Camarmilla: 12 metros cúbicos de residuos, un furgón de polémica

El Ayuntamiento de Alcalá de Henares anunció con entusiasmo la limpieza del arroyo Camarmilla, con la retirada de 12 metros cúbicos de residuos. Lo presentó como una gran apuesta ambiental, con carteles de sensibilización y planes de revegetación. Pero el PSOE, rápido en la réplica, rebajó el tono: lo calificó de “faena rutinaria” y acusó a la alcaldesa Judith Piquet de contradicciones, recordando que existía un proyecto anterior guardado en un cajón.

Foto de archivo de AH
  • El PSOE tacha de rutinaria la limpieza del Camarmilla y acusa al Gobierno de Piquet de contradicciones y propaganda ambiental vacía.
Foto de Ricardo Espinosa Ibeas

El Ayuntamiento de Alcalá de Henares anunció el lunes con bombo y platillo la retirada de más de 12 metros cúbicos de residuos sólidos y restos vegetales del arroyo Camarmilla. Diez jornadas de trabajo, un despliegue de operarios de limpieza viaria y mantenimiento de zonas verdes, y hasta un plan complementario de control de plagas.

Todo envuelto en un discurso de sensibilización ambiental, con el concejal de Medio Ambiente, Vicente Pérez, llamando a la ciudadanía a “cuidar entre todos el Camarmilla, un ecosistema frágil en el corazón de la ciudad”. La actuación, presentada como una gran apuesta por el patrimonio natural complutense, se completa con carteles informativos que invitarán a reflexionar sobre la relación entre la ciudadanía y la naturaleza. Según explicó Pérez, la intervención es solo el primer paso de un proyecto mayor de mejora y revegetación, pendiente aún de la autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo.


El PSOE baja el soufflé

Pero apenas 24 horas después llegó la ducha fría. El PSOE de Alcalá acusó al Gobierno local de “querer vender como extraordinario lo que no pasa de ser una limpieza rutinaria”. Para entender la medida, ironizan los socialistas, esos 12 metros cúbicos equivalen a “apenas la carga de una furgoneta”. Nada de epopeya, más bien faena ordinaria de mantenimiento.

Además, los socialistas no dejaron pasar la oportunidad de recordar lo que consideran una contradicción flagrante: “El Gobierno de Judith Piquet sostenía que la gestión del Camarmilla era competencia exclusiva de la Confederación Hidrográfica del Tajo. Ahora se desdicen y reconocen su implicación directa en las actuaciones”. La acusación: la alcaldesa se ha mentido a sí misma.

Los socialistas aprovecharon también para señalar la paradoja de anunciar un plan de revegetación pendiente de autorización, cuando —según recuerdan— ya existía un proyecto aprobado por la Confederación y con presupuesto listo para ejecutarse. “Lo dejaron en un cajón, a la espera de unos fondos europeos que nunca llegaron, y hoy lo único que pueden enseñar es una limpieza básica”, apuntan.


La memoria selectiva del agua

El PSOE quiso reforzar el contraste recordando actuaciones anteriores en el caz del río Henares, mucho más modesto en superficie y recorrido. Allí, aseguran, se retiraron 50 camiones de 20 metros cúbicos y más de 100 metros cúbicos de lodos y residuos. Frente a ello, los “12 metros cúbicos” del Camarmilla resultan, a su juicio, un gesto pobre, más orientado a la foto institucional que a una política ambiental seria.

La polémica, en el fondo, vuelve a poner sobre la mesa un clásico complutense: la frontera difusa entre el agua y la política. El Camarmilla, ese humilde corredor ecológico que atraviesa barrios y parques, se convierte otra vez en campo de batalla dialéctico. Entre tanto, vecinos, aves, insectos y pequeños mamíferos esperan algo más que la eterna foto del concejal con chaleco reflectante.

El arroyo, conviene recordarlo, no es un capricho paisajístico. Nace en la provincia de Guadalajara, en la comarca de la Campiña Baja, entre los términos de Valdeavero, Torrejón del Rey y Valdeaveruelo. Desde allí desciende hacia Meco, cruza buena parte del término de Alcalá de Henares y desemboca finalmente en el Henares, funcionando como un auténtico eje verde. Su caudal modesto y su cercanía a zonas urbanas lo convierten en espacio vulnerable: basuras, vertidos, ramas y cañas caídas se acumulan con facilidad. Y aunque a menudo solo se le presta atención cuando hay una riada o cuando toca foto política, lo cierto es que es uno de los pulmones naturales de la ciudad.


Entre lo cotidiano y lo estratégico

La tensión entre lo que es rutina y lo que se vende como estrategia es, en realidad, el corazón de la discusión. Para el Ayuntamiento, cada metro cúbico retirado es un paso hacia la sensibilización vecinal y la mejora del patrimonio natural. Para la oposición, es la prueba de que el Gobierno municipal se dedica al maquillaje en lugar de ejecutar proyectos de mayor calado.

Mientras tanto, el debate se desplaza también al terreno jurídico. El PSOE recuerda la Ley 10/2001 del Plan Hidrológico Nacional, que establece que las actuaciones en cauces urbanos son competencia de las administraciones locales, sin perjuicio de la Confederación. Traducido: el Ayuntamiento no puede esconderse siempre tras el paraguas de Madrid o del Ministerio.

La ciudadanía, entre tanto, asiste con cierta indiferencia a esta disputa. Para quienes pasean por el Camarmilla, lo que cuenta es que las orillas estén limpias, que el olor no incomode, que los mosquitos no se descontrolen y que los bancos y pasarelas no se caigan a pedazos. Es decir, lo básico. La épica ambiental y la batalla partidista son, para muchos vecinos, ruido de fondo.

En definitiva, el arroyo Camarmilla ha vuelto a convertirse en metáfora: un cauce estrecho donde Gobierno y oposición se lanzan reproches mientras el agua sigue su curso. Al final, la naturaleza es paciente, pero también tiene memoria. Y en Alcalá, donde se guarda memoria hasta de los charcos, no sería raro que este pequeño afluente termine siendo, una vez más, espejo incómodo de la política municipal.

¡ Nuestro canal en Telegram! Si te ha interesado esta información, únete ahora a nuestro canal de telegram @alcalahoy para estar al tanto de nuestras noticias.

Comentar

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.