- Pilar Blasco es licenciada en Lengua española y ha colaborado en publicaciones locales en temas de actualidad política y cultural.
El cuerpo y la mente me piden hablar de María Corina Machado, pero prometí completar mis impresiones sobre la ceremonia de los Juegos Olímpicos de París y voy a ello. Sólo hace una semana pero como siempre últimamente, la actualidad alborota el tiempo anegándolo de acontecimientos, impidiéndonos asistir y asimilar lo que pasa ante nuestros ojos, en nuestras pantallas de todos los tamaños y a todas horas. De manera que la ceremonia olímpica ya se me hace obsoleta y superada.
Sólo hace una semana del paseo virtual por la deslumbrante ciudad de los tejados perfectos, triunfales avenidas y monumentos gloriosos, de la mano de personajes preferentemente ambiguos, misteriosos y diabólicos, mezclados sin transición con números de Can Can, el Folie Berger y el Moulin Rouge, L’Opera, el Louvre y la Guillotina, con la pobre María Antonieta cabeza entre manos (qué mal gusto), la sacrílega parodia de la Santa Cena, ignominia para cristianos y para el Arte, sátira woke del gran Leonardo da Vinci. Eso alternando con los bateau mouche deslizando por el Sena los entusiastas equipos nacionales ondeando alegres sus banderas, pensando en las medallas, sin enterarse del espectáculo del que formaban parte.
Daba la impresión, creo que fue el verdadero propósito del fastuoso y carísimo despliegue, de que los protagonistas no eran los atletas sino el poderío francés, una vez más la grandeur y la charme de la France rediviva, la que gran parte del mundo y la opinión pública da por decadente y en vías de extinción política y cultural. Había que demostrar que las recientes elecciones en las que Macron se ha librado por los pelos del ostracismo y la jubilación, han sido una anécdota que no empaña la seguridad en el futuro, la estabilidad y la democracia ejemplar del país ejemplar por excelencia y por tradición desde que le cortaron la cabeza a Luis XVI y a su querida esposa junto a miles de disidentes de toda condición y por diferentes métodos y crueldades varias en aras de la Ilustración universal y el Progreso.
En fin, que no es cosa de detallar el desfile interminable de espectáculos diversos entre los que hubo grandes estrellas y cosas bonitas y emocionantes, naturalmente, pues allí se juntaron personalidades, música y tecnologías de altísimo nivel y caché. Con grandioso final feliz a cargo de La inmensa Celine Dione. Así cualquiera. Podían haberse ahorrado la ideología 2030 y la fealdad innecesaria y vergonzante.
Sigo a remolque de los acontecimientos, me espera la hermana querida y torturada Venezuela con sus héroes y villanos.
Dice usted de la Francia rediviva “que gran parte del mundo y la opinión pública da por decadente y en vías de extinción. Pués en Alcalá de Henares la decadente tirando a rancia es usted y esperamos que en vías de extinción si deja de escribir tantas majaderías. Debería hacerlo en “aras de la ilustración y del progreso”.
Las olimpiadas han perdido para mí cualquier interés, Francia lo ha conseguido, por mi como si se rompe la baraja.
La principal característica de la Olimpiadas Clásicas era que se paralizaba cualquier accion de guerra, con las modernas no lo hemos conseguido ni por asomo…
Muy acertado Pilar. Demasiadas cosas. Las malas muy malas y el chovinismo exacerbado de los gabachos en pleno explendor
¿Majaderías? Espero que la señora Pilar Blasco no haga caso de este comentario tan zafio y nos siga aportando sus visiones tan acertadas de temas tan actuales.
Ya me gustaría tener oponentes con criterio y argumentos, pero es lo que hay, gente que insulta sin más . Me da pena de ellos, la verdad. No sé si les pagan por hacer de troler o como se llamen
Las Olimpiadas son un espectáculo grandioso y soy firmemente partidario de su continuidad. No obstante, en esta edición de 2024 se aprecian grandísimos errores. Unos propiciados por el COI al permitir que “hombres” que con solo decir que “se sienten mujeres” puedan competir con el resto de mujeres, a pesar que la Federación Internacional no lo permite en los campeonatos mundiales. Otros propiciados por el pais organizador, como los penosos espectáculos de la ceremonia de inauguración mencionados en este artículo (además, como era de esperar, no se han atrevido a hacer algo en contra de la religión musulmana ,,); y como con la situación medioambiental del Sena que que era un peligro para la salud publica y, por ello, de los atletas.
Por todo ello felicito a Pilar por este artículo y la animo a seguir en esa linea de exponer la realidad de las situaciones
Siempre tu dedo en la llaga. Gracias por abrirnos los ojos. Siempre pones en acertadas palabras mis intuiciones, quizás las de muchas gentes perezosas que necesitamos ser espoleados para despertar del letargo que nos han inducido. Gracias de nuevo.
He de reconocer que la Francia que irrogó la modernidad dieciochesca con 2 siglos de retraso respecto a la española esta vez que occidente camina hacia su suicidio colectivo, nos lleva la delantera. Gracias Pilar por despertar conciencias y que tus odiadores te sirvan de acicate para seguir.
Desapercibida no pasas.