- El Ayuntamiento acondiciona el edificio municipal de Campo Real 10, sede de varias asociaciones vecinales y culturales
Tacita a tacita, que diría el anuncio de la tele, también se hace ciudad. Esta vez, la taza viene servida desde Iviasa, uno de esos barrios que no suele salir en las postales de Alcalá pero que guarda un pulso vecinal firme y constante. Allí, en el número 10 de la calle Campo Real, el Ayuntamiento ha invertido algo más de 13.000 euros en dar un buen repaso al edificio municipal que usan varias asociaciones.
La lista es diversa y multicultural: la Asociación de Vecinos Iviasa, Recíclate Creando, Grutear, Reali-te, la Plataforma Un Millón de Árboles, la Asociación de Ucranianos y la Asociación Polonica. Gente de aquí y de allá, que comparte un mismo techo para reunirse, organizar actividades o lanzar proyectos que van desde talleres creativos hasta campañas medioambientales.
Según la concejala de Participación Ciudadana, Esther de Andrés, la mejora responde a una demanda planteada en el Pleno del Distrito III: “Este equipo de Gobierno ha sido sensible a esta propuesta y la ha puesto en marcha”. Y no se ha quedado en la pintura: se han cambiado suelos, persianas, puertas, sanitarios, paredes y techos, además de meter mano a la instalación eléctrica.
Con el remozado, la Asociación de Vecinos Iviasa podrá incluso estrenar una sala de lectura, un pequeño lujo comunitario en tiempos de pantallas. “Quiero agradecer el gran trabajo que realizan estas asociaciones. Nuestro objetivo es mejorar los espacios municipales para que puedan desempeñar su labor con las mayores comodidades”, apunta De Andrés.
Y como quien no quiere la cosa, la concejala deja también su dardo político: “Ante el ruido de otros, este Gobierno escucha y actúa”. En Iviasa, de momento, se quedan con la taza recién servida y un local un poco más digno para seguir haciendo barrio.