- La presidenta carga contra la “igualdad pop” y sella sus promesas para el próximo curso con dos nuevos anuncios
Fue ésta la tónica de la segunda jornada del debate y parece que lo va a ser en este arranque de la temporada política: mientras Ayuso aprovechó sus intervenciones para sellar los 95 compromisos lanzados un día antes, la izquierda cargó contra las políticas de la dirigente popular -«trumpistas», se definió ayer desde el Ejecutivo central- y la «radicalidad» de su discurso en materia exterior, de inmigración o de igualdad, enfocado exclusivamente a «polemizar» con la hoja de ruta de Moncloa.
«No le brillan los ojos cuando habla de Madrid, lo único que le motiva es el odio contra Pedro Sánchez», lanzó el portavoz socialista en la Asamblea, Juan Lobato, que aseguró que Ayuso tiene una «obsesión» con el presidente del Gobierno. Una tesis que defienden también en Más Madrid. Su portavoz, Manuela Bergerot, definió a Ayuso como «una enemiga de la libertad» y «una militante de la reacción» que, con su plan desplegado 24 horas atrás, profundiza en la desigualdad.
Pero la presidenta regional ni prevé bajar su tono crítico con el Ejecutivo central ni cambiará su planteamiento de cara al próximo curso. Es más, ayer lo afianzó con dos nuevos anuncios: el programa Colegios Compartidos, destinado a que los alumnos puedan disfrutar de actividades deportivas o artísticas en otros centros -y que anunció justo un día después de comprometerse a «promover» la jornada partida en el plano educativo- y la transformación de la Dirección General de Igualdad en la Dirección General de la Mujer.
Minutos antes de este último anuncio, las ministras de Igualdad, Ana Redondo, y de Sanidad, Mónica García, habían tachado de «trumpista» el paquete de medidas de Ayuso, con especial énfasis en la puesta en marcha de un centro de atención a hombres víctimas de violencia sexual, el primero en España. «Es muy irresponsable, es trumpista y es negacionista. Lo que pretende es dividir y enfrentar a la sociedad, como todas las políticas de extrema derecha», denunció la ministra de Igualdad. Unas palabras desmedidas a ojos del Ejecutivo madrileño y que prueban cómo, tal y como dijo ayer Ayuso, Sánchez y sus ministros «se acuerdan» constantemente de la presidenta madrileña, motivo por el que ella reacciona. «El daño que se causa a Madrid se tiene que responder», dijo la presidenta regional para contestar las críticas de la oposición sobre la dirección de sus palabras. «Son los mismos insultos de siempre, y usted pretende que nos callemos como si nada», reprochó a Lobato, que optó por no valorar la apertura de este centro a lo largo del debate.
Los momentos más tensos de la jornada llegaron precisamente a raíz de la puesta en marcha de este centro, ya que según Más Madrid profundiza en la dinámica de «usar las violencias sexuales como arma arrojadiza» y sigue los pasos de la reforma de las leyes LGTBI y Trans en la Comunidad, que «valida las agresiones y quita herramientas de defensa a sus víctimas».
En Sol, de hecho, ya se preparan para confrontar de nuevo por la defensa de este proyecto. Ayer Ayuso remarcó su oposición completa a aquellos partidos de izquierdas que practican «la igualdad pop que vende mucho en televisión y en anuncios donde usan a los mujeres como si fueran carne» pero «no dicen nada» ante ataques a mujeres como la esposa de Alberto Fernández, ex presidente de Argentina acusado de violencia machista, o las ciudadanas de Afganistán.
«Ustedes son los que están borrando a la mujer. Da vergüenza y no me hace gracia. Nosotros vamos a defender a hombres y a mujeres en igualdad, por supuesto, pero en igualdad de oportunidades y ante la ley, que es la única igualdad real que existe», expresó la presidenta regional para afianzar la postura de su Ejecutivo contra la «falsa igualdad» y el «falso feminismo» y zanjar la polémica desatada en la Cámara madrileña que marcó en esta edición el Debate del Estado de la Región.
Pero mientras la izquierda acusa a Ayuso, por otro lado, de usar la inmigración como «arma arrojadiza», en el lado opuesto del hemiciclo Vox opina que los populares «están a la izquierda de los socialistas», como consideró la portavoz de partido, Rocío Monasterio. La acogida de menores migrantes ha supuesto la ruptura entre ambos partidos en todos los gobiernos regionales que gestionaban en coalición y amaga con ser el principal punto de roce entre el PP y Vox en Madrid en los próximos meses, ya que varios de los anuncios lanzados por la presidenta regional el jueves agradaron en las filas de Vox. Concretamente la vuelta a la jornada partida y la dinámica de rebaja fiscal, al considerar Vox que Ayuso «ha hecho caso» a sus posicionamientos. Mucho más contundente se mostró Ayuso con Vox, partido al que reprochó sus «ataques desmedidos» al PP.