Crisol de Grandeza 2025: Alcalá vuelve a marchar al ritmo de los Tercios

Alcalá volvió a vestirse de historia viva con la segunda edición de Crisol de Grandeza, una recreación que llenó de Tercios, banderas, picas y emoción el centro histórico. Miles de personas siguieron desfiles, exhibiciones y el esperado Milagro de San Diego en una jornada que sonó a Siglo de Oro desde el Huerto de los Leones hasta la universidad. ALCALÁ HOY estuvo allí, contando la fiesta desde dentro y con el mejor testimonio visual del día.

Foto de Ricardo Espinosa Ibeas
  • Desfiles, exhibiciones y un espectacular Milagro de San Diego devolvieron el Siglo de Oro a las calles, con cobertura exclusiva de ALCALÁ HOY.
  • Crónica gráfica y video directo de Ricardo Espinosa Ibeas para ALCALÁ HOY

La ciudad amaneció con ese aire de fiesta histórica que tanto le gusta: banderas ondeando en los balcones, recreadores afinando picas, arcabuces relucientes y un casco histórico dispuesto a viajar, una vez más, al corazón del Siglo de Oro. Alcalá Siglo XVI Crisol de Grandeza celebró este sábado 22 de noviembre su segunda edición y dejó claro que el formato ha venido para quedarse. Miles de personas llenaron calles, plazas y rincones para seguir los desfiles, las exhibiciones y el esperado “Milagro de San Diego”, un guiño teatral y devoto a uno de los santos más queridos de la ciudad.

La jornada empezó temprano en el Huerto de los Leones, donde los recreadores se concentraban a modo de campamento previo. Desde allí partió la columna hacia la plaza de San Diego, avanzando entre aplausos, móviles en alto y ese murmullo de admiración que provocan los trajes de época bien trabajados. El Tercio de Cervantes, anfitrión natural en una ciudad como esta, marcó ritmo y presencia. La Asociación de Tercios de Austrias Mayores, organizadora junto a la concejalía de Turismo, desplegó un contingente amplio y bien coordinado, mientras que la UAH aportó el toque académico a la colación histórica que se celebró ante la fachada universitaria.

El ambiente fue creciendo conforme avanzaba la mañana. Hubo exhibiciones de combate y esgrima con el sello habitual de los grupos participantes: técnica cuidadísima, ese puntito teatral que engancha al público y una escenografía digna de producción cinematográfica. Vecinos, familias enteras, curiosos y amantes de la historia fueron sumándose a la ruta hasta formar un pasillo humano que acompañó el regreso de la tropa al campamento.


Un viaje al Siglo de Oro que ya es marca de la casa

Lo que arrancó hace apenas dos ediciones se ha consolidado con sorprendente rapidez. Crisol de Grandeza se ha colocado en un punto intermedio entre la Semana Cervantina y Complutum Renacida, aportando diversidad temática y una ambientación que combina devoción, cultura, rigor histórico y espectáculo popular. Probablemente, ahí radique su encanto: la ciudad reconoce en estos recreadores una versión ampliada de su propio relato histórico, una manera de caminar por las calles de siempre y verlas, de pronto, iluminadas por el recuerdo de los Austrias.

Durante el desfile institucional, se pudo ver entre el público, y en varios momentos junto a los recreadores, a la primera teniente de alcaldesa y concejala de Turismo, Isabel Ruiz Maldonado, junto al concejal de Innovación Tecnológica, Víctor Cobo. Su presencia, discreta, pero constante, marcó la implicación del Ayuntamiento en el desarrollo del evento. También estuvieron presentes representantes de la oposición, entre ellos la socialista María Aranguren y Nicolás Rodríguez, que se sumaron a distintos tramos del recorrido.

El público respondió de forma masiva y entusiasta. Las calles del casco histórico se vieron tan concurridas como en los días fuertes de la Semana Cervantina, con grupos enteros siguiendo a los Tercios como quien escolta a una banda de rock barroca. La mezcla funcionaba: niños fascinados por las alabardas, mayores comentando batallitas familiares y turistas que descubren que Alcalá, además de Cervantes, también puede presumir de un pedazo brillante de la historia militar europea.


Quiénes fueron los Tercios y por qué siguen encendiendo la imaginación

Entre los comentarios del público se repetía la misma pregunta: “¿Y estos Tercios, exactamente, qué eran?”. No es casualidad: la palabra suena a épica, a literatura, a estandarte ondeando en algún campo de Flandes. Y algo de todo eso hay.

Los Tercios Españoles fueron unidades militares creadas formalmente en 1534 y activas hasta finales del siglo XVII. Consideradas durante siglo y medio como la mejor infantería del mundo, combinaron disciplina férrea, innovación táctica y una resistencia casi legendaria en los asedios. Fueron decisivos en Europa durante el reinado de Carlos I y Felipe II, y su fama se extendió por Flandes, Italia, el Mediterráneo y prácticamente cualquier escenario donde la Monarquía Hispánica tuviera intereses.

Además, pocos cuerpos militares han generado tanta literatura, desde las crónicas del Siglo de Oro hasta obras contemporáneas. Y aquí está el dato que más gusta al público complutense: Miguel de Cervantes, soldado de Lepanto, conoció de primera mano ese mundo castrense cuya épica, disciplina y dureza asoman una y otra vez en su obra.

Quizá por eso Alcalá encaja tan bien con este tipo de recreaciones: la ciudad tiene memoria, patrimonio y relato para sostenerlas. Y los recreadores complutenses, además, cuidan los detalles con una fidelidad casi artesanal: costuras, jerarquías, armas, rituales… no hay improvisación.


El complemento cultural del ciclo del Círculo Hispanista Complutense

 

Fotos remitidas por el círculo hispanista

La fiesta del sábado no nació de la nada. Venía acompañada, y respaldada, por un ciclo de conferencias organizado por el Círculo Hispanista Complutense, celebrado en la Sala de Tapices del Círculo de Contribuyentes. Nueve días, tres ponencias y una línea argumental clara: ofrecer un contexto histórico sólido y riguroso antes del bautizo festivo del fin de semana.

La primera conferencia estuvo a cargo de Fernando Martínez Laínez, periodista y escritor, experto en historia militar, que presentó su libro Hermanos de guerra. Lo acompañaron varios recreadores en uniforme, entre ellos el sargento Víctor Lázaro, quien confesó haberse inspirado en las obras del autor para confeccionar su propia indumentaria histórica. Fue un arranque brillante, con sala llena y un público que entró enseguida en materia.

La segunda charla la protagonizó el teniente general César Muro Benayas, vecino de Alcalá, figura respetadísima y divulgador incansable de la milicia clásica. Su intervención fue un viaje a la intrahistoria de las campañas del Siglo de Oro: hambre, frío, convivencia, disciplina, camaradería y sacrificio. Lo presentaron Pablo Ramírez Zubicaray y, de nuevo, Víctor Lázaro, ambos del entorno recreacionista.

La tercera ponencia, la más literaria, corrió a cargo de Francisco Ramos Oliver, que hiló magistralmente la vida militar de Cervantes con las referencias más intensas de El Quijote. Lecturas dramatizadas, metáforas brillantes y ese entusiasmo que contagia a quien lo escucha. La presentación fue cosa de Perico, de Misión Hispana, conocido en redes y radio por su trabajo en divulgación histórica y por su vínculo con la esgrima clásica. Le acompañó un representante de Sala de Armas Díaz de Viedma, ambos equipados con trajes reglamentarios y armas de época.

El ciclo cerró el jueves 20 con aplausos largos, ambiente satisfecho y la sensación de que el CHC acaba de consolidar una línea cultural de enorme potencial. Y el sábado, al ver a los Tercios desfilar por Alcalá con tanta precisión y tanto cariño, quedó claro que la parte académica y la parte recreativa funcionan en paralelo y se refuerzan mutuamente.


Una fiesta que crece, una ciudad que se entrega

Crisol de Grandeza tiene ingredientes para convertirse en fiesta de interés turístico: público, repercusión, rigor histórico, identidad local y una narrativa que engancha. La colaboración entre recreadores, Ayuntamiento, UAH y el propio tejido cultural de la ciudad está afinando un evento joven, pero lleno de posibilidades.

Y este año, además, quedó un registro visual excepcional: mientras el fotógrafo municipal, Eduardo Diéguez, cubrió el dispositivo institucional del Ayuntamiento, el único medio que estuvo a pie de desfile, metido entre banderas, picas y arcabuces, fue ALCALÁ HOY, con Ricardo Espinosa Ibeas retratando cada tramo desde el interior mismo de la marcha. Sus imágenes no ilustran la crónica: la definen. Dan luz, ritmo y verdad a lo que pasó, porque están hechas desde donde ocurre todo: a un metro de la historia.

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