La Policía Nacional arresta a cuatro presuntos pandilleros y también a la víctima, que tenía una condena pendiente. La investigación apunta a un nuevo enfrentamiento entre bandas juveniles en pleno centro de la ciudad.
La secuencia arranca con una llamada de emergencia al 091. Un joven, visiblemente alterado, informa mientras corre que está siendo perseguido por dos individuos encapuchados y armados. Según su testimonio, los agresores lo han abordado previamente y le han proferido amenazas de muerte, mostrando cuchillos de grandes dimensiones. El joven asegura que llegó a enfrentarse a un grupo de hasta cuatro atacantes, pero logró escapar y pedir ayuda.
Gracias a la información que proporciona, una patrulla de la Policía Nacional acude rápidamente a la zona y consigue localizarlo. Tras escuchar su relato y obtener una descripción precisa de los agresores, los agentes realizan una batida por el entorno y localizan a cuatro jóvenes que coinciden con el perfil aportado. La víctima afirma que en el momento de las amenazas todos llevaban la cara cubierta y portaban machetes.
Los cuatro presuntos atacantes son detenidos por un delito de amenazas graves. Sin embargo, la actuación no acaba ahí: al verificar la identidad del joven que había pedido auxilio, los agentes comprueban que tenía pendiente una causa judicial por la que debía firmar periódicamente en el juzgado, lo cual no había cumplido. Por ello, también él es arrestado por un presunto quebrantamiento de condena.
Se trata de jóvenes de entre 20 y 25 años, entre los que se encuentran tres de nacionalidad dominicana y dos de nacionalidad española.
Según fuentes policiales, la investigación apunta con claridad a un nuevo episodio de violencia entre bandas juveniles, un fenómeno que preocupa a las fuerzas de seguridad por su creciente presencia en el Corredor del Henares. Fuentes citadas por el diario El Mundo aseguran que los cuatro perseguidores pertenecerían a la banda latina de los Trinitarios y que el joven amenazado formaría parte de un grupo rival. Los miembros de los Trinitarios habrían quedado en Alcalá de Henares —llegando desde Madrid, Guadalajara, Torrejón y la propia Alcalá— con el propósito de agredir a un rival, la potencial víctima de 21 años.
Actualmente, el caso está en manos de la comisaría de Alcalá de Henares, en colaboración con la Brigada de Información de Madrid. La violencia entre bandas sigue siendo uno de los principales focos de preocupación en la región, especialmente tras las recientes condenas a seis miembros de los Trinitarios por dos intentos de asesinato cometidos en 2023 en Madrid.
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