LA SUPERIORIDAD MORAL DE LA IZQUIERDA | Por José Antonio Pacheco Márquez

Según pergeñaba estas líneas, dudaba sobre si enmarcar su título entre comillas o entre signos de interrogación. Pero, según avanzaba en su redacción, decidí dejarlo en un sentido afirmativo. Si tienen la paciencia de llegar hasta el final, lo comprenderán.

  • Artículo de opinión remitido por José Antonio Pacheco Márquez, ex-presidente del Centro Extremeño,  vecino de Alcalá de Henares.

Es esta una frase a la que recurren, en los últimos tiempos, años ya, los dirigentes de los partidos conservadores y sus terminales mediáticas, en el sentido de criticar, según ellos, la “apropiación” por parte de los partidos y movimientos de izquierda, de ciertas posturas o decisiones ante distintos temas, que, entienden, desprecian las decisiones que toman los partidos de derecha en dichos asuntos.

Para acotar lo que nos concierne hoy. Mi profesor de filosofía del Bachillerato, de grato recuerdo, partiendo de la presunción de duda con la que, según él sostenía, deberíamos acercarnos a intentar definir conceptos tan volátiles como la moral, la ética u otros elementos filosóficos y humanísticos, siempre comenzaba sus disertaciones preguntándose ¿Qué sea…?, cualquier cosa. Nunca se preguntaba ¿Qué es…?, la moral, por ejemplo.

Intentemos concretarlo un poco al menos. Seamos prácticos y, sin recurrir a San Agustín, a Santo Tomás, a los presocráticos, ni a Nietzsche, veamos que dice la RAE. La moral es un adjetivo “perteneciente o relativo a las acciones de las personas, desde el punto de vista de su obrar en relación con el bien o el mal y en función de su vida individual y, sobre todo, colectiva”. Ampliemos que sus sinónimos académicos son: ético, honesto, decoroso, honrado, decente, integro, recto, puro. Fijen ustedes los antónimos que correspondan.

Vemos que hay dos ideas que podrían parecer contradictorias en la primera definición que hemos reseñado. Lo moral para cada uno de nosotros, podría ser diferente según el punto de vista de cada uno, en función de su “vida individual”, pero luego, incide en que se debe tener en cuenta la “vida colectiva”. Es decir ¿sería opinable lo que es moral y lo que no? Para salir de dudas, podríamos recurrir a los sinónimos que la RAE nos facilita. De aquí podríamos deducir que “lo moral” debe ser honesto, honrado, decente…y no deshonesto, indecente o indecoroso, ni por supuesto, inmoral.

Vayamos a ejemplos concretos. Demos por el hecho que el ejercicio de las acciones y decisiones políticas de los representantes que elegimos para gestionar la cosa pública, ha de ir encaminado a mejorar la vida de los ciudadanos, de todos los ciudadanos, o, al menos, de la mayoría de ellos. Por lo que sus actos han de ser honestos, decorosos, decentes, ajustados a “lo moral” en definitiva.

Afinemos aún más y centrémonos en algunos asuntos muy concretos de la vida pública muy recientes, en los que partidos de izquierda y derecha han tenido que manifestarse en un sentido u otro. Subida de los salarios en los convenios colectivos de los trabajadores, subida de la cuantía del Salario Mínimo Interprofesional y subida de las pensiones. Podemos admitir que “lo moral, lo ético, lo decente, lo honrado”, es que estos ciudadanos, que son la inmensa mayoría de nuestra sociedad, vean mejoradas sus condiciones de vida. Pues bien, la izquierda se ha manifestado a favor y la derecha en contra.

En octubre del año pasado el grupo terrorista Hamás atentó en territorio israelí. Mató a 1.250 personas y secuestró a 135. Toda la comunidad internacional condenó este horrendo y execrable acto de forma clara y contundente, apoyando el legítimo derecho de Israel a defenderse. A fecha de hoy el estado judío ha matado a 35.000 ciudadanos palestinos, entre ellos 14.000 niños y niñas –solo escribirlo estremece -. La misma comunidad internacional, algunos más a regañadientes que otros, ha condenado este genocidio inútil. ¿Está aplicando “su moral” la derecha española cuando ni menciona a las decenas de miles de personas palestinas asesinadas y solo menciona el daño infringido a Israel? Es más, los dirigentes madrileños conservadores se precipitaron a hacer homenajes y reconocimientos al estado judío. Pues bien, resumiendo, la izquierda condena los atentados de Hamás y, en buena lógica “moral”, en mayor medida la masacre de inocentes que está consumando Netanyahu. La derecha, siempre que se le pregunta, solo menciona a los terroristas de Hamás y sus crímenes. A más, la izquierda va a reconocer al estado palestino, la derecha se lo está pensando…

Que la inmigración es un problema mundial de causas conocidas, de soluciones desconocidas – al menos, a corto y medio plazo – y que los países limítrofes con las zonas más afectadas por este fenómeno humanitarios, son los más implicados, entre ellos España, son tres ideas que deberían ser asumidas por todos. Otra cosa es como se enfrenta cada país, su sociedad entera, ante la llegada de miles de personas a nuestras costas y a nuestras calles. Descartada la intervención de la marina de guerra española lanzando sus torpedos contra los cayucos y la Legión apostada en las fronteras de Ceuta y Melilla, como proponen los exaltados de la ultraderecha, distingamos dos niveles. Las administraciones, tanto autonómicas como centrales, es lógico que se vean desbordadas en momentos puntuales. Sabemos que son llegadas aleatorias, imprevisibles e incalculables. Y que todos los recursos, a veces, se manifiestan escasos.

Pero otro nivel es cómo reaccionan los ciudadanos a pie de calle, cuando ya están aquí estas personas. Si usted va por la calle con sus hijos por una acera, ve venir enfrente un grupo de varios chicos, claramente inmigrantes y, claramente, de color de piel más oscura que la de sus hijos y se cambia de acera para no coincidir con ellos… dos cosas, está usted dando un mensaje nefasto a la educación de sus hijos y está mostrando su desprecio y falta de solidaridad hacia esas personas. Sabe usted bien que, si esos chicos fueran de piel blanca, pelirrojos y de ojos azules, usted no se cambiaría de acera. Si usted es un representante político y de forma continuada, no es capaz de separar las palabras inmigración y seguridad ciudadana – y cosas peores – en lugar de unir las palabras inmigración y solidaridad, usted está usando “su moral” ¿hipócrita?, para defender su posición política y atacar a su adversario. La izquierda intenta acoger y empatizar, la derecha criminaliza la desgracia de estas personas.

Por favor, que levante la mano, de los amables lectores que hayan llegado hasta aquí, quien no se ha quejado de las abusivas comisiones que cobran las entidades bancarias por cualquier gestión, del cierre de oficinas, de la mala atención personal, de lo elevado de los intereses de los préstamos y lo poco que se remuneran por estas entidades, los pocos ahorros que se han conseguido y se quiere que, al menos, no pierdan su valor por la inflación. Quien no se asombra de las abultadas cifras de beneficios, trimestre a trimestre, de estos mismos bancos. Pues bien, lo “moral”, lo decente, sería que la sociedad pudiera recuperar en parte algo de esos enormes ingresos, a veces, extraordinarios y que reviertan en todos los ciudadanos en forma de mejoras en sanidad, educación, pensiones, etc. Así lo ha propuesto y aprobado la izquierda, con el voto en contra de la derecha.

Por tanto, creo que no sería exagerado decir que la llamada “superioridad moral de la izquierda” se refleja en el BOE y en la consecuente mejora en el día a día de la vida millones de ciudadanos. Por eso, no le pongan comillas ni interrogaciones, es una afirmación.

 

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1 Comentario

    • Gran parte del desempleo se debe (hay estudios socioeconómicos que lo demuestran) al pelotazo inmobiliario impulsado por las políticas neoliberales que defiende el Partido Popular. Spoiler: Miles de jóvenes dejaron de formarse para dedicarse a la construcción, años después cuando el mercado se desplomó… (le invito a leerlos). El actual gobierno hace lo que puede tras los desastrosos años de gobierno del PP. En lo que sí coincido con usted es que si no se dieran tantas subvenciones a empresas (que no las necesitan y solo sirven para pagar millones a sus consejeros) la deuda sería menor. Aunque matizo que en relación al PIB (que es como se mide la deuda) no es tan elevada (Japón tiene una deuda del 255% o Italia de 137% sobre el PIB).

  1. El artículo del J.A.Pacheco concluye que existe una superioridad moral de la izquierda en base a las posiciones entre una y otra tendencia política y expone,
    para argumentar su postura, varias votaciones, sobre
    Leyes, en las que unas tendencias políticas- La derecha-
    votaron en contra. Puesto que los datos, que aporta José Antonio Pacheco, son incontrovertibles, no puedo estar ma6de acuerdo con ese artículo. No estarlo supo dria una especie de disfunción cognitiva.

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