frente al cáncer masculino.
  • Crónica gráfica y vídeo de Myriam Trujillo para ALCALÁ HOY

Más de 1.600 personas tiñeron de verde las calles de Alcalá de Henares este domingo 9 de noviembre, en una nueva edición, la duodécima, de la Carrera contra el Cáncer, organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) con el apoyo municipal. La cita, que partió de la Ciudad Deportiva de El Val, fue un estallido de energía, solidaridad y emoción compartida, en una mañana fría pero radiante de humanidad. Familias enteras, deportistas, clubes y vecinos de todas las edades se sumaron a una jornada que volvió a demostrar que correr también puede ser un acto de amor colectivo.

La marea verde avanzó por las calles adaptadas al nuevo recorrido debido a las obras en la Avenida de Guadalajara, y lo hizo entre aplausos, pancartas y sonrisas. Cada dorsal contaba una historia distinta: de superación, de recuerdo o de esperanza. Al cierre de la inscripción ya se apuntaban cifras que superaban la edición del año anterior, un indicio más de que la solidaridad alcalaína no se apaga.


Nuevo trazado, mismo espíritu

Este año, el recorrido se modificó para adaptarse a las obras de la Avenida de Guadalajara, con salida y meta en la Ciudad Deportiva de El Val y un trazado accesible para corredores de todas las edades. La alternativa diseñada por la organización fue valorada positivamente por muchos participantes. “Éramos muchos, el ritmo era otro, pero el ambiente fue idéntico al de años anteriores”, comentaba una corredora al finalizar. La salida se dio a las 11:00 horas, tal como estaba previsto, y la atmósfera fue claramente familiar y festiva.

Además de la prueba principal, se incluyó una carrera infantil de unos dos kilómetros para que los más pequeños también participaran y sintieran que cada paso cuenta, y la modalidad de dorsal cero o dorsal solidario permitió a quienes no pudieron correr aportar igualmente a la causa. Peñas, clubes, residencias y asociaciones se implicaron como voluntarios, animando el recorrido con batucadas, música y pancartas, un complemento que transformó el evento en una auténtica fiesta vecinal.

A la marcha asistieron la alcaldesa Judith Piquet, la primera teniente de alcaldesa Isabel Ruiz Maldonado, el segundo teniente de alcaldía Víctor Acosta, y los concejales populares Antonio Saldaña, Esther de Andrés, Lola López, Vicente Pérez y Víctor Cobo. Por parte del PSOE estuvieron presentes Rosa Gorgues y Alberto González, completando la representación institucional de un evento que une a toda la corporación en torno a una causa común.


Ganadores, récords y un podio lleno de emoción

En categoría femenina, el podio estuvo encabezado por Sara Carrascosa, seguida de Mónica Gómez y Fátima Ruíz. En categoría masculina, el primer puesto fue para Álvaro Rojas, con Mouad Gryhch en segundo lugar y Sergio Rivas completando el trío de cabeza. Pero más allá de las marcas, lo que reinó fue el espíritu solidario: aquí nadie pierde, y todos suman.

El grupo más numeroso fue “Los García”, con nada menos que 45 personas inscritas bajo el mismo apellido y una pancarta familiar que arrancó sonrisas a su paso. Esa masa compartida, ese color verde uniforme, representó lo mejor de la ciudad: gente que no solo corre, sino que acompaña.

La carrera, de carácter no competitivo para la mayoría de participantes, volvió a ser una fiesta del deporte con causa. Entre los asistentes se pudieron ver camisetas personalizadas con nombres propios, lazos rosas y verdes, mensajes de ánimo y dedicatorias a seres queridos que ya no están.


Dorsal 0077: el mensaje de “hacer visible lo invisible”

Uno de los momentos más emocionantes de la mañana lo protagonizó un participante con el dorsal 0077. Su esposa, visiblemente emocionada, explicó que él padece cáncer de mama masculino, una realidad poco conocida pero muy presente. Ambos quisieron visibilizarlo participando con la camiseta de la asociación ‘Invi’, desde la que promueven la idea de “hacer visible lo invisible”. Su historia conmovió a los presentes y recordó que esta enfermedad no entiende de géneros.

El cáncer de mama en hombres, aunque representa apenas el uno por ciento de los casos totales, está aumentando en incidencia. Su diagnóstico suele producirse a una edad más avanzada y, en muchos casos, de forma más tardía, precisamente por la falta de concienciación. Factores como la genética, la obesidad, la cirrosis hepática o el síndrome de Klinefelter pueden aumentar el riesgo, pero la información sobre estos aspectos sigue siendo escasa.

La AECC insiste en que la detección precoz salva vidas, también en varones, y que es esencial fomentar campañas informativas específicas para romper el tabú y garantizar igualdad de acceso al tratamiento. En hombres, además, la probabilidad de fallecer en los primeros cinco años después del diagnóstico es mayor que en mujeres, en parte por diagnósticos tardíos y tratamientos menos adaptados. Este dorsal 0077, por tanto, no solo corrió: dio voz.


Mucho más que una carrera: comunidad, memoria y futuro

La jornada se cerró entre aplausos, abrazos y una sensación de orgullo colectivo. Las calles, de nuevo, fueron escenario de una ciudad que no solo corre, sino que acompaña. En los puestos de la AECC se repartieron lazos, dorsales conmemorativos, agua y fruta, mientras sonaba música y los voluntarios recibían el agradecimiento de corredores y familiares.

La alcaldesa Judith Piquet, acompañada por otros miembros del equipo de gobierno y de la corporación municipal, felicitó a los participantes y agradeció la implicación de la AECC y de todas las personas voluntarias que hicieron posible la jornada.

La jornada concluyó con la entrega de premios y el agradecimiento a los participantes, voluntarios y entidades colaboradoras, en un ambiente de emoción y compañerismo. Un año más, Alcalá de Henares volvió a demostrar que correr contra el cáncer es mucho más que una cita deportiva: es un gesto colectivo de apoyo, conciencia y esperanza.

La Carrera contra el Cáncer de Alcalá de Henares se ha consolidado ya como una de las más queridas del calendario local. Más allá del deporte, es una manifestación de unión y compromiso. Y cada paso, cada dorsal, cada historia compartida es un recordatorio de que la lucha continúa. Cada año, la ciudad lo demuestra: en noviembre, correr contra el cáncer significa mucho más que cruzar una meta. Significa creer que juntos se puede llegar más lejos.

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