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Espartales Unidos alerta de una oleada de robos: coches, garajes, bicicletas y matrículas sustraídas, mientras los vecinos exigen seguridad y respuestas.
La preocupación por la seguridad en Espartales ha estallado. Los vecinos denuncian que, en apenas cuatro días, se han producido más de una decena de robos en vehículos, garajes y viviendas, además de la sustracción de matrículas en plena calle. La indignación es tal que las redes comunitarias hierven de mensajes que van desde la frustración hasta la propuesta de movilizaciones: “No podemos vivir con esta incertidumbre, hay que salir a la calle”, escriben.
El episodio más grave ocurrió en la calle Jacinto Verdaguer, frente a un colegio, cuando varios vehículos amanecieron sin placas. Desde la plataforma vecinal Espartales Unidos advierten que no se trata de un hecho menor: las matrículas robadas suelen usarse después para encubrir otros delitos, lo que multiplica el riesgo para los afectados. “Los robos en nuestro barrio no paran, ahora también las matrículas. Basta ya”, publicaban este fin de semana en sus canales sociales.
Vecinos hartos y en pie de guerra
La indignación vecinal ha quedado patente en los comentarios de la publicación. “Es una verdadera vergüenza cómo se está poniendo todo y no se hace nada”, lamentaba Juanma Gabriel. Otro vecino, Pedro Gil, pedía medidas más visibles: “A lo mejor hay que tomar medidas más visibles, como manifestaciones o quejas sonoras”. En el mismo hilo, Almudena Rojas resumía el sentir colectivo con una frase clara: “No podemos vivir con esta incertidumbre de cuándo me tocará a mí”.
La idea de convocar protestas públicas ya circula en grupos de WhatsApp del barrio. “Una concentración en la plaza de una parte importante del barrio y veréis cómo espabilan desde el ayuntamiento”, proponía Carlos Gs, recibiendo el apoyo inmediato de otros residentes. El cansancio es tan grande que algunos aseguran que solo una movilización masiva forzará a las instituciones a actuar con contundencia.
En paralelo, se multiplican las denuncias de destrozos en coches, robos de equipos de sonido, bicicletas sustraídas en garajes y daños en infraestructuras básicas como cableado eléctrico o conducciones de agua. La sensación es que el barrio está desprotegido y que las autoridades miran hacia otro lado. “Vivimos con miedo cada noche, la seguridad ciudadana brilla por su ausencia”, denunciaba otra residente en redes sociales.
El fantasma del ‘ladrón multirreincidente’
La crispación aumenta al recordar que hace apenas unas semanas fue detenido un vecino acusado de más de diez robos en la zona, conocido ya como el “ladrón multirreincidente de Espartales”. Sin embargo, poco después recuperó la libertad, lo que alimenta la percepción de impunidad. Aunque no está confirmado que guarde relación con estos últimos delitos, su nombre aparece constantemente en las conversaciones comunitarias como símbolo de la desesperación.
La Policía Nacional insiste en la importancia de denunciar cada robo, por pequeño que parezca, para abrir investigación. En el caso de las matrículas, recomiendan reponerlas cuanto antes para evitar que se usen de manera fraudulenta. No obstante, los vecinos reclaman algo más que consejos: piden presencia policial en las calles y acciones contundentes que devuelvan la tranquilidad a un barrio que, según denuncian, se siente abandonado.
La sensación de indefensión no deja de crecer. Muchos vecinos aseguran que viven “con un nudo en el estómago” cada vez que bajan al garaje o salen a la calle a comprobar sus coches. Otros alertan de que, de seguir así, Espartales corre el riesgo de convertirse en “un punto ciego de la ciudad”, un lugar marcado por la inseguridad y la falta de respuestas.
“Pagamos impuestos como todos, pero vivimos como si estuviéramos abandonados”, resume con crudeza otro residente. Entre la rabia y la resignación, la conclusión que se repite una y otra vez en redes sociales es la misma: “Basta ya”.
Nada mano dura,grupòs de vecinos organizados y a por ellos no hay que esperar que vengan las Autoridades policiales que se ríen de ellos, si no miras por lo tuyo no va a mirar nadie.
Al final hay que hacer el trabajo de otros,sin contemplación que en este país el gobierno fomenta la delincuencia,al final habra que hacer el trabajo que no hacen otros.