- Rosa Romero es concejala portavoz del Grupo Municipal Más Madrid Alcalá en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
La ruptura del Pacto Local de Empleo en Alcalá de Henares, tras 20 años de consensos, marca un punto de inflexión en la política local. En apenas 15 meses, el Gobierno de coalición PP-Vox ha acabado con cuatro acuerdos clave que, hasta hace poco, eran intocables: Día Internacional de la Juventud e Infancia, Día Internacional de la Mujer, Día Internacional del Alzheimer y ahora el Pacto por el Empleo. Este pacto no solo representaba una herramienta vital para la promoción del empleo y el desarrollo económico, sino también un espacio donde todos los agentes sociales y políticos podían colaborar más allá de sus diferencias ideológicas, anteponiendo el bienestar común.
Este tipo de consensos son la base de la cohesión social. Si algo demuestra su ruptura es que la política de acuerdos y diálogo que ha definido la gestión de la ciudad durante dos décadas está bajo ataque. Pero lo más alarmante es que esto podría ser solo el preludio de lo que ocurriría si PP y Vox consolidan su alianza a nivel autonómico o nacional en las elecciones de 2027. Si en el ámbito local ya han desmantelado acuerdos de larga duración, ¿qué podemos esperar en un contexto político más amplio, donde podrían tener un poder de decisión mucho mayor?
La política debería servir para mejorar la calidad de vida de las personas, protegiendo sus derechos y ampliando sus libertades. Sin embargo, la gestión de esta coalición ha demostrado que sus prioridades van en la dirección contraria. Se jactan de defender la “libertad”, pero sus acciones indican lo opuesto: restricciones de derechos fundamentales, ataques a los sindicatos y desmantelamiento de acuerdos que beneficiaban a la ciudadanía.
Un ejemplo claro de esta contradicción es el próximo acto antiabortista que tendrá lugar en una sede parlamentaria tan importante como el Senado, una institución que debería representar la pluralidad de nuestra sociedad, no ser utilizada de altavoz para políticas retrógradas. Esto es solo una muestra de lo que esta alianza entre PP y Vox podría significar para el futuro del país si llegan a tener el poder necesario para llevar a cabo su agenda de recortes en derechos y libertades.
La ruptura del Pacto Local no es solo una cuestión de empleo; es una señal de un cambio mucho más profundo y peligroso en nuestra sociedad. Ante esta situación, no podemos quedarnos callados. Los consensos que tanto esfuerzo costó construir no deben ser destruidos por intereses políticos de corto plazo. La ciudadanía merece gobiernos que apuesten por el diálogo y la cooperación, no por la división y la confrontación. Hoy más que nunca, es necesario levantar la voz y defender el verdadero sentido de la política: mejorar la vida de las personas y garantizar un futuro en el que todos y todas tengan las mismas oportunidades.