- La meteorología concedió un firmamento despejado en el día clave de la Semana Santa con cuatro hermandades.
- Crónica gráfica de Ricardo Espinosa Ibeas y video de Myriam Trujillo para ALCALÁ HOY
La calle Libreros se llenó de fieles y espectadores bajo un cielo limpio y despejado para ver la procesión del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Soledad Coronada que volvió a completar su recorrido de Semana Santa. El tremendo esfuerzo de los costaleros en cada «levantá» provocaba un estallido de aplausos por parte de los asistentes que abarrotaban las calles.
La Soledad Coronada, una talla de 1961 que representa a una hermandad con más de 500 años de historia colapsó literalmente la calle Libreros para salir a desfilar desde la Iglesia de Santa María, acompañada por otra bellísima imagen que rememora el descendimiento de Cristo
Una de las procesiones más sevillanas de Alcalá salía a las 19:40 horas, de la iglesia de Santa María la Mayor. De su portón aparecían las imágenes del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Soledad Coronada, ambas procedentes de talleres de la capital hispalense y portadas por costaleros como manda la tradición andaluza, acompañadas con el Himno nacional interpretado por la Capilla musical Sagrado Descendimiento con el paso de misterio y la Banda Ntra. Sra. de la Amargura de la Sociedad Filarmónica de Jaén con el paso de palio.
Esta procesión, contó con una nutrida representación civil y religiosa, encabezada por el Obispo de Alcalá Monseñor Prieto Lucena y por la Alcaldesa de Alcalá Judith Piquet, el tercer Teniente de Alcalde, Gustavo Severien, y los concejales del gobierno municipal Antonio Saldaña, Santiago Alonso y Antonio Peñalver de VOX. En representación de la oposición asistieron los concejales socialistas, Javier Rodríguez, portavoz y diputado nacional, María Aranguren, Enrique Nogués, Rosa Gorgues y Alberto González.
En la calle Libreros, miles de personas, esperaban impacientes una salida que hizo estallar en aplausos a los fieles, turistas y curiosos congregados a los que el intenso frío no desanimó a nadie. Un largo cortejo de nazarenos, penitentes y hermanos de luz vestidos de negro riguroso con antifaz blanco y manolas que pese a la belleza de sus vestidos y mantillas no hacían sombra a la Virgen.
Tras abandonar Libreros, el paso procesional se dirigió a través de la calle Bedel hasta la Plaza de San Diego para luego hacer parada en la calle Bustamante de la Cámara donde tuvo lugar una lluvia de pétalos multicolor sobre la imagen de la Virgen de la Soledad Coronada, arrojada desde los balcones por vecinas devotas.
Mención especial merece la saeta interpretada por José Mora que de manera espontánea se arrancó en la calle Libreros para sorpresa de todos y que emocionó al público recibiendo un caluroso aplauso. José Mora fue costalero de la Virgen de la Soledad Coronada durante unos años hasta que comenzó de manera profesional su carrera musical. El término saeta proviene directamente del latín: flecha. Es un disparo certero al corazón que en los tres o cuatro minutos que dura consigue remover las emociones del que la escucha.
Hermandad de La Soledad y El Sagrado Descendimiento