- Blanca Ibarra es médica y concejala socialista en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Porque lo del fraude fiscal y la falsedad documental no era suficiente…
Posible nuevo delito de SOBORNO del novio de Ayuso… ojo!!
..a un directivo del Quirón!
Ya veréis qué cantidad de “casualidades” 🤪🤪
📹Nuevo vídeo! 👇🏼 pic.twitter.com/7neAG8v2Fu
— Blanca Ibarra (@bimmr90) January 16, 2025
Vivimos en una época donde los verdaderamente corruptos han perfeccionado el arte de vender cortinas de humo para despistar a la población y ocultar sus chanchullos, y han logrado que esta estrategia les funcione. La trama que rodea al novio de Isabel Díaz Ayuso y a la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha convertido en uno de esos casos. Hace unos días, se conoció una nueva noticia sobre la investigación abierta al novio de la presidenta, confirmando lo que muchos ya sospechábamos: que a medida que avanza la investigación, emergen presuntos nuevos delitos y un entramado de irregularidades. El más reciente, que la Fiscalía ha solicitado investigar, es un posible soborno de la pareja de Ayuso a un directivo de Quirón, un nuevo episodio en esta trama que parece interminable.
Recordemos que no hablamos de cualquier cosa. Este escándalo se suma a las acusaciones sólidamente fundadas de fraude fiscal y falsedad documental que ya pesan sobre la pareja de Ayuso. En 2020, en el momento más crítico de la pandemia, este se embolsó dos millones de euros en comisiones por la venta de mascarillas. Sí, dos millones, obtenidos de manera tan sospechosa como rápida, gracias a una empresa llamada Mape, que parece tener un papel clave en este entramado.
Curiosamente, unos meses antes de este “pelotazo”, Fernando Camino, directivo de Quirón, se incorporaba como consejero de Mape. Y, también curiosamente, fue en esa misma época cuando los pagos de la Comunidad de Madrid a Quirón se dispararon exponencialmente. Las coincidencias no terminan aquí. Poco después de la lucrativa operación, el novio de Ayuso decidía desembolsar la friolera de 500.000 euros para adquirir una empresa casi inactiva y sin empleados. Y ¿a nombre de quién estaba esta empresa? Nada menos que de la esposa del mismo directivo de Quirón, Fernando Camino.
Es difícil no sospechar que esta compra esconda algo turbio detrás. De hecho, es justo lo que ahora investiga la Fiscalía como posible soborno al directivo de Quirón. Pero si esto ya es grave, el silencio de quienes defienden que Ayuso no tiene nada que ver con estos asuntos es ensordecedor. Y aquí llega otro dato revelador: la empresa comprada por el novio de Ayuso tiene sede en León, la misma ciudad donde se encuentra la empresa del abogado de su novio, que tan generosamente compró el ático de lujo en el que actualmente vive la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Todo pasa por León. Todo pasa por Quirón. Todo pasa por un círculo cada vez más pequeño y más turbio. La defensa del novio de Ayuso no sabe explicar esta operación. Y los madrileños y madrileñas, quienes sufrimos las consecuencias de estas maniobras, tenemos que despertar. Porque asúmelo ya, querido lector, mientras tú sufres las interminables listas de espera de una sanidad saturada y en vías de desmantelación, ellos viven en misteriosas casas de lujo y disfrutan de una vida a todo tren. Claramente, nos están tomando el pelo.
Mientras tanto, la presidenta guarda un silencio absoluto. Resulta curioso que, cada vez que surgen noticias comprometedoras sobre su entorno, coincida con la organización de un viaje lejos de España, como el reciente a Perú. A pesar de ello, la sombra de la duda en torno a ella sigue creciendo. Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en una figura tóxica para las instituciones, y solo cuando su influencia desaparezca podremos empezar a resolver los problemas que estas tramas han generado. Nos merecemos una Comunidad de Madrid que recupere la confianza y la decencia que sus ciudadanos exigen.
Le contesto yo a Blanca Ibarra, ¿para cuándo un artículo sobre la corrupción de los ERE de Andalucía 100 Millones aproximadamente, los casos de corrupción y prostitución en el PSOE (Caso Koldo), o el caso del hermano de Pedro Sánchez? Ojalá me responda 🙂
No seré yo quien defienda a un partido de derechas disfrazado de socialista, pero comparar a socialdemócratas con fascistas es injusto, falso, sólo se entiende como fruto de la ignorancia o de intereses inconfesables
Ud escribiente por la forma de contestar sobre lo cierto que es este artículo y sacando fango cuando se habla de esta corrupta y de su novio me parece que está Ud también implicado o por lo menos está interesado en este caso de corrupción para que no salga adelante en los juzgados la verdad es que es de verguenza
Es el conejillo de indias del pp
Le da un guión y lo suelta sin entender lo q dice
Su novio ahora es asunto de estado por feijolada, donde es más importante q el paro, los ancianos o el narcotragico. Se trata de desviar la atencion
Ayuso siempre Le quedará gh, supervivientes o la isla de las tentaciones, o un máster chef en rey Juan carlos
Añado!! ¿Cómo ve Blanca que la UDEF haya registrado el complejo deportivo de espartales en busca de contratos de la etapa socialista? ¿Va a escribir un artículo también? ¿No hay nadie detrás para contestar @Blanca? Gracias!
Es increible que con la que tiene Perro Sáncez encima, sea capaz de escribir y decir estas cosas, pero claro, ya se encargan de sacar leyes y poner jefazos a dedo para ocultar todas y cada una de sus mierdas.
El Tribunal Constitucional, aplicó un serio correctivo a la Audiencia de Sevilla y al Tribunal Supremo, pero no negó que existieran delitos en el trasvase de millones de dinero público: hubo prevaricación y malversación, pero no en las cantidades que establecieron los tribunales penales. Y no con el grado de planificación y profundidad que le atribuyeron en instancias anteriores. Sr Urieta, hubo mucha mierda, pero no se lucraron, como sí sucedió con la trama Gúrtel y otros muchos casos que el PP aún tiene pendientes.
Si la Sra. Ibarra tiene pruebas de lo que manifiesta ya está tardando en depositarlas en el juzgado de lo contrario podría estar presuntamente cometiendo un delito.