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Las apuestas deportivas son una excelente forma de pasar el rato, siempre que se practiquen con responsabilidad y no afecten otros aspectos de tu vida.
No solo son palabras comunes y trilladas. En la realidad actual, estamos rodeados por una multitud de eventos deportivos y publicidad de casas de apuestas, y el proceso de hacer apuestas deportivas se ha vuelto sumamente sencillo, llevando apenas unos 2 minutos.
En la actualidad puede ser muy difícil resistirse y no caer en la tentación de las apuestas, especialmente cuando tus primeras apuestas resultan ganadoras y vez tras vez recibes notificaciones de la mejor app de apuestas deportivas sobre tus victorias. Aquí radica el peligro y la potencial adicción a las apuestas que puede impactar tu estilo de vida. Hemos recopilado para ti algunos consejos sobre cómo minimizar las chances de enfrentar problemas significativos en la vida debido al betting.
Juega únicamente con dinero que puedes perder
En el contexto del primer consejo, nos gustaría hablar sobre el Bankroll. El Bankroll es el total de dinero que se asigna para las apuestas deportivas (en nuestro caso). Idealmente, esta cantidad debería provenir de tus ahorros, que estés dispuesto o quisieras gastar en entretenimiento. Es decir, es esa cantidad que estás preparado para perder completamente sin que esta pérdida repercuta significativamente en tu estado financiero general.
Por supuesto, no se apuesta todo el bankroll en una sola apuesta en un evento deportivo. Usualmente, se asigna un porcentaje específico del bankroll que estás dispuesto a apostar en una apuesta individual. Este porcentaje puede variar dependiendo de la cuota, el tipo de deporte y tu confianza, pero se recomienda encarecidamente no apostar más del 5% del total del bankroll. De esta manera, se logra una especie de “apuesta segura”.
Por más seguras que nos parezcan las apuestas, estas siempre son un gran riesgo. Por lo tanto, nunca debemos involucrar grandes cantidades de dinero sobre ellas, ya que esto podría afectarnos económicamente si ocurre una sorpresa.
El mejor consejo que podemos darte es que siempre apuestes con dinero que puedes perder. Es decir, utiliza únicamente aquel dinero que puedes destinar a gastarlo, evita a toda costa pedir préstamos o créditos para jugar, así como también utilizar dinero de otro tipo de gastos.
Apuesta solamente cuando valga la pena
El juego compulsivo es el peor de los males en torno a las apuestas, ya que te lleva a desatender muchas de las cosas que son importantes fuera de las apuestas. Así que lo primero que debes evitar es apostar solo por hacerlo.
Esto quiere decir que nunca apuestes ni a eventos que no sueles seguir, ni en momentos en que sientas que no puedes predecir lo que ocurrirá. Piensa además en que hay apuestas todos los días, así que esperar a que llegue un mejor evento para apostar no toma demasiado tiempo.
Si estás familiarizado con el fútbol, pero los partidos han terminado y no has realizado una apuesta, bajo ninguna circunstancia deberías correr a la línea en vivo para apostar, por ejemplo, en un desconocido torneo brasileño de Counter Strike 2. Se ha observado que esta práctica ha llevado a pérdidas para muchos.
Establece límites de gastos y acceso
Es muy importante que controles la forma y las cantidades de dinero que ingreses a un casino online o casa de apuestas. Para ello, las plataformas de apuestas en línea te ofrecen funciones que establecen límites de depósito, de ganancias y de retiros sobre tu cuenta. De esta manera, te evitarás pasarte de un límite prudente de dinero apostado, ganado, depositado y retirado.
Puedes establecer límites acorde al dinero que tienes destinado a las apuestas, evitando que arriesgues dinero que no tenías pensado depositar en el sitio. Este tipo de funciones están disponibles en la configuración de tu cuenta.
Establece un horario de juego y días de juego semanales
Aunque te mantengas dentro de tus límites, tampoco vale la pena que pases todo el día apostando o mirando cuotas. Lo mejor que puedes hacer es repartir bien tu tiempo y destinar a las apuestas una cantidad de tiempo prudente, que no afecte a otros compromisos ni pasatiempos que tengas.
Para mantener al juego dentro de los hábitos sanos, lo mejor es que definas qué días y qué horas piensas dedicarles. Lógicamente, debes evitar que sean demasiadas, lo mejor es no dedicarle más de 1 o 2 horas por día. Asimismo, lo mejor es evitar hacerlo todos los días.
Evita perseguir las pérdidas
Un error grave es desesperarte cuando pierdes una apuesta. De hecho, podríamos decir que es aquí donde comienza el juego compulsivo, ya que incita al jugador a asumir riesgos y a apostar en cualquier evento deportivo con el objetivo de recuperar lo perdido.
Una mala racha no se acaba apostando más, en realidad, la tendencia dice que los apostadores cuando se centran en recuperar lo perdido suelen perder más dinero. En consecuencia, nunca apuestes pensando en lo que has perdido, sino únicamente por la emoción que le inyectan las apuestas a tu fanatismo por los deportes.
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