LA MAQUINARIA DEL FANGO | Por Pilar Blasco

Doce o catorce veces mencionó la palabra fango el presidente del Gobierno de España referida a la oposición democrática en la última sesión de control del Congreso de los Diputados. Más o menos las mismas veces que nombra habitualmente a la derecha y extrema derecha fascista en las mismas circunstancias y en el mismo lugar y contexto.

  • Pilar Blasco es  licenciada en Lengua española y ha colaborado en publicaciones locales en temas de actualidad política y cultural.

Esa acumulación premeditada y abusiva de insultos y acusaciones junto a otras no menos graves, lanzadas al aire del Hemiciclo referidas a personas ajenas, como los familiares y amigos de parlamentarios y autoridades presentes o ausentes de la Cámara,  acompañadas de señalamientos con el dedo y otros gestos impropios y de mal gusto,  no están bien en un presidente del gobierno que representa a toda la nación y que supuestamente debe comportarse con corrección parlamentaria y con el respeto debido a sus señorías de la Real Oposición, las que  como mínimo representan a la mitad o más de la ciudadanía, con los mismos derechos y la misma dignidad que los partidarios del presidente.

A estas alturas del gobierno Sánchez ya nos hemos acostumbrado los españoles a las salidas de tono y los malos modales en espacios oficiales y en medios informativos. Y si no nos acostumbramos, peor para nosotros,  pues esta deriva maleducada e irrespetuosa va a más, en un proyecto  intencionado de degradación de los órganos de gobierno y las instituciones de la nación. En la misma sesión de esta semana se deslizó un “todos a la mierda” en boca de una vicepresidenta, a micrófono abierto, intencionadamente o no; que uno ya no sabe qué es cierto o engaño en la política española.

Antes decíamos que ante determinadas acciones y declaraciones, los políticos deberían dimitir; ahora ya no, esa frase ha quedado obsoleta por inútil en la política española. Aunque tenemos noticia de que en otros países “del entorno europeo, suele decirse”, equivalen a dimisión las mentiras, las falsificaciones, malversaciones, el tráfico de influencias, etc. En España no. En España equivalen a que los desveladores de fechorías sean señalados, insultados, difamados y cancelados, como se dice ahora. Además de separados de la oficialidad y aun de la sociedad por un “muro” un cordón sanitario y posicionados en la ultra, extrema, mega derecha, en la fachosfera y directamente en el fascismo nazi más peligroso.

No importa que el que profiere esos apelativos acusadores y difamantes ejerza el poder omnímodo de la mano y con el apoyo y alianza con delincuentes separatistas, terroristas, enemigos del país (España), al que se han propuesto destruir, y en ello están desde el mismo poder. Qué tremenda paradoja de llamada democracia y qué cinismo institucional.

Y en este contexto disparatado está la llamada por el presidente y su prensa, maquinaria del fango. La que, según ellos, se encarga de embarullar y cubrir de lodo metafórico las acciones del gobierno, de sus amigos y familiares, sospechosas de ilegalidad con razón. Cuando por el contrario, esa llamada maquinaria se ocupa de descubrir las fechorías que por estar ocultas, ellas sí, por fango y silencio, no salen a la luz pública sino gracias a audaces investigadores que se sumergen en ese lodo oscuro y espeso tejido en torno al poder para sacar a la luz la verdad de los hechos.

Maquinaria del fango, puestos a bucear en él, es la ocultación y falta de transparencia (el partido socialista es el inventor del portal de transparencia, qué ironía) en las maquinaciones y ocurrencias del presidente, de las que no da cuenta ni a su consejo de ministros y menos consulta al parlamento español. Maquinaria del fango es la que hace la vista gorda a las trapisondas de la señora “presidenta” por tierra mar y aire, con permiso o por mandato de su señor esposo, el del poder omnímodo. En las cuales se encarga de viajar a medio mundo, en Falcon, negociar con empresarios, con presidentes y jefes de aquí y allá, firmar cartas de recomendación a cambio de transacciones económicamente jugosas, etc.

Maquinaria del fango es sangrar a lo españoles a impuestos (69 veces dicen que ha subido Sánchez lo impuestos en 4 años) con cuya recaudación enchufar a base de sueldazo (entre 80 y 120 mil euros) a amigos y familiares, la mayoría de los cuales no tienen idea del puesto asignado pero es lo de menos, nadie les va a pedir cuentas del éxito o el fracaso si se arruina Correos  o Renfe no funciona, porque el amigo del presi, el compañero del colegio, el del equipo de baloncesto o su mismo hermano, el músico, no saben lo que tienen entre manos. Nepotismo se llama a la práctica ostentosa y sin pudor que ejerce la maquinaria del fango socialista por la cual en otros países de esos del entorno han sido defenestrados presidentes y altos cargos, por muchísimo menos.

Maquinaria del fango es la táctica marxista de acusar al adversario de lo que ellos hacen. De ahí viene tanto insulto y calumnia en plan producción en cadena y repetición machacona sin tregua (discursos del presidente y sus ministros) hasta convertir en verdad la mentira y convencer a sus fieles de que la verdad es la que ellos dicen, no la que ven sus ojos y oyen sus oídos. El tópico del rey desnudo y el retablo de las maravillas que cito aquí con frecuencia porque me maravilla su eficacia y me asombra la capacidad del español para deglutir ruedas de molino.

Maquinaria del fango, MDF para abreviar, es prometer repetidamente en los medios y en las cámaras, que no se pactará con separatistas y criminales, y hacerlo; que no se indultará a golpistas y hacerlo; que no se amnistiará a fugados golpistas y malversadores y hacerlo… MDF es criminalizar a las víctimas de atentados terroristas y culparlas de ser víctimas y de defenderse (Israel y propaganda antisemita). MDF es insultar a presidentes y dignatarios de otros países y también culparlos por responder y defenderse (táctica marxista citada). Lanzar botes de humo y tinta de calamar para distraer la atención de las verdaderas bombas de corrupción de los allegados al gobierno, su mano de obra sumisa, la del trabajo sucio por el que cobran millones para pequeños dispendios, chalets, cuentas en paraísos, amantes, sustancias…y por las que rara vez son condenados, siempre hay fango por medio en las causas con la justicia de los grandes corruptos (casos del PSOE andaluz)

Hay más…, como decía nuestro presidente dando vueltas al brazo a partir de una acusación, esa sí falsa y calumniosa contra la esposa del jefe de la oposición; hay más maquinaria y más fango en la compra de medios de comunicación con dinero público, en la invasión de inmigrantes ilegales a los que regularizar masivamente a cambio de sus votos, en el reparto de subsidios indiscriminados a gente que no trabaja, que vienen a España exclusivamente a cobrar. En el montaje de chiringuitos de todo tipo, género, ecología, cambio climático… lo que haga falta, el caso es repartir el dinero que extraen de la cuenta a los demás. Por último, endeudar al país sin piedad por generaciones con el mismo fin, tener manos libres para gastar sin freno. MDF.

 

 

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1 Comentario

  1. ME APENA LEEE UN ARTICULO SECTARIO, DONDE NO SE MENCIONA LA OPOSICION HORROROSA EJERCIDA POR EL PP, ME GUSTAN LOS ARTICULOS DE OPINIÓN PERO DEBEN SER CON UN PUNTO DE VISTA CRITICO PARA TODOS, ODIO LOS PANFLETOS VENGAN DE QUIEN VENGAN.

  2. Lo de repartir el fango por igual es la tinta del calamar para esconderse. Eso ya lo hace el gobierno Sánchez con muchas terminales subvencionadas. Alguien lo tiene que denunciar

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